Intendentes PRO resisten pacto con LLA y buscan alternativas

Estalló la interna PRO-LLA en la provincia de Buenos Aires: intendentes se bajan del acuerdo y arman por su cuenta. “No meto opositores en mi lista”.

Pamela Orellana


A solo horas del cierre de listas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre, donde se elegirán 23 senadores, 46 diputados, concejales y consejeros escolares en los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, la interna entre el PRO y La Libertad Avanza estalló. El intento de Karina Milei de imponer nombres en las boletas tensionó la cuerda y derivó en una ola de intendentes amarillos que decidieron romper el acuerdo o están a punto de hacerlo.

El caso Puan

Diego Reyes, intendente de Puan, fue el primero en formalizar su salida. “Yo priorizo mi gestión y no una cuestión electoralista”, dijo en entrevista radial. Aseguró que los libertarios le exigían la mitad de los lugares en la lista de concejales, a pesar de ser –según sus palabras– “opositores salvajes” en su distrito.

“No puedo meter la oposición dentro de nuestra propia lista”, remarcó Reyes, quien dejó en claro que no acompañará a LLA. Ahora busca sumarse al frente Potencia, liderado por María Eugenia Talerico, donde también desembarcaron otros ex PRO desencantados. Si no prospera esa negociación, irá con boleta corta.

Pergamino también rompió

Javier Martínez, jefe comunal de Pergamino, también decidió romper con LLA. “Saben que acá era insostenible el acuerdo con esta gente, votaron todo con el kirchnerismo; son zurdos”, lanzó con crudeza ante negociadores del PRO como Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro.

Martínez se sumó al frente Hechos, donde confluyen el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, y otros dirigentes del espacio. “Es el momento de defender lo hecho y seguir trabajando por Pergamino”, anunció en sus redes sociales, aclarando que la prioridad es mantener el control del Concejo Deliberante.

Junín, Pringles y 9 de Julio en duda

Otros intendentes amarillos están en zona de definición. En Junín, Pablo Petrecca aún forma parte del acuerdo, pero su entorno advirtió que todo depende de que se respeten “las pautas” y el liderazgo político local. Si no se cumple, evalúan dar un paso al costado.

Lisandro Matzkin (Pringles) y María José Gentile (9 de Julio) también están con un pie afuera. El caso de Gentile es especialmente delicado: los libertarios locales que hoy le piden un acuerdo son los mismos que impulsaron su destitución meses atrás. Por eso, estudia sumarse al frente Somos Buenos Aires o, como última opción, competir con lista corta.

Una alianza cada vez más recortada

Lo que al principio se promocionó como un cierre exitoso entre el PRO y LLA ahora muestra fuertes grietas. En la mesa de negociaciones, del lado libertario lidera Sebastián Pareja, bajo la órbita de Karina Milei. Del otro, Ritondo intenta contener una fuga que ya parece indetenible.

“El PRO cerró el acuerdo con LLA sin darnos posibilidad de ir como PRO”, reclamó Reyes. Desde el entorno de Ritondo, reconocen el problema: “Las divisiones solo favorecen al kirchnerismo”. Pero lejos de unificar, el intento de imponer listas desde la cúpula nacional solo alimenta el fuego en los distritos.

Lo cierto es que cada vez son más los intendentes que consideran “suicida” llevar en la misma boleta a dirigentes que votaron en contra de sus gestiones. Y a horas del cierre definitivo, la rebelión del PRO promete escalar.