El Gobierno enfrenta pagos que siguen saliendo del Banco Central, metas incumplidas con el FMI y un clima financiero cada vez más tenso. Las consultoras advierten que la ventana al crédito internacional continúa cerrada. Cavallo criticó la falta de rumbo económico.
Tensión cambiaria y reservas en rojo
Luis “Toto” Caputo atraviesa un momento crítico. Las reservas netas del Banco Central no crecen y los compromisos en dólares se siguen pagando con divisas que la autoridad monetaria no tiene. El reciente desembolso de alrededor de US$1000 millones por el Bopreal 2026 volvió a reforzar la fragilidad del esquema cambiario.
Según Eco Go, las reservas netas bajo el criterio del FMI están en –US$16.346 millones, unos US$12.000 millones por debajo de la meta acordada en el programa vigente. Incluso con una medición más flexible, el rojo se mantiene en –US$3162 millones.
El Gobierno deberá pedir un waiver al FMI, pero la magnitud del desvío genera inquietud en los mercados.
A esto se suma otro golpe: el Tesoro de Estados Unidos no habilitará garantías adicionales para nuevas operaciones vinculadas al swap chino, pese a los anuncios del oficialismo. De los US$20.000 millones de swap disponibles, ya se usaron US$2800 millones, más US$2000 millones para contener la corrida electoral y US$800 millones en pagos al FMI.
Cavallo cuestiona la estrategia oficial
Domingo Cavallo volvió a irrumpir en el debate económico con críticas directas al modelo de Milei y Caputo. Desde su blog, afirmó que las definiciones del Gobierno son “confusas” y reclamó un rumbo explícito en materia monetaria y cambiaria.
Entre sus principales observaciones:
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El esquema actual potencia la inercia inflacionaria.
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Las tasas reales tan elevadas distorsionan la formación de precios.
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El atraso cambiario incentiva importaciones de consumo.
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La morosidad bancaria se acelera por el impacto del estancamiento económico.
Para Cavallo, la clave es acumular reservas de manera sostenida. Pidió anunciar “un programa explícito de compras de divisas y ejecutarlo rigurosamente”, para bajar el riesgo país y despejar expectativas de una devaluación.
Mercado internacional: optimismo agotado y puertas cerradas
Un informe reciente de Portfolio Personal Inversiones (PPI) señala que el entusiasmo inicial tras la elección se diluyó rápidamente. El riesgo país se estabilizó en torno a los 650 puntos, lejos aún del nivel que permitiría recuperar el acceso al crédito.
Sin un programa fiscal sólido, reformas legislativas y acumulación de reservas, la “ventana financiera” seguirá cerrada, señala PPI.
El comportamiento del Tesoro también muestra la dificultad del esquema actual:
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En octubre vendió US$2060 millones y compró apenas US$124 millones al BCRA.
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Para noviembre, PPI estima compras por US$286 millones en el mercado y US$1105 millones al Central.
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En diciembre podría haber un respiro por la estacionalidad de la demanda de dinero y la baja carga de vencimientos (menos de US$300 millones).
La pregunta clave: ¿puede el Gobierno comprar reservas?
La consultora 1816 puso el foco en la principal duda del mercado: con el dólar oficial cerca del techo de la banda y el contado con liquidación por encima, ¿es viable que el Tesoro acumule reservas?
Sus conclusiones:
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Desde la elección, el Tesoro compró menos de US$300 millones.
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Empresas y provincias emitieron unos US$4200 millones en el exterior, un flujo extraordinario que no se repetirá.
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El Gobierno redujo en casi US$6000 millones la exposición privada al dólar oficial, pero eso no se tradujo en reservas.
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El BCRA redujo encajes por $1,9 billones, remonetizando un 8% del circulante, sin intervención en el spot.
La Consultora 1816 estima que Argentina está a US$13.000 millones de la meta de acumulación de reservas del FMI, un número que deja al país muy lejos del objetivo, aun contemplando un waiver.
Un horizonte financiero cada vez más estrecho
Las señales del mercado, las advertencias de las consultoras y las críticas de referentes como Cavallo configuran un cuadro complejo. La promesa oficial de que “esta vez es distinto” pierde fuerza ante una dinámica que vuelve a mostrar los problemas estructurales de la economía argentina: escasez de divisas, fragilidad financiera y falta de acceso al crédito internacional.
Sin un programa sólido y creíble de acumulación de reservas, la estabilidad cambiaria se sostiene sobre decisiones coyunturales y recursos excepcionales que ya muestran límites. Con el FMI en proceso de revisión y sin financiamiento a la vista, el Gobierno enfrenta un desafío decisivo para sostener su estrategia económica en los próximos meses.
