Espinoza, Kicillof y Magario reunieron a la militancia y marcaron rumbo.
En un encuentro masivo con organizaciones, entidades comunitarias y la militancia peronista, el peronismo matancero despidió 2025 con un mensaje de cohesión política y defensa social. Con críticas al ajuste nacional, los principales dirigentes del distrito y la Provincia buscaron convertir el cierre de año en una plataforma de construcción hacia 2027.
La Matanza volvió a despedir el año con una postal conocida y, a la vez, estratégicamente buscada: un acto de unidad, con territorio y organización como mensaje central. En un encuentro masivo que reunió a entidades de bien público, organizaciones, militancia y funcionarios locales, Fernando Espinoza, Axel Kicillof y Verónica Magario encabezaron una jornada de balance y reafirmación política frente a un clima social atravesado por las políticas de ajuste del Gobierno nacional.

El intendente de La Matanza y presidente de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Fernando Espinoza, definió el encuentro como una expresión de fuerza colectiva y de identidad histórica. “La Matanza vuelve a ser vanguardia, caja de resonancia y motor de la esperanza para todas las argentinas y argentinos”, sostuvo al abrir el tramo político de la jornada.
El tono del cierre combinó reconocimiento y advertencia. Espinoza puso en el centro a quienes sostienen la vida cotidiana del distrito y le dio a la militancia un rol protagónico: “Cerramos el año abrazando a la gloriosa militancia peronista de La Matanza, que son los representantes de miles de vecinas y vecinos, jubiladas y jubilados, directoras de escuelas, médicos, profesionales, empresarios, PyMES, comerciantes, el movimiento obrero, que nunca bajan los brazos y siempre están donde más se los necesita”, expresó. En esa línea, subrayó el valor simbólico y político de la presencia del gobernador: “Este encuentro es muy especial porque tenemos la presencia de nuestro querido gobernador Axel Kicillof”.
Kicillof, por su parte, retomó esa idea de pertenencia territorial para darle proyección política. “Un momento para agradecer a la militancia y un momento para ver lo que significa el peronismo de La Matanza”, dijo, y planteó un objetivo que excede el cierre de año. “El compromiso que tenemos de cara a los próximos dos años, y es mucha la dirigencia a nivel nacional que está en lo mismo, es hacer una construcción que abarque a todo el país”, afirmó, en una definición que apunta a ampliar la base política y social del peronismo en un escenario de reconfiguración nacional.
La vicegobernadora Verónica Magario —referente central del distrito— reforzó el encuadre social del encuentro y buscó convertir el balance en una agenda de protección. “Gracias, Axel, por todo lo que hacés por las y los bonaerenses y gracias, Fernando, por el esfuerzo incansable que haces permanentemente en este distrito en un tiempo tan difícil”, señaló. Luego, marcó el eje que atraviesa el discurso opositor en la Provincia: “Hoy hay que proteger a nuestros chicos, a nuestros jóvenes, hay que proteger el trabajo, hay que proteger a nuestros abuelos y, fundamentalmente, hay que proteger a esta sociedad”, sostuvo, al advertir que las políticas del Gobierno nacional “van en contra de cada uno de los habitantes de la Argentina y de esta provincia”.
En el trasfondo, el encuentro funcionó como una demostración de orden interno y de disciplina política: una forma de cerrar 2025 mostrando cohesión, presencia y capacidad de movilización. Pero también operó como mensaje hacia afuera: frente a la crisis social y la incertidumbre económica, el peronismo matancero buscó reponer una idea de futuro anclada en el territorio y en la organización.
Hacia el cierre, Espinoza volvió sobre esa clave y apuntó directamente al clima social que recorre los barrios. “Todos los días, cuando recorro las ciudades de La Matanza, escucho a la gente pidiendo por un futuro mejor y con ganas de cambiar esta historia”, dijo. Y remató con una definición electoral sin rodeos: “Hay otro camino y hay otra Argentina posible, y por eso el peronismo volverá a ser opción y futuro en 2027 para nuestros jóvenes, para las y los trabajadores y para todas las argentinas y argentinos”.
Con ese cierre, La Matanza despidió el año como suele hacerlo cuando el escenario se endurece: con un llamado a la unidad, una reafirmación de identidad y un mensaje de construcción política. En un país atravesado por ajustes y tensiones, el distrito buscó presentarse otra vez como caja de resonancia del peronismo bonaerense y como punto de apoyo para la disputa que viene.
