La Derecha Fest: Javier Milei despliega su show ideológico y tensiona la interna oficialista

En un evento cargado de consignas ultras y símbolos libertarios, el presidente Javier Milei apostó por la consolidación de su núcleo duro, redobló su discurso contra “la casta” y marcó distancia de la vicepresidenta Villarruel. Córdoba fue el escenario del festival, con guiños al gobernador Llaryora y ausencias notorias del círculo de poder local.


La crónica de una estrategia de poder en expansión

La Derecha Fest, realizada este martes en Córdoba, fue más que un acto político: fue la expresión simbólica de una estrategia de poder que Javier Milei busca consolidar de cara a las elecciones legislativas de octubre. Con un discurso agresivo hacia sus adversarios, una puesta en escena cuidada hasta el detalle y un auditorio compuesto por militantes fervorosos, el Presidente expuso con crudeza su hoja de ruta: construir desde la ideología un músculo político que lo acompañe en la transformación del país.

El evento se desarrolló en el Hotel Quorum, en las afueras de la capital cordobesa. Participaron unas 2.500 personas —según la organización—, muchas de las cuales financiaron sus entradas de $35.000 con créditos tomados por Mercado Pago.  La inversión, sin embargo, fue mucho mayor: se especula que el costo de la producción alcanzó varios millones de pesos, en una puesta que incluyó pantallas LED valuadas en más de 5.000 dólares el metro.

En ese marco, Milei habló de un “batacazo violeta” para octubre, atacó al Senado por los proyectos con impacto fiscal, prometió vetos y reivindicó a Carlos Menem. “En un año y medio hemos borrado 100 años de dirigismo”, dijo, agregando que su gestión lleva adelante “el mejor gobierno de la historia argentina”. Aseguró que el plan económico actual “supera ampliamente” al del exministro Domingo Cavallo y celebró haber “sacado a 12 millones de argentinos de la pobreza”, citando a Unicef como fuente de ese dato, aunque el organismo no confirmó oficialmente tal cifra.

El núcleo duro, el enemigo y la traición

El evento funcionó como una suerte de misa libertaria. El mensaje, repetido por cada orador —entre ellos Agustín Laje, Diego Recalde, Javier Negre y Gordo Dan—, fue claro: hay una batalla cultural en curso y es tiempo de militarla sin concesiones. La narrativa incluyó referencias a filósofos como Nietzsche y Hayek, arengas contra “la izquierda malvada” y el señalamiento de un enemigo común: periodistas “ensobrados”, el kirchnerismo, la “alta política” y los “sindigarcas”.

En el punto más tenso del encuentro, Milei bramó contra su vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien calificó como “bruta traidora”. Fue el corolario de una jornada en la que varios discursos aludieron a su presunta falta de lealtad. “Roma no paga traidores”, lanzó el Presidente ante la ovación del público.

Silencios, guiños y el factor Llaryora

En contraste con la virulencia general, llamó la atención la prudencia con la que Milei trató al gobernador Martín Llaryora. Si bien estuvo presente en una reunión previa con el mandatario cordobés, durante el festival no hubo referencias críticas hacia su gestión ni hacia otros gobernadores, salvo una mención elogiosa a Raúl Jalil, de Catamarca. La tregua tácita con Llaryora parece consolidarse como un acuerdo de no agresión en un territorio clave para el oficialismo nacional.

Esa actitud fue leída por sectores locales como un intento de Milei por preservar alianzas estratégicas, incluso si eso implica ceder espacio en su discurso de confrontación permanente. En ese contexto, el gobierno provincial se mantuvo cauto. Llaryora evitó declaraciones públicas sobre el evento, aunque en su entorno reconocen que prefiere mantener una relación funcional con la Casa Rosada.

Ausencias del poder y tensiones internas

Pese al despliegue, las sillas vacías y algunas ausencias notables marcaron el pulso del evento. No asistieron referentes del empresariado cordobés ni funcionarios provinciales. Tampoco hubo presencia masiva de intendentes ni del círculo político tradicional. Entre los nombres invitados que optaron por no ir se cuentan el empresario Euclides Bugliotti y el presidente del Club Talleres, Andrés Fassi.

En paralelo, se expusieron internas dentro de La Libertad Avanza Córdoba. La pulseada entre Gabriel Bornoroni, jefe de bloque en Diputados, y Verónica Sikora, armadora del espacio en la provincia, se tradujo en gestos y roces durante el evento, aunque Karina Milei —figura central en el armado nacional— respaldó visiblemente al legislador.

Con un discurso agresivo hacia sus adversarios, una puesta en escena cuidada hasta el detalle y un auditorio compuesto por militantes fervorosos, el Presidente expuso con crudeza su hoja de ruta: construir desde la ideología un músculo político que lo acompañe en la transformación del país.

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Una maquinaria digital y doctrinaria en crecimiento

Más allá del show, Milei aprovechó su paso por Córdoba para fortalecer su estructura territorial y digital. En días previos al festival, lanzó un canal de streaming local y reforzó su mensaje ideológico con literatura libertaria disponible en el lugar. “Tenemos que saber comunicar nuestras ideas”, pidió al cierre, instando a los presentes a convertirse en voceros de su cruzada.

La Derecha Fest dejó en claro que el Presidente apuesta todo a la fidelidad de su tropa, a la expansión territorial y a la confrontación como eje discursivo. Octubre aparece en el horizonte como el campo de batalla que podría definir si su modelo logra sostenerse con poder real, más allá de la retórica incendiaria.