La Real Academia Sueca de Ciencias otorgó este lunes el Premio Nobel de Economía a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, cuyas investigaciones explican cómo la innovación tecnológica y la «destrucción creativa» impulsan el crecimiento económico sostenido. Sus trabajos responden a una pregunta central: ¿por qué algunas sociedades logran prosperar mientras otras permanecen estancadas?.
El galardón, dotado con 11 millones de coronas suecas (aproximadamente 1 millón doscientos mil dólares), se dividirá en dos mitades. Una será para Joel Mokyr, de la Universidad Northwestern, y la otra se repartirá entre Philippe Aghion, del Collège de France, y Peter Howitt, de la Universidad Brown .
Del estancamiento al crecimiento sostenido
Joel Mokyr, historiador económico, utilizó fuentes históricas para demostrar que, antes del siglo XIX, las economías como las de Inglaterra y Suecia permanecieron estancadas durante siglos a pesar de inventos aislados. La clave del despegue, según su investigación, no fue solo el conocimiento práctico («prescriptivo») de cómo hacer las cosas, sino la comprensión científica («proposicional») de por qué funcionan .
Este cambio de mentalidad, crucial durante la Ilustración y la Revolución Industrial, permitió que las invenciones se sucedieran unas a otras de manera acumulativa. Mokyr también subrayó la importancia de un entorno social abierto al cambio y a las nuevas ideas como caldo de cultivo para este progreso .
La «destrucción creativa»: un modelo para el crecimiento
De forma paralela, Philippe Aghion y Peter Howitt desarrollaron en la década de 1990 un modelo matemático que formaliza la teoría de la «destrucción creativa», un concepto popularizado por el economista Joseph Schumpeter en el siglo XX . Este proceso describe cómo las innovaciones que introducen productos nuevos y mejores reemplazan a las tecnologías y empresas obsoletas, impulsando el progreso económico pero generando al mismo tiempo tensiones sociales .
La paradoja que resolvió su modelo es que la innovación es a la vez creadora y destructora. Es creativa porque introduce avances, pero es destructiva porque barre con lo antiguo. Su trabajo demostró que este proceso genera conflictos inherentes, ya que las empresas y grupos de interés establecidos tienen incentivos para bloquear las innovaciones que los perjudican .
Implicaciones para el mundo actual
El comité del Nobel destacó que las investigaciones de los tres galardonados tienen profundas implicaciones para las políticas económicas contemporáneas. El crecimiento no es un fenómeno automático, sino que depende de instituciones que fomenten la competencia y la renovación tecnológica .
«El trabajo de los laureados muestra que el crecimiento económico no puede ser tomado como garantido», afirmó John Hassler, presidente del comité del premio. «Necesitamos preservar los mecanismos que sustentan la destrucción creativa para evitar el retorno al estancamiento» .
Entre las recomendaciones de política que se desprenden de sus estudios se encuentran la promoción de una competencia equilibrada, los subsidios a la investigación y desarrollo, y sistemas de «flexicurity» –combinación de flexibilidad laboral y seguridad para los trabajadores– que protejan a las personas sin mantener empleos obsoletos .
Los tres economistas proporcionan así un marco esencial para entender los desafíos de la transformación tecnológica actual, desde la inteligencia artificial hasta la transición energética, subrayando que el futuro crecimiento dependerá de nuestra capacidad para gestionar constructivamente las olas de cambio .