Industria en retroceso: octubre profundizó la recesión fabril y crece la alarma en sectores clave

La actividad manufacturera cayó 5,3% interanual y 0,6% mensual en octubre, según FIEL. El año deja de mostrar crecimiento y se encamina a cerrar en negativo. Automotrices, autopartistas, plásticos y químicos lideran las caídas, mientras se multiplican los despidos y cierran plantas en distintos puntos del país.


Un octubre con números que preocupan

La industria argentina volvió a mostrar un retroceso significativo. De acuerdo con el índice adelantado de la Fundación FIEL, la actividad manufacturera cayó 5,3% interanual en octubre y 0,6% respecto de septiembre. Con estos datos, el acumulado enero-octubre quedó en cero, un indicador claro de que el sector perdió el crecimiento que había sostenido en la primera parte del año.

El deterioro golpea especialmente a ramas de alta sensibilidad económica: automotrices, autopartistas, plásticos y químicos. La contracción afecta a la producción, las exportaciones, la cadena de proveedores y el empleo formal, que ya muestra señales de debilitamiento.

Automotrices en baja y reclamos al Gobierno

Las terminales automotrices registraron en octubre su cuarto mes consecutivo de caída. Si bien la producción de utilitarios mantiene un buen desempeño, las ventas a concesionarios se desaceleraron y las exportaciones retrocedieron nuevamente. Se trata del cuarto mes seguido en baja, presionadas por la menor demanda de Brasil y la pérdida de competitividad cambiaria.

En este contexto, directivos del sector se reunieron con el ministro de Economía, Luis Caputo. El titular de ADEFA, Rodrigo Pérez Graziano, reconoció “medidas del gobierno que aportan certidumbre”, aunque las empresas señalaron que la actividad no crecerá este año y se mantendrá “similar a la de 2024”. Además, reclamaron políticas que mejoren la competitividad exportadora y fomenten inversiones.

Uno de los puntos centrales fue la Resolución 1834, que dolariza los créditos fiscales de las empresas y funciona como una cobertura ante futuras devaluaciones. La medida fue valorada por las terminales como un factor de previsibilidad.

Autopartistas y metalmecánica: la caída arrastra a toda la cadena

La contracción de las terminales impacta con fuerza en la producción autopartista, que pierde terreno frente a productos importados con menores costos relativos. La metalmecánica, en tanto, acumuló su tercer mes consecutivo de caída interanual.

El deterioro quedó reflejado en dos cierres recientes que encendieron alarmas:

  • Dana, empresa estadounidense radicada en San Luis, cerró su planta y despidió a 50 trabajadores directos. Otros 40 empleos indirectos también estarían afectados.

  • SKF, multinacional sueca, cerró su fábrica en Tortuguitas y desvinculó a 150 trabajadores.

Según datos del SIPA, entre julio y agosto la industria perdió 3.141 puestos de trabajo, un registro que anticipa una tendencia negativa más extendida.

Plásticos y químicos: menor producción y un mercado interno debilitado

El estudio de FIEL señala que el retroceso en plásticos y químicos se explica por la baja producción de detergentes, jabones, neumáticos y agroquímicos. Son segmentos muy vinculados al consumo masivo y a la actividad rural, ambos afectados por la caída del poder adquisitivo y por la volatilidad macroeconómica.

A esto se suma la dependencia de insumos importados, que encarecen los costos y reducen márgenes frente a la competencia extranjera.

Minerales no metálicos y alimentos: los pocos sectores que crecieron

Algunos rubros lograron esquivar la caída generalizada. Los minerales no metálicos —ligados a la construcción— crecieron 7% interanual en enero-octubre. El dato más relevante fue el fuerte aumento en el cemento a granel, impulsado por obras privadas de gran escala.

El cemento en bolsa, vinculado a la autoconstrucción y a pequeños emprendimientos, retrocedió levemente.

El sector de alimentos y bebidas también mostró dinamismo y creció 3,4% en el acumulado anual. Se trata de un rubro que suele resistir mejor en contextos recesivos, aunque registra aumentos de precios superiores al promedio general.

Un cierre de año marcado por la recesión fabril

A pocas semanas del final del año, la industria argentina enfrenta un escenario de contracción amplia, con sectores estratégicos en retroceso, pérdida de empleo y un clima inversor debilitado. El complejo automotriz aún muestra un crecimiento acumulado del 2,7% respecto de 2024, pero ese promedio esconde una fuerte caída desde julio.

Cámaras empresarias y sindicatos coinciden en que, sin medidas que estabilicen precios, estimulen el mercado interno, fortalezcan la producción local y alivien los costos logísticos, el descenso podría profundizarse en el verano y afectar a la cadena industrial de forma más estructural.

El deterioro de octubre confirma que el motor manufacturero del país atraviesa un momento crítico y que la economía real enfrenta un cierre de 2025 más difícil de lo previsto.