Turbulencias en Somos Buenos Aires y reparto seccional estratégico

El cierre de listas de Somos Buenos Aires para las elecciones del 7 de septiembre estuvo marcado por intensa disputa interna, tensiones físicas y la fuga de numerosos referentes, lo cual redibuja el panorama de la “tercera vía” en la provincia.

Seccionales bajo fuego

  • Primera Sección: el intendente de Tigre, Julio Zamora, fue elegido para encabezar la lista con una clara vocación de consolidarse como referente del peronismo disidente en el conurbano

  • Tercera Sección: quedó para el radical Pablo Domenichini, respaldado por Evolución y figuras como Lousteau y Yacobitti, en uns giro que generó incomodidad en sectores peronistas. 

  • Sexta Sección: será encabezada por el exsenador lilito Andrés De Leo, figura que provocó resistencia entre radicales y casi desemboca en un enfrentamiento físico durante el cierre .

  • Quinta, Séptima y La Plata: listas lideradas por la UCR —con Maximiliano Suescún, Fernando Martini y Pablo Nicoletti— consolidan la hegemonía radical en esas secciones.

Choques y fracturas

Un cierre caótico con empujones, gritos y acusaciones por intereses personales se vivió en el bunker de La Plata, reflejando una coalición tensionada y al límite. Además, el GEN denunció una lógica “endogámica” y “mezquinos intereses particulares” en la confección de las listas.

La salida de Stolbizer

La renuncia de Margarita Stolbizer, figura clave del progresismo y el GEN, se oficializó tras el cierre. Su crítica se centró en los escasos espacios otorgados a su sector y la falta de una vocación integradora real.

Contexto seccional y riesgos electorales

El armado de Somos Buenos Aires tenía una fórmula clara: peronistas en el conurbano, radicales en el interior. Sin embargo, los conflictos por los lugares más cotizados (como la Primera y la Sexta) y la fuga de cuadros clave demoraron su consolidación. Como señaló Infobae, este frente puede restar votos tanto a la oposición dominante como al peronismo tradicional, lo que lo convierte en un factor imprevisible en la elección

Somos Buenos Aires expone con claridad su fragilidad: un frente político con secciones ajenas entre sí, tensiones territoriales crónicas y una pérdida de referentes estratégicos.

El cierre de listas bonaerense demostró que la unión política sin equilibrio ni cohesión internal puede volverse contraproducente.

De cara al 7 de septiembre, su desafío no será solo ganar bancas, sino definir si pueden trascender como una alternativa real o permanecer como un conglomerado en crisis.