Entrevistamos a Felisa Miceli, Lic en Economía, fue presidenta del Banco Nación (2003) y ministra de Economía y Producción de Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner en el período 2005-2007. Fue alumna y colaboradora de Roberto Lavagna. Durante su gestión a cargo del Ministerio de Economía tuvo un rol directo en el pago total al FMI en 2006 e inició las gestiones para la renegociación de la deuda externa. Durante su mandato el PBI creció un 8,5%, con importante ingresos de reserva de divisas y bajas significativas en pobreza y desempleo.
DPyE – ¿Cómo fueron tus comienzos en la política y en la economía?
FM- Empecé a militar en 1970 cuando vine a estudiar a la Universidad desde mi pueblo en la provincia de Buenos Aires, en una organización de izquierda, el PRT-ERP. Ya en Dictadura seguí siempre colaborando con los movimientos de derechos humanos, especialmente los de apoyo a los presos políticos y en los noventa en organizaciones sociales en el territorio. En democracia, ya recibida de Lic en Economía, fui la primera Directora mujer del Banco Provincia de Buenos Aires bajo la presidencia de Aldo Ferrer, mi gran maestro.
DPyE – ¿Cómo fue tu paso por distintos cargos durante el gobierno de NK? en una etapa compleja, muy interesante, donde se jugaba muy fuerte y con líderes importantes como Lula O Chávez? ¿Qué te queda de esa etapa? en lo personal pero también en lo político?
FM- Llegué al gobierno de Néstor Kirchner de la mano del ex Ministro Lavagna. Ya venía trabajando con él, como su representante en el Directorio del BCRA, durante el gobierno de Duhalde. No conocía personalmente a Néstor. Lo hice una semana después de que asumiera como Presidenta del Banco Nación. Fue un encuentro en su despacho de la Casa Rosada emotivo, agradable, tranquilo, entre compañeros que no se habían conocido antes pero que teníamos historia, amigos y compañeros en común, algunos de ellos desaparecidos y que estábamos orgullosos de ocupar las funciones importantes que teníamos en esos tiempos. Encontré en él un verdadero jefe político e institucional.
De esa etapa me queda todo lo bueno: el orgullo de haber formado parte del mejor gobierno desde que se prendieron las luces de la democracia en 1983, junto con los de Cristina; el respeto por líderes que dieron todo por afirmar la unidad latinoamericana, siguiendo el legado de nuestros próceres; la alegría y convicción compartida con ellos y sus equipos mientras debatíamos y elaborábamos las medidas que después ejecutaríamos (pago al FMI con Brasil, Banco del Sur principalmente con Venezuela, coordinación para imponer posturas comunes en los organismos internacionales en materia económica y financiera, la profundización del MERCOSUR, la creación de la UNASUR, por citar algunos ejemplos); la enorme responsabilidad de transformar para bien la vida de nuestra gente, después de la devastación de la ola neoliberal; la plena satisfacción de ser parte de la camada de funcionarios que llevábamos bien arriba la bandera de los Derechos Humanos, en fin tantas cosas que es difícil expresarlas a todas.
También, y esto es más personal, más íntimo, es algo que no me podrán quitar nunca: haber sido la primera y hasta ahora única, Ministra de Economía y Producción en 200 años de historia nacional.
DPyE- El gobierno está tratando de cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario, y parece que la negociación viene compleja con muchas idas y vueltas, Más allá del apoyo que consiguió el gobierno en el G20, una parte del Fondo, que no quieren aceptar los términos del gobierno argentino. ¿Qué sabe de esto y cómo lo ve?
FM- La renegociación con el FMI es sumamente difícil de llevar adelante, máxime teniendo en cuenta que el Gobierno no se preparó adecuadamente para encararla. Me refiero específicamente a que durante los casi dos años que transcurrieron desde que asumió, no se acumularon suficientes reservas internacionales en el BCRA. De tener más reservas se podría hacer frente a las presiones devaluatorias, con sus consecuencias inflacionarias, y no se tendría que acudir al FMI prácticamente desprovistos de instrumentos alternativos.
Debemos considerar también y para atenuar las responsabilidades de esta gestión, que, como en todo el planeta, la pandemia y sus consecuencias sobre el movimiento de personas y bienes pusieron un límite a las posibilidades de normal funcionamiento de las actividades productivas, lo cual conspiró contra el crecimiento económico.
DPyE- ¿Es posible un acuerdo racional con el FMI? No estamos en una encrucijada? donde el acuerdo es malo, porque cualquier acuerdo es inviable en el mediano plazo, pero el no acuerdo, no es peor?
Es correcto el sentido de la pregunta. Estamos en una encrucijada. Si hoy no hacemos un acuerdo con el FMI sería incontenible la presión devaluatoria de los grandes grupos económicos y financieros (ello tendría consecuencias muy graves sobre los precios) y si lo hacemos tendremos que buscar la manera de que tenga el menor impacto negativo sobre la vida de nuestro pueblo.
Esa deuda deber ser pagada por quienes la usufructuaron. Es decir los grandes fugadores de capitales y de divisas ya que nunca sirvió para realizar obras en nuestro país. De esos fondos, nada quedó en la Argentina. Por eso, entiendo que, de ir a un acuerdo con el FMI, como parecería ser lo anunciado por el Presidente después de las elecciones, debe ponerse énfasis en este concepto: la deuda la deben pagar quienes se beneficiaron de ella y no el pueblo trabajador.
DPyE- ¿Cómo salimos de esta situación estructural, donde la deuda se convierte en un mecanismo de dominación e injerencia permanente de los organismos internacionales sobre nuestra economía?
FM- Hay quienes dicen que el FMI financió la campaña de Macri, lo cual es cierto. Pero lo más importante es que el FMI, al prestar 4 veces más de lo que correspondería a la Argentina de acuerdo a su Estatuto, lo que financió en realidad es la dependencia permanente de nuestro país en el largo plazo, que así queda subordinado a su injerencia, que es la injerencia de los EEUU, principalmente.
Lo que tenemos hoy es un avasallamiento permanente a nuestra soberanía teniendo que lidiar con el Fondo que pretende que se lleven adelante medidas económicas contrarias a los intereses populares, con medidas de ajuste típicas de sus recetas y favorables a los grandes intereses económicos y financieros internacionales.
No tenemos autonomía para aplicar un plan económico propio. Todo debemos consensuarlo con el FMI, lo cual impide adoptar resoluciones económicas que apuntalen el crecimiento de la producción, el desarrollo del mercado interno y la generación de empleo, que es lo que necesitamos.
DPyE- Usted está trabajando sobre la deuda contraída por el gobierno de Macri? que no puede decir al respecto? No es posible ir a la Justicia para que investigue el origen de la deuda y su posterior fuga? Hay más de 400 mil millones de dólares de argentinos en guaridas fiscales? La mayoría es dinero en negro, evasión impositiva, etc, pero todas maniobras delictivas.
FM- La deuda con el FMI ya está judicializada. El Gobierno inició una querella criminal contra los funcionarios actuantes del anterior Gobierno el pasado 12 de marzo de 2021 mediante una denuncia penal de la Oficina Anticorrupción ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5 en la causa 3561/2019 “Macri, Mauricio y otros s/ defraudación por administración fraudulenta y defraudación contra la administración pública” donde se imputa a los siguientes ex funcionarios: «Mauricio Macri en su carácter de Presidente de la Nación; Nicolás Dujovne, en su rol de Ministro de Hacienda; Luis Andrés Caputo en su doble carácter de Ministro de Finanzas y Presidente del Banco Central; y finalmente Adolfo Sturzenegger y Guido Sandleris como Presidentes del Banco Central de la República Argentina”.
Todos ellos «violaron los deberes a su cargo, incumpliendo la solicitud al Poder Legislativo Nacional de la autorización previa para contraer el empréstito con el FMI (arts. 75 inc. 4 y 7 de la CN), y eludiendo la inclusión del empréstito por el monto correspondiente en la ley de presupuesto (art. 60 de la ley 24.156), omitiendo traducir documentos fundamentales en legal forma (art. 6 de la ley Nº 20.305)”.
También la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa también ha iniciado una investigación sobre el endeudamiento del período macrista.
DPyE- ¿No es necesaria construir un NUNCA MÁS a la deuda y a la evasión y fuga?
FM- En la Argentina existen, unos 350.000 millones de dólares de argentinos en el exterior y/o fuera del sistema financiero institucionalizado de nuestro país. De ellos se encuentran declarados ante la AFIP sólo unos 80.000 millones de dólares. El resto está en negro. Para dar una idea de su magnitud, esa cifra representa casi un PBI y equivale a 8 veces las reservas internacionales del BCRA.
Sería necesario una gran movilización social en torno a este tema: la investigación de la deuda y de la fuga de capitales es imprescindible para sentar las bases del desarrollo futuro de la Argentina.
Por otra parte es también necesario establecer una nueva arquitectura jurídica con penalidades para quienes endeuden al país sin que los fondos sean utilizados para cuestiones productivas o de infraestructura y un acuerdo sólido en el G20 y demás organismos internacionales para combatir las guaridas fiscales y los movimientos de capitales especulativos.
Hoy en el mundo se están dando estos debates ya que este fenómeno de la fuga, de la evasión y del ocultamiento de activos en zonas poco colaborativas o directamente en guaridas fiscales afectan hasta a los países más desarrollados del mundo. Es una buena oportunidad para que Argentina impulse estas cuestiones.
DPyE- ¿Qué piensa de la política económica actual? ¿Cómo se debe encarar los segundos dos años del gobierno de Alberto?
FM- El Gobierno enfrenta grandes desafíos: la inflación por un lado, el endeudamiento por el otro, sumado a la escasez de divisas (la llamada restricción externa) y las necesidades sociales, por el otro.
Sería deseable desplegar políticas para poner en marcha la producción y el trabajo, combatir la concentración económica y mejorar los ingresos de la población. Sólo fortaleciendo el mercado interno y a las PYMES se logrará salir de esta encrucijada.
Si por el contrario, el Gobierno se encierra en cumplir con el ajuste que impone el FMI, solo nos queda esperar mayor pobreza en nuestra patria, cosa que ningún argentino hará con los brazos cruzados. Y además deberá enfrentar enormes costos políticos: nadie vota al peronismo para que ejecute ajustes. Más bien todo lo contrario.
DPyE- Por último, Ud, fue unos de los dirigentes y funcionarios que fue ferozmente atacada por el Lawfare? ese accionar conjunto entre la parte más corrupta del poder judicial, los medios concentrados, y la mano de obra desocupada de los servicios, para atacar y desprestigiar a los hombre y mujeres que acompañaron a Néstor Y Cristina. ¿Cómo salimos de esa trampa? Mientras un Stornelli sigue en funciones, seguimos teniendo compañeros presos o procesados injustamente.
FM- Muchos compañeros me indican que he sido la primera víctima del law fare. No lo descarto. He trabajado siempre en cualquiera de los cargos que ocupé, tanto en el Banco Central, como en el Banco Nación y el Ministerio de Economía, defendiendo los intereses del pueblo y de la patria. Todas las medidas que tomé tuvieron ese sentido.
Sabemos que el Poder Judicial está colonizado por los intereses de los grupos hegemónicos (mediáticos, económicos), que gozan de enormes privilegios, que trabajan para sus mandantes y que siempre nos han hostigado. Se ensañan con nosotros: Antes nos desaparecían, nos fusilaban, ahora es la condena mediática y judicial la que nos aplican.
Sabemos que no hay igualdad ante la Ley: a nosotros nos persiguen, a los que destruyeron el país les cierran las causas sin investigarlos. Sólo la construcción de mayor poder político podrá transformar esta realidad del poder judicial.
Mientras tanto, todo lo que nos hacen no nos hará detenernos. Somos militantes populares que, ocasionalmente, ocupamos cargos importantes. No la tenemos fácil, ni aquí ni en ningún lugar del mundo. La lucha por un país, un mundo, mejor, por la justicia, por la soberanía, continúa. Y en eso estamos hoy.