Alarma financiera: los bancos españoles hablan de recesión y cortan el crédito en Argentina

Santander y BBVA advirtieron desde Madrid que la economía argentina entró en recesión y recortaron drásticamente su exposición crediticia. El Gobierno insiste en que la actividad repunta, pero la banca global ya opera bajo un diagnóstico opuesto: insolvencia creciente, tasas volátiles y riesgo país sin piso. El repo, la última apuesta oficial, sigue atado a garantías que Wall Street todavía no acepta.


En medio del optimismo oficial por una supuesta reactivación, las dos entidades españolas con mayor presencia en América Latina —BBVA y Santander— enviaron una señal contundente desde el diario económico Expansión. Sus reportes trimestrales, publicados en Madrid, revelaron pérdidas significativas en sus operaciones locales y un diagnóstico común: el tercer trimestre fue recesivo en Argentina, pese al relato de recuperación que sostiene el Gobierno.

“El crecimiento se deterioró en el tercer trimestre”, alertó BBVA. El Santander fue incluso más directo: “La situación es más complicada de lo que pensábamos”. Ambos bancos confirmaron la paralización casi total del crédito, un golpe directo a una economía que el ministro Luis Caputo busca impulsar justamente a través del financiamiento.

Crédito cerrado: solo exportadores y energéticas sobreviven a la poda

La advertencia no se quedó en palabras. Santander y BBVA reconocieron explícitamente que recortaron su producción de préstamos ante el deterioro macroeconómico y el aumento récord de la morosidad.

Santander fue taxativo:

“Básicamente, los únicos préstamos que concedemos en Argentina son a empresas exportadoras en dólares y a energéticas”.

BBVA, por su parte, informó que la volatilidad de tasas, la caída del consumo y la falta de previsibilidad empujaron al sistema financiero a un modo de máxima cautela, priorizando sectores con ingresos en divisas y flujos asegurados.

El cuadro se repite en los balances locales: la morosidad supera los niveles de 2002, el crédito en pesos cae en términos reales por decimotercer mes consecutivo y los bancos buscan preservar liquidez ante un escenario que ven más riesgoso que el declarado por el Gobierno.

El choque con el relato oficial: sin crédito, no hay reactivación

El Gobierno sostiene que la economía “toca fondo” y anticipa un rebote ligado a mayor crédito, baja de tasas y alivio cambiario. Sin embargo, cada recorte de tasas del Banco Central desata una dinámica adversa: menor retorno en pesos, salida hacia dólares y mayor presión sobre el tipo de cambio.

El equipo económico espera que la cosecha de trigo aporte unos USD 1.500 millones en las próximas semanas. Aunque es un ingreso relevante, en los mercados lo ven como “insuficiente para revertir un cuadro de estrés financiero estructural”, según fuentes consultadas por Expansión y analistas locales.

Un economista de una entidad internacional lo sintetizó ante Reuters: “El Gobierno subestima la restricción de crédito global y el deterioro patrimonial interno”.

Insolvencia: el problema que la banca no pasa por alto

El diagnóstico de los bancos españoles incluye un punto que preocupa especialmente a las mesas de riesgo internacionales: la solvencia del país.

Enero plantea vencimientos por unos USD 4.500 millones entre deuda pública, intereses y organismos. Las reservas netas continúan en terreno negativo, estimadas en torno a USD 16.000 millones abajo, según el propio FMI y consultoras privadas.

Para la banca global, la conclusión es clara:

sin financiamiento externo, la Argentina enfrenta un cuello de botella que no se resuelve con tasas más bajas ni con mejoras puntuales de balanza comercial.

El repo, la última jugada: entre la necesidad y la desconfianza

La estrategia oficial para cubrir los pagos inmediatos es conseguir un repo con bancos internacionales. JP Morgan coordina la arquitectura financiera y Morgan Stanley aparece entre los pocos jugadores aún dispuestos a negociar, aunque sin compromisos firmes.

El esfuerzo se concentra en encontrar garantías aceptables para los bancos. El Gobierno ofrece los BoPreales (bonos atados a exportaciones), pero los equipos legales de Nueva York trabajan intensamente para evaluar su valuación, su estructura jurídica y su poder real como colateral.

Un abogado de un bufete neoyorquino con experiencia en deuda soberana lo explica así:

“No es solo la valuación del bono. Es cómo asegurarlo jurídicamente, cómo ejecutarlo y cómo blindarlo ante futuros litigios”.

Sin colateral sólido, ningún banco firmará. Y sin repo, el Tesoro enfrenta un horizonte inmediato extremadamente estrecho.

Un mensaje que trasciende a los bancos españoles

Las advertencias de Santander y BBVA se suman a señales similares de otras entidades globales. Citi y Bank of America han reducido exposición en mercados emergentes con alta volatilidad, y fondos como Pimco y BlackRock ajustan riesgos ante la falta de un plan macro creíble.

La lectura es coincidente:

  • Actividad en retroceso.

  • Crédito paralizado.

  • Riesgo país en niveles incompatibles con financiamiento voluntario.

  • Reservas insuficientes para enfrentar vencimientos.

En ese contexto, el optimismo oficial contrasta con la prudencia extrema del sistema financiero global.

Conclusión

La banca española dejó al descubierto lo que el Gobierno intenta disimular: la economía argentina no está en un sendero de recuperación, sino de fragilidad creciente. El crédito externo se estrecha, los bancos locales retraen préstamos y los vencimientos se acumulan sin respaldo.

Mientras el Gobierno apuesta al repo como salvavidas, los mercados exigen garantías que la Argentina aún no puede ofrecer. La recesión que niega el oficialismo ya es un dato para quienes deciden dónde invertir y a quién prestarle. Y esa distancia entre relato y realidad es, hoy, uno de los mayores riesgos que enfrenta la economía.