“El peronismo bonaerense se proyecta a octubre”

Con más del 46 % de los votos en las elecciones provinciales del 7 de septiembre, la lista de Fuerza Patria arrasó sobre La Libertad Avanza (≈33 %), en lo que Axel Kicillof describió como una “derrota histórica” para Javier Milei. En un acto multitudinario en La Plata, Kicillof y dirigentes gremiales trazaron un discurso de unidad y campaña hacia las elecciones nacionales de octubre.


El 7 de septiembre de 2025 será fecha de referencia en la agenda política bonaerense. En las elecciones legislativas provinciales, Fuerza Patria, la alianza peronista bonaerense que  conduce el gobernador Axel Kicillof  logró una victoria rotunda: cerca del 46,9 % de los votos frente al 33,8 % que obtuvo La Libertad Avanza, el espacio del presidente Javier Milei.

Kicillof: ”En septiembre hicimos historia, en octubre empezamos a construir futuro”

El volumen de la derrota electoral para Milei rompe expectativas, dadas las tensiones acumuladas con el Ejecutivo provincial y los desafíos económicos que vive el país. El peronismo ganó en seis de las ocho secciones electorales bonaerenses, incluyendo distritos de alta densidad poblacional como la Primera, la Tercera y la Octava sección.

En ese contexto, Axel Kicillof encabezó el lunes un acto en el Club Atenas de La Plata que reunió a más de 5.000 referentes gremiales y dirigentes nacionales, entre ellos Jorge Taiana, Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Hugo Moyano hijo y Vanesa Siley.

Allí se presentó formalmente la lista nacional de Fuerza Patria para diputaciones, simbolizando la unidad entre la CGT, las dos CTA y otros sectores del movimiento obrero bajo la bandera del peronismo.

El discurso de Kicillof fue claro: interpretar la victoria del 7 de septiembre no solo como un repudio al gobierno nacional, sino como punto de partida para construir un “futuro” en octubre, cuando se renueven escaños nacionales. “En septiembre hicimos historia, en octubre empezamos a construir futuro”, dijo, marcando la continuidad de la campaña.

Subrayó que la derrota oficialista no fue un accidente: cuando la convocatoria es amplia y el mensaje claro, el electorado responde.

El rol del movimiento obrero fue central: su acción simbólica y presencial refuerza la idea de un peronismo articulado y con capacidad de movilización. Dirigentes gremiales hablaron de unidad, y el acto sirvió además para visibilizar gestos de la gestión provincial – inauguración de escuelas, CAPS, ambulancias, programas de salud – como prueba de que la “gestión” y la presencia del Estado son claves para consolidar el apoyo.

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La victoria bonaerense coloca al peronismo en una posición de fuerza de cara a octubre y deja al gobierno nacional enfrentando un momento de tensión política inédito. Kicillof capitaliza no sólo un triunfo electoral, sino la legitimidad de un discurso basado en la gestión, en el trabajo territorial y en la unidad sindical.

Octubre será la prueba de fuego.