Con la mira puesta en las elecciones del 7 de septiembre, Karina Milei reunió por primera vez a la mesa de campaña bonaerense. La jugada marca el regreso de Santiago Caputo, cerebro comunicacional del oficialismo, y revela la estrategia libertaria: nacionalizar el debate, polarizar con el peronismo y centrar el eje en la inseguridad y el desgaste de Kicillof.
La Libertad Avanza (LLA) comienza a mover sus fichas para disputar la provincia de Buenos Aires con una estrategia clara y una mesa política reunificada. Este miércoles al mediodía, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y presidenta del partido libertario, encabezó en su despacho de Casa Rosada la primera reunión formal de campaña bonaerense. A su lado estuvo Santiago Caputo, el asesor estrella de Javier Milei y artífice del relato libertario, quien vuelve a involucrarse directamente tras semanas de distanciamiento con el armado provincial.
La reunión significó el reencuentro de sectores enfrentados dentro de LLA y el cierre, al menos momentáneo, de una interna que amenazaba con erosionar el proyecto electoral del oficialismo en el principal distrito del país. Karina Milei logró reunir a Sebastián Pareja, armador territorial, a Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional, y a Caputo, quien pese a su inicial resistencia, aceptó participar “como oyente” para interiorizarse en una dinámica que hasta ahora le resultaba ajena, según informó Noticias Argentinas.
Caputo, el regreso del estratega
La vuelta de Caputo no es menor. El asesor había mantenido distancia del diseño de las listas bonaerenses por diferencias con los criterios utilizados para seleccionar a los candidatos, que ya fueron oficializados ante la Justicia Electoral. Su reincorporación se da a contrarreloj, con plazos clave por delante: el 8 de agosto vence el límite para presentar las boletas definitivas, y el 26 de octubre se celebrarán las elecciones nacionales.
Fuentes oficiales confirmaron que Caputo será el jefe de ambas campañas (provincial y nacional), unificando estrategia y discurso, mientras que Pareja y Lule Menem estarán a cargo de los aspectos organizativos y el armado territorial.
El regreso del asesor también implica un relanzamiento del aparato comunicacional. Tomás Vidal, socio de Caputo en la consultora Move Group, ya comenzó a capacitar al equipo bonaerense con vistas a replicar la narrativa libertaria que funcionó en CABA en mayo: polarización extrema y simplificación binaria. “Kirchnerismo o libertad” será el lema adaptado a las particularidades bonaerenses.
La estrategia: polarizar y nacionalizar
El oficialismo apuesta a replicar el modelo porteño, donde logró imponerse apelando a la nacionalización del debate y centrando la agenda en ejes como la seguridad y la crítica a la “casta política”. Según fuentes gubernamentales, la campaña bonaerense tendrá un fuerte foco en la inseguridad, uno de los temas que más preocupa al electorado y donde buscarán confrontar con la gestión del gobernador Axel Kicillof.
Además, desde la Casa Rosada planean una serie de apariciones esporádicas pero estratégicas de Javier Milei en distritos clave con alta concentración de votantes libertarios. Se mencionan posibles actos junto a Diego Valenzuela (Tres de Febrero, 1° sección), Guillermo Montenegro (Gral. Pueyrredón, 5° sección), y Maximiliano Bondarenko, el ex comisario que enfrentará a Verónica Magario en la siempre esquiva 3° sección, bastión del peronismo.
Una campaña con firma de Karina
El encuentro también ratificó el liderazgo de Karina Milei como figura central del dispositivo electoral. Ya no se tratará de una coordinación “neutral” como se intentó con el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán. El comando de campaña tiene sede en el despacho de Karina, en el primer piso de la Casa Rosada, y responde directamente a su conducción.
La convocatoria también fue una forma de disciplinar a los sectores enfrentados internamente. En un contexto de creciente presión por resultados y tras la baja participación de Caputo en semanas anteriores, la hermana del Presidente tomó las riendas y dejó claro que el rumbo de la campaña se define en su mesa.
El objetivo: quebrar al peronismo en su bastión
Buenos Aires representa un terreno hostil para el oficialismo nacional. En las elecciones presidenciales de 2023, Milei quedó tercero en la provincia, detrás de Sergio Massa y Patricia Bullrich. Sin embargo, la fragmentación del voto opositor, el desgaste de la gestión provincial y el descontento social abren una ventana para que LLA crezca electoralmente.
Según un informe de la consultora Proyección, el 63% de los bonaerenses evalúa negativamente la gestión de Kicillof, especialmente en seguridad y educación. Ese malestar será explotado por el comando libertario, que buscará mostrar a LLA como la única alternativa real al peronismo, frente a una oposición tradicional desdibujada.
La campaña en Buenos Aires será, en definitiva, un laboratorio de confrontación entre dos modelos antagónicos. En palabras de un funcionario libertario consultado por Data Política y Económica: “No vamos a disputar la provincia con tibieza. Vamos a mostrar que hay otra forma de gobernar, y que no necesitamos ser peronistas para ganarles en su casa”.
