El síndrome del “pato rengo”

Hace solo unos días el presidente Alberto” Fernández, “renunció” a la posibilidad de pelear por su reelección, luego de semanas de aprietes por parte del ala mas dura del kirchnerismo, sumado en esos días a operaciones internas de su propio gabinete y ya en lo máximo tolerable para el, desde EEUU le llegó el mensaje de debía dar un paso atrás, despejar la incertidumbre política en beneficio del apoyo de EEUU y aportes financieros adelantados por parte del FMI.

Esta renuncia “a la nada” porque nunca tuvo capacidad ni pode político de pelear en serio su reelección, no trajo ningún beneficio y si aceleró la crisis del gobierno y por ende de todo el espacio FdT.  Su aceptación de que su gobierno terminó,  lo convirtió en el modismo yanky en un “pato cojo”; un presidente sin poder, que solo espera el fin de su mandato.

Esa perdida acelerada de poder mostró su costo en la enesima corrida del dolar blue que llegó a tocar los 500 pesos. Las movidas políticas ante el circulo rojo y EEUU, lograron poner un limite a la subida, quedando por debajo del punto critico de los 500.

Por ese lado estamos en una situación muy peligrosa, porque como dice un operador experimentado de la city, “el dolar no baja, solo se prepara para el próximo salto.”

La visita de AF a Lula en Brasil tuvo escasos resultados a corto plazo y fue desgastante para su figura. Una visita sin agenda, sin objetivos claros, con resultados magros y un trato por parte de Lula, tal vez no querido, pero despectivo, muestra claramente su debilidad.

Por el otro puede verse  como correlato inmediato el aumento de poder de Sergio Massa, llegando a ser la figura de máximo poder dentro del gobierno, opacando hoy la figura presidencial.

La institucionalidad argentina es fuertemente presidencialista, dependiendo siempre de la fortaleza o debilidad de la figura presidencial.

Asi el sistema  presidencialista ha sido vaciado de contenido en el gobierno actual, donde el poder nominal (AF) y el real (CFK) se han anulado mutuamente.

Caminamos sobre un borde muy peligroso ante el proceso eleccionario y post eleccionario, en medio de una situación económica, donde el acuerdo con el FMI actúa como anclaje a cualquier política económica propia y donde las variables, precio, salarios y cotización del dolar, están en total descontrol.

Tambien el poder legislativo esta paralizado por razones movidas por la oposición de bloqueo a toda iniciativa por parte del oficialismo. Y para mostrar la profundidad de la crisis de institucionalidad, el tercer poder, la justicia, se encuentra bajo un descrédito ante la sociedad, mas de un 80 % de rechazo , pero tambien acosado por un juicio político, que esta haciendo estallar todas las internas.

Esta claro que la crisis del gobierno tiene su espejo en la crisis del FdT, donde la falta de candidatos que sinteticen al conjunto es manifiesta. Las discordancias políticas entre las distintas tribus , algo que ocurrió  desde el comienzo de la gestion, fue una traba al  funcionamiento de la gestion diaria.  Hoy por hoy predomina un espiritu de sálvese quien pueda. Asi amplios sectores, emulando la tragica estrategia del 2015, ya dan por perdida la eleccion y pretenden asegurar la Provincia de Buenos Aires   y alguna intendencias y ceder el gobierno nacional. Esta estrategia de derrota marcó el fracaso del 2015, se perdió la nación , la provincia y muchos municipios. Esta vez la derrota puede  ser peor.

En estos días se da por cierto la aceptación de la candidatura de CFK a la presidencia, si bien no hay anuncios oficiales. Cristina Fernández es la única dirigente que puede alinear tras de si a todos los grupos del FdT, elevar el debate interno y por ende el debate general,  caracterizado por la chatura y la mediocridad. Su proyección electoral, si bien no parece fácil, esta por verse.

 

Tambien, como era de esperar, la principal fuerza opositora continua en una crisis permanente, con proliferación de candidatos en todos los distritos, muchos sin votos ni representatividad.  Tambien la crisis de ese espacio, tras la renuncia de su verdadero líder, Mauricio Macri, entró en un todos contra todos, en una coalición donde no existen las reglas, el todo vale y el carpetazo y la denuncia siempre están a la orden del día.

El surgimiento de Milei, figura controvertida y ajena al sistema, muestra por si faltaba algo, la fragmentación de todo el sistema institucional Argentino.

Un candidato que vulnera todas las recomendaciones del marketing político y sin embargo consiguió hasta ahora posicionarse en el centro de la escena, peleando un lugar en el balotage.  Habrá que ver, como lleva adelante una campaña, y un proceso electoral, sin programa, sin estructura y sin logística. Argentina es un pais demasiado grande para aventuras electorales sin gente, sin una estructura nacional para controlar los comicios.

La diferencia abismal que se muestra hoy entre la sociedad civil y la sociedad política es muy grande. Mientras esta está en profunda crisis, jugando al borde de un precipicio, la sociedad civil sigue funcionando y haciendo  que el pais siga con cierta normalidad su cotidianeidad.  A pesar de los errores de su clase política, la falta de visión histórica de sus clases dirigentes empresarias, a su falta de patriotismo, al mensaje agorero y derrotista  de los medios, el pais cotidiano funciona, el estado, el trabajo, la escuelas, todo funciona con cierta normalidad, esperando las elecciones y el recambio de autoridades.

La crisis de gobernanza

 

Es indudable que estamos ante un cambio de ciclo, ante una crisis del sistema de gobernanza que nos rige desde los noventa a la fecha. Podriamos poner como fecha 1994 con la sanción de la nueva constitución. Pero esa fecha como otra no dejan de ser arbitrarias.

Por gobernanza  entendemos el conjunto de procesos, normas, políticas y acciones que influyen en la forma en que se toman decisiones y se ejerce el poder en una sociedad. En términos generales, la gobernanza se relaciona con la capacidad de los actores sociales para coordinar y resolver conflictos de manera efectiva, así como para tomar decisiones que beneficien al conjunto de la sociedad.

Esto incluye la forma en que se toman las decisiones políticas, cómo se llevan a cabo las reformas y las políticas públicas, y cómo se gestionan los recursos públicos. Cómo se asegura la transparencia, la responsabilidad y la eficacia en la gestión de los asuntos públicos.

En forma mas practica, la gobernanza es el sistema por el cual se ejerce el poder y se toman decisiones en una sociedad o en una organización.

Todo este sistema esta colapsado, las instituciones básicas de cualquier república hoy están paralizadas. Como deciamos mas arriba un poder legislativo que no funciona, un justicia, carcomida por la corrupcion y cooptada al servicio de los grupos políticos y económicos mas perversos. A ese triste escenario podemos sumar al Banco central y a todo el sistema financiero, cueva de evasión, especulación y fuga de divisas,o el lamentable papel de los medios concentrados, que escudados en una supuesta libertad de prensa, solo funcionan para tapar y ocultar toda esta basura bajo las alfombras, cuando no son cómplices directos de la corrupcion.

Como transitemos este proceso de transición hacia otro modelo de pais, con instituciones mas fuertes, partidos políticos mas organizados y profesionales, una democracia mas abierta y participativa, un modelo económico que privilegie la educación, la producción y el trabajo y no la especulación y la usura dependerá mucho de la madures de nuestro pueblo y la lucidez de alguna parte de su clase dirigente.

Los problemas argentinos no se resolverán en las elecciones de octubre, cualquiera sea el resultado. La  opcion de no enfrentar esta situación, querer administrar la crisis, tal como hizo AF, solo llevara a una profundización de la misma y a un estallido social muy violento de resultados imprevisibles.

Son problemas estructurales que requeriran el dialogo, el trabajo y el compromiso de la mayoría de los argentinos.

Hay que construir un modelo de pais que incluya a las mayorías y cuente con amplio consenso en su aplicación.

 

Antonio Muñiz