Raúl Hutin: “Sin el mercado interno las PyMEs no existen directamente”

El empresario textil Raúl Hutin analizó la situación actual de la industria argentina y el sector PyME en particular.Las problemáticas a resolver, el estímulo al consumo interno, un aporte acerca del panorama electoral y el modelo productivo que necesita el país.

 


“Los trabajadores de las PyMEs, que representan el 95% de las empresas nacionales, terminan comprando alimentos a los grupos concentrados que le llevan todo el sueldo y no les dejan nada para la adquisición de productos manufacturados que son los que fabricamos las pequeñas y medianas empresas”, enfatizó.

El integrante de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) declaró que “la industria argentina atraviesa un momento heterogéneo”.  “Lamentablemente hoy no hay ninguna cadena de valor industrial en Argentina que no dependa de una materia prima importada. A partir de ahí dependemos del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que es un tema que no se está solucionando, por lo que la materia prima no sale y esto hace que tengamos líneas de producción paradas, con la venta realizada inclusive”, declaró Hutín.

Entre las problemáticas que atraviesa el sector industrial, además de la imposibilidad de importar insumos necesarios ante la falta de divisas, el dirigente PyME destacó: “No podemos contar con el capital de trabajo necesario y suficiente porque indiscutiblemente la inflación obliga a cada mes que pasa a invertir más y más en la reposición de las materias primas. Esto implica que se necesita cada vez más capital ya que el plazo en la calle se está prolongando porque cada vez hay menos plata”.

“La industria textil, como la mayoría de las industrias, dependemos del mercado interno. Indiscutiblemente es necesario que la población gane lo suficiente y no me refiero a ahorrar, sino a poder adquirir los bienes necesarios. Eso hoy por hoy lamentablemente no está sucediendo y es una materia que este gobierno nos deja pendiente”, expresó el miembro fundador de la Mesa Nacional de Unidad PyME (MNUP), a lo que añadió: “Hoy la línea para que una familia tipo no sea pobre está estipulada en $222.600, sin embargo un obrero textil trabajando 180 horas mensuales está ganando $134.000. El salto es muy grande”.

Con respecto a la definición de un modelo de producción para la Argentina, Hutin afirmó: “Necesitamos un proyecto industrial acorde y para eso se necesitan políticas de Estado. La única solución es tener una industria fuerte, es un modelo de país inclusivo y que permita que cada uno y todos los argentinos tengan un trabajo digno”. Además, el empresario expresó acerca de la fórmula electoral presentada por Unión por la Patria: “Saludo con satisfacción y con esperanza la fórmula Massa-Rossi. Hoy más que nunca la oposición nos muestra a través de la realidad en Jujuy cuáles son sus argumentos y su modus operandi que es peligroso y que afecta directamente los intereses de los más débiles”.

MOTOR ECONÓMICO: ¿Cómo definiría el panorama actual que atraviesa la industria argentina?

Raúl Hutín: La industria argentina, en general, atraviesa un momento heterogéneo. A través de las estadísticas podemos ver que el primer trimestre de este año marca un crecimiento y dependiendo de las fuentes ese crecimiento puede ser de 1,7%; 1,3% y 2,5%. La realidad es que entre algunos que comen dos pollos y otros que no comen ninguno, todos comemos un polloEn términos concretos hay muchos argentinos, en este caso empresarios PyME, que están con problemas serios.Los sectores que marcaron realmente punta, una gran diferencia, y cambian los promedios son el sector automotriz, petrolero, la industria del plástico, la electrónica, y los sectores concentrados de la economía que, por supuesto, lo que hacen es quedarse con la parte del león. Son los productores de insumos difundidos.

ME: ¿Y en el caso de la industria alimenticia?


RH: En la industria alimenticia se sostiene que los pequeños y medianos empresarios directamente no tenemos mayor incidencia pese a la Ley de Góndolas, la que posee un título grandilocuente pero que en la práctica no sucede nada. Por este motivo la concentración sigue en cuatro o cinco empresas que manejan el mercado a su gusto y que, a la hora de las ganancias, pasan el rastrillo y se quedan con todo.

Los trabajadores de las PyMEs, que representamos el 95% de las empresas nacionales, terminan comprando alimentos a los grupos concentrados que le llevan todo el sueldo y no les dejan nada para la adquisición de productos manufacturados que son los que fabricamos las pequeñas y medianas empresas. Por lo tanto, hay una transferencia brutal desde el sector de pequeñas y medianas empresas y los trabajadores hacia los grupos concentrados de la economía.

ME: ¿Cuáles son las principales problemáticas que enfrenta la industria PyME?

RH: En este momento la industria PyMEatraviesa varios problemas. Por un lado, el problema del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) ya que cada una de las cadenas de valor en este momento depende específicamente de alguna materia prima importada. Lamentablemente hoy no hay ninguna cadena de valor industrial en Argentina que no dependa de una materia prima importada.A partir de ahí dependemos del SIRA que es un tema que no se está solucionando, por lo que la materia prima no sale y esto hace que tengamos líneas de producción paradas, con la venta realizada inclusive. No podemos cumplir con los pedidos porque no tenemos la materia prima y esta es una dificultad que se está extendiendo.
Por otro lado, no podemos contar con el capital de trabajo necesario y suficiente porque indiscutiblemente la inflación obliga a cada mes que pasa a invertir más y más en la reposición de las materias primas. Esto implica que se necesita cada vez más capital ya que el plazo en la calle se está prolongando porque cada vez hay menos plata. Esto tienen que ver con lo mismo: el salario real se deteriora mes a mes y esto hace que casa vez las ventas sean menores y los plazos de minorista se van extendiendo, sumado a que las PyMEs necesitamos más capital de trabajo que actualmente está entre caro e infinito.

ME: ¿Cómo ve la utilización del yuan como moneda para la adquisición de importaciones ante la falta de dólares?

RH: Indiscutiblemente son paliativos, pero acá el agujero es muy grande, el que dejó los 20.000 millones de pérdida de la cosecha, más los 5.000 millones de dólares que significó el aumento del  combustible y el transporte, más el aumento de los intereses de la deuda externa que, en definitiva, son dólares que se siguen yendo, más importaciones desconsideradas para la situación actual ya que todavía se siguen trayendo elementos suntuarios.

ME: ¿Podría aportar un ejemplo?

RH: La ropa confeccionada que se está importando subió del 55% el año pasado al 72% este año. Ropa en Argentina se fabrica, tenemos gente para fabricar, tenemos la tela y todo lo necesario. No entendemos por qué se autoriza ese tipo de productos cuando lo que nosotros necesitamos es la importación de materia prima básica.

ME: ¿Y qué sucede con la industria textil en general?


RH: En la industria textil se repite esta heterogeneidad de la que hablamos. Depende de si tu producto hoy está requerido y no está afectado por materias primas importadas, en tal caso te va bien. En caso contrario, estás complicado.
La industria textil viene deteriorándose, viene en caída lenta desde noviembre de 2022 al punto que hoy se está trabajando al 60% de la capacidad instalada.

ME: ¿Cuál es la causa principal de este descenso?


RH: El mercado interno no está tirando. La industria textil, como la mayoría de las industrias, dependemos del mercado interno. No es cierto que podemos salir a exportar los empresarios PyMEs porque indiscutiblemente nuestra industria al no tener escala, al partir de precios de materia prima internacional, indiscutiblemente no tenemos ninguna capacidad luego de salir a competirle a los grandes países del mundo, los que hoy son todos exportadores y ninguno importador. Todos quieren vender y nadie quiere comprar, en definitiva.

ME: ¿Considera que han sido suficientes las políticas de financiamiento del gobierno actual?

RH: Considero no sólo que han sido insuficientes, sino que han estado mal direccionadas intencionalmente. Las PyMEs hoy no estamos pensando en el reequipamiento industrial. Entonces el Banco Argentino de Desarrollo (BICE) saca una línea o el Banco Nación para reequipamiento industrial para nuevos proyectos y nosotros lo que estamos pensando es cómo llegamos a fin de año.

ME: Concretamente si no se estimula el consumo no tiene sentido sumar líneas de producción.

RH: Absolutamente, si no hay quién compre. Primero hay que poner el caballo delante del carro. Si el caballo no tira es inútil seguir metiendo más productos.
Este no es un problema exclusivo de Argentina, hoy el mundo está sobresaturado de productos. Nosotros hemos hablado con textiles de Bangladesh, de Corea, de Vietnam y nos dicen hoy que ellos están trabajando al 50%. Entonces si nosotros estamos trabajando al 60% deberíamos llamarnos dichosos todavía, aunque el mercado argentino es distinto. Este es un mercado que hoy por la falta de dólares está prácticamente cerrado.

 


Sin el mercado interno no existen PyMEs directamente, terminamos siendo Australia o Chile que compra todo en el exterior y vive de la extracción de sus materias primas básicas, pero ese es un mercado y un modelo para pocos.


ME: ¿Cuánto hay en juego en la elección de este año cuando se piensa en qué tipo de modelo productivo necesita nuestro país?

RH: Nosotros, los empresarios, pensamos claramente que la única solución es tener una industria fuerte, es un modelo de país inclusivo y que permite que cada uno y todos los argentinos tengan un trabajo digno. Si pensamos en un modelo solamente extractivo, tanto en lo agropecuario como en los minerales e hidrocarburos, sabemos que es un modelo para, exagerando, 20 millones de habitantes cuando somos 46 millones. No se puede dejar a 26 millones de personas afuera.
Necesitamos un proyecto industrial acorde y para eso se necesitan políticas de Estado. El modelo industrial no se hace a partir del voluntarismo de decir «muchachos exporten», para exportar hay que tener una política que apunte a eso. Se exporta a partir de tener remanentes de producción y para eso lo primero necesario es tener cantidad, la cantidad la produce el mercado interno que para funcionar necesita poder adquisitivo.Cuando cada día cae el salario real de los trabajadores, las clases medias y medias bajas, la situación se complejiza.

ME: ¿Cuáles son las principales preocupaciones del sector empresario?

RH: Indiscutiblemente es necesario que la población gane lo suficiente y no me refiero a ahorrar, sino a poder adquirir los bienes necesarios. Eso hoy por hoy lamentablemente no está sucediendo y es una materia que este gobierno nos deja pendiente.La distribución del ingreso indiscutiblemente no fue equitativa, hubo sectores que la juntaron con pala, mientras otros la pasaron muy mal.
Yendo a la industria textil de la que hablamos, hoy la línea para que una familia tipo no sea pobre está estipulada en $222.600, sin embargo un obrero textil trabajando 180 horas mensuales y, descontándole las cargas que le corresponden al obrero, sin contar los premios extra que puede pagar cualquier empresa por su cuenta, está ganando $134.000. De $134.000 a 222.000 el salto es muy grande. A mí como empresario y dirigente del sector me da vergüenza que hoy el salto sea cada vez mayor. Nosotros peleamos fuerte para que se otorgue una suma fija y esto se equipare.

ME: ¿Cuál es su opinión acerca de la presentación de la fórmula Massa-Rossi por parte de Unión por la Patria?

RH: Saludo con satisfacción y con esperanza la fórmula Massa-Rossi porque un empresario diría «no se cambia de caballo en la mitad del río». Hoy el problema mayor que tiene la Argentina, que es la madre de todas las batallas, es arreglar el tema de su deuda externa. Quien más experiencia tienen y más trabajó bien en eso es Massa.
Si bien todos sabemos que con Massa no vamos a hacer la revolución, ni con toda la fórmula vamos a lograrlo, bienvenidos sean aquellos que nos vienen acercando al fino camino de lo posible.
Hoy más que nunca la oposición nos muestra a través de la realidad en Jujuy cuáles son sus argumentos y su modus operandi que es peligroso y que afecta directamente los intereses de los más débiles. Quiero expresar un fuerte rechazo a la represión en Jujuy. Están llevando a la provincia a un negocio de pocos como es el litio. Con ese objetivo están planteando una reforma constitucional que les permite desalojar a los pueblos originarios. Espero que a nivel nacional se tomen las medidas acordes para que se revierta.

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