Es que los precios de los alimentos entraron a un circuito de cotización que cambia cuadra a cuadra, y día a día. El problema, es que ante tal descontrol no hay referencia o, dicho en otras palabras, se fijan valores sin ningún tipo de lógica, por lo que, en la práctica, cada comercio marca y remarca como le parece.
El hecho es que, tras la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía, se aceleraron los aumentos de precios en lo que va de este mes, al que todavía le quedan algunos días para terminar. De acuerdo con las proyecciones de distintos analistas, la inflación en julio se ubicaría entre un 7 y un 8 %, con la posibilidad de terminar más cerca de este último número, aunque con comportamientos dispares entre los distintos rubros.
En el caso de la consultora LCG, su director ejecutivo, Guido Lorenzo, dijo que esperan que el séptimo mes del año cierre con una inflación general en torno al 8 %. De acuerdo con el relevamiento que realizan regularmente sobre los precios de los alimentos, durante la tercera semana de julio las subas volvieron a ubicarse por encima del 2 % (2,11 %) y acumularon un aumento del 6,2 % en tres semanas, lo que, mensualizado, da un 8,6 %.
“Es para destacar que por tercera semana consecutiva el porcentaje de productos con aumentos se mantuvo por encima del 30 %. Esto refleja una marcada aceleración de la inercia con un acortamiento de los tiempos de remarcación, lo que equivale a suponer que todos los precios relevados se corrigen al alza cada tres semanas”, dice el informe de la consultora.
La inflación se aceleró levemente en junio hasta el 5,3 % respecto de mayo, y en los últimos 12 meses acumuló un incremento del 64 %, el más alto en tres décadas, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, en el primer semestre la inflación acumulada llegó al 36,2 %
Por su parte, María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, dijo que las primeras dos semanas de julio contra igual período del mes anterior les da una variación en torno al 7 %, pero creen que se puede acelerar a entre un 7 y un 8 % con comportamientos dispares según el rubro.
“Lo que picó en punta la primera semana de julio fueron los productos electrónicos y artefactos para el hogar, por las restricciones a las importaciones y la disparada de los dólares financieros y el blue. También subieron lácteos y panificados, y en la segunda semana, bebidas alcohólicas, artículos de tocador y de limpieza”, describió Castiglioni, y explicó que esto se suma a los aumentos ya previstos en colegios, prepagas, el agua y el rubro turismo, por las vacaciones de invierno.
Y en lo que coinciden los consultores es que, con los precios de los rubros regulados subiendo, la inflación anual tiene un piso del 90 %. Y reconocen que es difícil pensar a un plazo de seis meses, pero anticipan que para llegar a menos del 100 %, los meses próximos tienen que estar más cerca del 5 % que del 6 %.
