Fin de semana XXL: menos reservas y fuertes caídas en comparación con 2023

Las ocupaciones de hotelería ligadas al fin de semana de seis días por Semana Santa y Malvinas comienzan a sufrir las consecuencias del programa económico del gobierno de Javier Milei.


A simple vista, no parece haber recuerdo de otro fin de semana tan largo como el que se vivirá a partir de este jueves 28 de marzo y que durará hasta el martes 2 de abril. Esta batería de feriados mezcla Semana Santa con la conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, jornada precedida por un lunes no laborable con fines turísticos (feriado puente).


Empresarios del sector turístico expresan su preocupación por la situación y por lo que les espera.


Si bien suele escucharse que el establecimiento de feriados atenta contra la producción del país —lo cual es, parcialmente, cierto—, es preciso remarcar el potencial efecto positivo que estos tienen para el fomento del turismo interno, entre otras actividades ligadas al entretenimiento.

Sin embargo, podría pensarse que para que un fin de semana largo sea aprovechado con fines turísticos el poder adquisitivo de un sector importante de la población debe poder afrontar este tipo de erogaciones. Desde la asunción presidencial de Javier Milei, la licuadora ha deteriorado fuertemente el poder de compra del conjunto promedio de la sociedad. Si bien, esto no parece generar aún una caída estrepitosa en el consumo de servicios ligados a la actividad turística, sí se evidencia una merma en las reservas hoteleras en comparación con el mismo fin de semana largo del año pasado, y hay añadirle que este es aún más largo.

Uno de los principales puntos turísticos de nuestro país es la provincia de Córdoba. Dentro de ella, la localidad de Carlos Paz representa un ícono en lo que respecta a la actividad hotelera, gastronómica, cultural y a la industria del entretenimiento. Según la Asociación Hotelera y Gastronómica de Carlos Paz, el nivel de reserva alcanzaría el 80% pero con estadías promedio de cuatro noches. Otras fuentes del sector turístico aseguran que los alojamientos de mayor categoría se encuentran con un nivel de reserva que supera el 85%. Sin embargo, la hotelería de menor categoría se estaría estabilizando en torno del 50% de reservas.

Un empresario del sector ligado a hoteles no tan exclusivos le expresó a elDiarioAR que “va a haber una ocupación del 70% en hotelería de dos estrellas, siempre y cuando se haga un promedio de los seis días ya que probablemente sábado y domingo la ocupación alcance el 100% pero el resto de los días va a bajar considerablemente”. “Ojalá que se alcance porque sería un buen número. En comparación con la semana santa del año pasado, nada que ver, porque llegó casi al 100%. Al ser seis días es demasiado gasto para un bolsillo lastimado”, analizó.

Estos datos reflejan con marcada precisión cómo está impactando el plan económico del Gobierno. Aquellos sectores que se encuentran en la parte más privilegiada de la pirámide socioeconómica, aún, pueden mantener este tipo de consumos mientras que, los sectores de menor poder adquisitivo comienzan a ajustar sus gastos generando, entre otras cosas, un menor nivel de reservas. Por otro lado, los datos del Observatorio Argentino de Turismo (OAT) arrojaron un 91% de ocupación hotelera para la localidad de Villa Carlos Paz durante la Semana Santa del 2023: no parece ser el panorama general de este año.

La dinámica desigual entre los sectores más populares y de alto poder adquisitivo parece repetirse en la ciudad de Mar del Plata, otro de los principales puntos turísticos. Según fuentes del Ente Municipal de Turismo y Cultura (EMTURYC), las reservas generales se encuentran en torno del 65% pero en el sector de hotelería de alta gama alcanzan el 80%. En contraposición, la hotelería que apunta a un sector de menor poder de consumo se encuentra con reservas por debajo del promedio general. El año pasado, el nivel general de reservas, con menos días, alcanzó el 80%.

Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata (AEHG) expresaron su preocupación respecto del futuro del sector y anticiparon “un panorama sombrío para los meses futuros” a causa de los importantes aumentos en impuestos, tasas, tarifas y alimentos. En un documento, la entidad expresó que “a un contexto por demás dificultoso se sumó una temporada de verano muy por debajo de las expectativas, agravándose en el último tiempo por los fuertes aumentos y la retracción del consumo”.

Amalia maneja 8 departamentos de Airbnb en Mar del Plata y, consultada sobre como vienen las reservas para este fin de semana, comentó: “Nada que ver con el finde largo anterior (Carnaval), cuando se llenaron todos los departamentos. Ahora tengo ocupados tres departamentos de los ocho disponibles. Sí se mueve pero no tanto. Los que se ocuparon son los de precios intermedios”.

La provincia de Mendoza, por los vinos y sus paisajes naturales, es otro de los destinos más elegidos por los turistas. Desde el EMTUR (Ente Mendoza Turismo), informaron que “hasta el momento la proyección es muy buena ya que va entre el 75% y 80% con una estadía de cuatro días en promedio”. También aseguran que algunos sectores de la provincia esperan una ocupación plena como el sur y la montaña, y una muy buena performance para el Gran Mendoza. Si bien, son datos positivos, encienden una pequeña luz de alarma ya que, en la comparativa con el año pasado, estos números expresan una caída de entre el 10% y el 15%.

En términos generales, durante el año pasado se movilizaron 2,7 millones de turistas durante Semana Santa —un 4% más que durante 2022—. Será cuestión de esperar los números finales pero la expectativa respecto de este año se encuentra por debajo.

En el pasado parecen haber quedado los récords de reservas turísticas en los fines de semana largo y, si bien, el sector no parece estar atravesando una crisis presente sí hay una tendencia negativa que preocupa. La caída en el poder adquisitivo de la población genera menos consumo, lo cual se traduce en menos rentabilidad para los negocios, y menos generación de empleo lo cual empuja, nuevamente, al consumo, generando así, un circulo vicioso del cual se requiere un plan económico con la reactivación económica como eje principal.