La Ciudad se acerca a los 1.000 casos y analizan cerrar actividades

En las últimas dos semanas se duplicaron los casos. El gobierno porteño analiza restringir actividades. En el Conurbano también se siente el rebrote.

Los contagios de coronavirus se duplicaron en los últimos 15 días en la Ciudad y el Conurbano y en el gobierno porteño ya se habla de volver a cerrar actividades para frenar la circulación de personas.

La segunda ola que vive Europa era esperada para fines del verano tanto en el Gobierno nacional como en el de la provincia y la Ciudad, donde por semanas la pandemia pasó a un segundo plano y no era el tema principal para el 2021 con la vacuna disponible.

Pero en Argentina se aceleró la llegada del rebrote, en parte por el fin del «aislamiento obligatorio» (Aspo) y el paso al «distanciamiento obligatorio» (Dispo) dispuesto el 6 de noviembre.

Hay que remontarse 88 días atrás para encontrar un día con más contagios que los 996 que se registraron este martes en la Ciudad. El 2 de octubre se anotaron 1050 casos y desde entonces la curva fue descendente hasta que se registró una «meseta», como la definieron las autoridades sanitarias, a principios de diciembre. Pero en las últimas semanas se terminó esa estabilidad y la curva fue en un ascenso concreto.

En el Conurbano también la curva fue en claro ascenso. En La Matanza, San Isidro, Lanús, Lomas de Zamora hubo más de 100 casos este lunes. En esos distritos, como en La Plata, la media de los últimos 7 días se acercó a los 100 casos o más.

En la Ciudad anticiparon a LPO que se venía hablando de empezar a cerrar actividades si se pasaban los 1000 casos diarios, una suma que ya se alcanzó. Mas aún con la amenaza de la nueva cepa del virus hallada en Gran Bretaña, que los expertos califican de un 70% más contagiosa que la original. Hasta el momento no se detectó la nueva cepa en Argentina, pero ya fue descubierta este martes en Chile.

El problema de Horacio Rodríguez Larreta, como el que tuvo Alberto Fernández a partir del segundo semestre, es el margen político para imponer una cuarentena dura. En ambas administraciones dicen que no tienen espalda para apretar el «botón rojo» básicamente porque la sociedad no va a respetar las restricciones y menos en verano.

Fuente: La Política Online