«La promesa del dinero de Estados Unidos es prueba del fracaso»

Jorge Taiana, primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires de la lista de Fuerza Patria, estuvo en Luján y habló sobre la coyuntura nacional, la situación económica y el principio de acuerdo por el nuevo préstamo con Estados Unidos.

– Le pregunto primero por la visita a Luján. ¿Cómo ha encontrado a la ciudad? ¿Se ha reunido con el intendente Leonardo Boto? 

– Estuve reunido con el intendente, estuvimos conversando, hablamos de Luján. Que es una ciudad histórica, que tiene mucho que ver con el sentido de los argentinos, con su historia, el Kilómetro Cero de la Argentinidad y con su espiritualidad. Y de la obra que él ha realizado como intendente. Así que hablamos de distintos temas, vamos a hacer una recorrida. Estamos iniciando una campaña electoral para las elecciones del 26 de octubre.

– ¿Cómo ha encontrado la ciudad? 

– Yo he venido seguido a Luján y entonces quiero destacar la enorme obra que se ha realizado con el río Luján. Es una obra, no solo que implicó una inversión importante en conseguir los fondos, sino que es una transformación bastante profunda y que evita las tradicionales inundaciones. La historia de Luján y de las inundaciones del río eran un tema. Y creo que eso es un avance, además que está linda la ciudad.

Por lo demás creo que Luján vive una realidad que es en parte una realidad de buena parte de la Argentina. Una situación económica enormemente difícil, con un trabajo que se ha precarizado, con un ingreso que no alcanza. La frase más común de la gente es “no llego fin de mes”. Y cada vez llega menos la gente. Antes no llegaba hasta el 27 y ahora llega hasta el 20, y después te dice, bueno, yo pago la cuenta fija y ya después tengo que empezar a endeudarme. Lo que es una afectación profunda a la forma de vida. El gobierno de Milei ha desordenado la vida de las familias argentinas. No solo porque hay restricciones económicas, sino porque las obliga a una serie de cosas, o a tener que vender, o a tener que endeudarse, o a tener que prescindir, a tener que renunciar a cierta cosa, que puede ser el viaje para seguir estudiando, o personas que se retiran del mercado laboral porque entre lo que gastan en el viaje y lo que ganan en alguna changa, terminan abandonados. Si uno mira lo que es la población económicamente activa, ha bajado muchísimo.

Por eso hay baja desocupación. ¿Por qué no sube la desocupación? Primero porque hay pluriempleo, segundo porque el que trabaja un par de horas en la semana aparece como empleado. Pero eso no quiere decir que tenga una retribución digna. Yo insisto en lo de desorganizar la economía de la familia, porque el gobierno que tiene una visión macroeconómica, plantea el tema como que esto fuera solo un problema de las finanzas y del superávit.

– Ahora se anunciaron fondos de Estados Unidos. 

– Conseguimos la promesa del dinero de Estados Unidos y eso parece un gran éxito, cuando en realidad es la prueba del fracaso. Él ha tenido que ir a pedir más plata por encima de lo que ya había pedido y ahora tenemos más endeudamiento. Lo festejamos como si fuera un gran éxito, un gran triunfo. La verdad es que cuando uno se le acaba la plata y tiene que ir a la esquina a pedirle al prestamista y vuelve, no es motivo para festejar, es motivo para estar más preocupado.

– ¿Y cree que ese acuerdo o promesa puede influir en el resultado de las elecciones? ¿Puede tener alguna injerencia? 

– Hay que discutirlo, pero el gobierno lo presenta como un gran éxito lo que es la prueba de su fracaso. Y eso creo que se va manifestando. Fíjese el caso de la retención. El gobierno quita las retenciones, lo que significa una disminución en los ingresos de por lo menos 1.700 millones de dólares para el país, para los ingresos públicos, para favorecer una mejora en los precios y la retribución a los productores agrarios. La provincia de Buenos Aires tiene una gran producción agrícola ganadera.

Pero resulta que lo que tenía que durar un mes y medio, duró tres días. ¿Por qué? Porque se le ha entregado a los grandes especuladores, a las grandes cerealeras que compraron todo. Y todos los productores se han quedado con la ñata contra el vidrio, como decía el tango. No han visto ninguna ventaja de eso. Y además están cumpliendo un pedido de Estados Unidos, que ayuda de esa manera porque quieren ser más competitivos ellos en sus ventas de soja, de maíz, en su producción. Estados Unidos es un enorme productor y un gran competidor de la Argentina, un gran productor mundial. Veo que estas medidas que han anunciado, pero que se van a concretar después de las elecciones, le han dado un respiro al gobierno, pero me parece que ese respiro, como casi todos los logros del gobierno, son ficticios.

Es como lo de decir “no tenemos inflación”. Claro, porque tenemos todo aplastado, porque tenemos un peso sobrevaluado, tenemos una caída del consumo que es fenomenal, entonces tampoco pueden subir mucho los precios. Tenemos un salario que ha perdido potencia y tenemos un gobierno nacional que restringe los dineros que tiene que distribuir entre las provincias, entre ellas está Buenos Aires. Pero en todo el país pasa lo mismo.

Y que ha dicho “no, no hagamos obra pública”. Si usted no hace obra pública, pasa lo que pasa, que en dos años resulta que tenemos más muertos en los accidentes de ruta, casi el doble que los que teníamos antes. Además de lo horrible de la pérdidas de vida humana, usted está aumentando los costos logísticos de un país que ya de por sí es enorme en extensión y que tiene problemas logísticos grandes. Detener la obra pública es como actuar contra la naturaleza.

Me parece que los resultados del gobierno son claramente un fracaso. Eso se ve en cómo está viviendo la gente, cuánto le alcanza el dinero que tiene, y en el nivel de endeudamiento. En el endeudamiento del país, que es enorme, y que ahora va a ser más grande, y en el endeudamiento de las familias. Esa es una situación muy, muy delicada y estamos atravesando una recesión que va a seguir. Podrá bajar un poco el dólar, podrá subir, podrá cambiar el riesgo país, pero la verdad es que tenemos un altísimo nivel de endeudamiento, una deuda que es impagable en las condiciones que estamos Eso tenemos que ser capaces de decirlo. No es una exageración ni una provocación, es una tristísima realidad, Argentina está asumiendo compromisos que no tiene capacidad financiera para afrontar.

– ¿Y entonces? 

– Esta es una fuga hacia adelante. Es como si te vas al casino y el otro te presta. Usted pierde, pierde, pierde, pero pide prestado. Ahora en algún momento hay que hacer algo, nos van a venir a reclamar. La sociedad ya tiene claro que este plan ha fracasado y el gobierno debería comprender que tiene que cambiar el rumbo. Pareció que podía haberlo entendido con la derrota en la provincia de Buenos Aires, porque los bonaerenses le hemos dado una buena lección al gobierno. Le dijimos “señor, estamos disconforme, cambie el rumbo”. Pero no, lo interpretó de una manera como si todos fuéramos tontos, dijo “no, nos equivocamos en el armado electoral, cometimos muchos errores que vamos a corregir. Ahora eso sigue, en la economía está todo bien”. Y la gente sabe que no está bien la economía. Entonces va a haber que volver a decirle al gobierno el 26 de octubre y ahora a nivel nacional, y lo vamos a repetir en la provincia de Buenos Aires, que no está bien y que debe cambiar el rumbo, y para eso son importantes estas elecciones.

– ¿Por qué son importantes? 

– El Congreso Nacional es el lugar en donde se puede parar y hacer cambiar el rumbo del gobierno, como se ha mostrado en las últimas semanas. Incluso se aprobaron leyes que el gobierno no quería y cuando las vetó, se dijo no al veto. El Congreso tiene que tener un rol muy importante, porque este gobierno persiste en el error, y la persistencia en el error por parte de un gobernante es un mal antecedente. Entonces el Congreso de la Nación tiene que ponerse firme, tener las personas que tengan la decisión política clara y que llegue al gobierno a negociar y a que cambie el rumbo de lo que está haciendo. Lo que está haciendo está perjudicando no sólo el presente cotidiano de los argentinos, sino está comprometiendo buena parte de su futuro

Creo que eso lo ven los jóvenes. Buena parte de los mismos jóvenes que se ilusionaron en un momento con que toda la situación estaba mal, aparecía un tipo raro, distinto, dijeron bueno, apostemos a este.

– ¿Perciben cierta desilusión? 

– Hay mucha desilusión en ese sector. Porque no es cierto que Milei ha hecho lo que prometió. No es verdad. Milei dijo que iba a dolarizar, cosa que no hizo; que iba a quemar el Banco Central, cosa que no hizo; que iba a terminar con la casta, que era una mezcla de políticos tradicionales corruptos, cosa que tampoco hizo. Y después se han visto no sólo hechos de corrupción y de crueldad con sectores, sino que resulta que al final el ajuste, ¿quién lo paga? Lo pagan las provincias, lo pagan los trabajadores, lo pagan los jubilados, lo pagan los discapacitados, lo paga la industria, lo paga el comercio.

Vaya a preguntarle a los kioscos cómo están, a los que venden. No venden, no hay consumo, ha caído enormemente. Al mismo tiempo que pasa eso, resulta que hay un enorme endeudamiento, cuyos resultados prácticos no se ven y un compromiso hacia adelante que es muy difícil de sostener. Creo que hay en los jóvenes una desilusión y una preocupación por el futuro.

– ¿Creen que se puede repetir el resultado de septiembre en la provincia de Buenos Aires? 

– Yo creo que sí. He estado conversando y recorriendo con los intendentes, con los candidatos, con el gobernador, con distintos sectores del turismo. Creo que sí, que vamos a hacer una muy buena elección, que vamos a ganar. La gente ya le picó el boleto al gobierno. Entonces, no le creen cuando le dicen cosas que no son ciertas y cuando lo quieren envolver. Como esto de presentar como un triunfo que estamos pidiendo plata porque no tenemos para pagar la deuda, eso es la verdad.

¿Cuál es el festejo? Te prestaron plata que vas a tener que devolver con un costo más alto y lo festejas como si fueras y ganaste el Gordo de Navidad. No, no ganaste un premio. Has pedido plata prestada con condiciones, y con condiciones severas. Porque estás pidiendo plata ya no solo al Fondo Monetario, que siempre ha sido malo para la Argentina, nos ha ido siempre mal. Y ahora además le pedimos al Tesoro de Estados Unidos que va a ser todavía más severo que el Fondo y más estricto en poner condiciones. Condiciones que no van a ser solo técnicas de economía, del superávit, de la reforma, además van a ser políticas y van a tener alguna afectación sobre la soberanía de nuestro país. Nosotros tenemos una serie de cosas que tenemos que cuidar en este siglo XXI, que son riquezas naturales, que es nuestra presencia en el Atlántico Sur, nuestro reclamo de Malvinas, nuestra presencia en la Antártida, nuestros ríos.

– ¿Todas esas cosas están en juego?

– Creo que sí, porque acá hay cosas que no se hablan, no aparecen. Pero por ahí te las mencionas. Te dicen “si les damos el swap, Argentina debiera renunciar al swap de China”. El swap de China que es un cambio de monedas por 18.000 millones de dólares. Argentina gastó 5.000. Ahora, para recibir entonces este swap, habría que tener como condición devolver los 5.000 millones a China. Con lo cual logramos dos cosas: una, que los 20 que nos dan se vuelven 15; y dos, que perdemos uno de los pocos países que está dispuesto a hacernos favores financieros.

¿Y cuál es el negocio para Argentina? Entiendo que Estados Unidos no quiera que Argentina tenga vínculos con China,. Pero eso es el interés de Estados Unidos, el interés de Argentina es tener vínculos con China, con India, con Japón, con Alemania y con todos los países. No son regalos, son créditos que no solo hay que pagar, sino que además tienen fuertes condicionalidades. Y algunas de esas condicionalidades no son solo económicas, sino que son políticas y creo que afectan nuestra soberanía como Nación.

– Usted ha sido canciller de nuestro país. ¿Es normal el nivel de injerencia que ha tenido Estados Unidos con algunas declaraciones, metiéndose incluso en la campaña electoral? 

– No, no es normal. Bueno, fue normal con Braden y terminó en el “Braden o Perón. Estados Unidos lo ve débil a Milei, lo ve rastrero y subordinado. Entonces se aprovecha. Es un país que no se planta y que no sabe defender sus intereses, sino que se subordina a las ideas. ¿Ustedes escucharon atentamente el discurso de Milei en Estados Unidos? Un discurso donde elogia que el señor duplique los aranceles al aluminio y al acero que exporta a la Argentina a Estados Unidos. Él debería defender las empresas argentinas que exportan a Estados Unidos, como deberían defender y no hacer un arreglo para que 4 o 5 cerealeras se queden con toda una enorme ventaja de dólares y los productores no reciben ningún beneficio. Hay una injerencia muy abierta que ya lo hemos visto en los jefes del Comando Sur. Yo he tratado con ellos en varias oportunidades y sé que es lo que quieren y sé lo que nosotros no les dábamos. Ahora, me parece que esa situación ha cambiado y en ese sentido los resultados creo que no van a ser favorables para la Argentina.

– Usted recién dijo que en aquel momento fue “Braden o Perón”. Hoy sería Trump o…

– Argentina, patria o dependencia.

– ¿Y un nombre propio?

– Hay muchos. El peronismo sigue siendo el centro y el corazón del movimiento nacional. Y en ese movimiento encontraremos las figuras que sean las más oportunas en el momento que sean necesarias. Ya hemos logrado un grado de madurez como que nos ha permitido la unidad. Fíjense cómo se anda peleando el propio oficialismo. La consigna es “patria sí, colonia no”. Punto. Esa defensa de “patria sí, colonia no” la tienen que tener todos los argentinos.

Es un siglo complicado, con multipolaridad, con muchos conflictos entre distintos Estados. Nosotros debiéramos recuperar la integración regional que en buena medida hemos perdido por este gobierno. Nos hemos alejado de los países de los Brics que son socios naturales en muchos de nuestros espacios. Así que recuperar la soberanía de decidir qué nos conviene a los argentinos me parece que es un punto fundamental. Como decía Jauretche: no hay que ir a comprar con el manual del almacenero. Hay que ir a comprar con un manual propio de saber que es lo mejor para cada uno.

El Civismo
Semanario de la ciudad de Luján –