Tras su paso por la Cumbre del Mercosur y un encuentro protocolar con Javier Milei, el presidente de Brasil visitó a Cristina Fernández de Kirchner en su domicilio en Buenos Aires. La expresidenta lanzó duras críticas al gobierno argentino, al que acusó de impulsar una “miseria planificada” y de vaciar la democracia desde adentro.
En un gesto de alto impacto simbólico y político, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este jueves 3 de julio a Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad. El encuentro se produjo en el departamento de la exmandataria ubicado en el barrio porteño de Constitución, y duró cerca de una hora. Fue el primer encuentro presencial entre ambos desde que la ex jefa de Estado argentina fue condenada por corrupción.
Lula había arribado a Buenos Aires para participar de la Cumbre de presidentes del Mercosur, en la que mantuvo un breve contacto con Javier Milei. Sin embargo, el verdadero mensaje político llegó después, con su visita a Cristina, que fue autorizada especialmente por el Tribunal Oral Federal N° 2, bajo estrictas condiciones de convivencia.
“Hoy visité a la compañera y ex presidenta Cristina Kirchner en su residencia. Me dio mucha alegría volver a verla y encontrarla tan bien, con fuerza y con ganas de luchar”, expresó Lula en sus redes sociales. Agregó que comparte con ella “una amistad de muchos años” y un compromiso común con “la justicia social y la lucha contra las desigualdades”.
Cristina lanzó duras acusaciones contra el gobierno de Milei
La expresidenta no dejó pasar la oportunidad para lanzar una serie de mensajes críticos al gobierno argentino. En una publicación en X (antes Twitter), denunció que el país atraviesa un proceso de “miseria planificada” bajo una forma de “terrorismo de Estado de baja intensidad”, y advirtió sobre lo que considera una deriva autoritaria de la gestión de Javier Milei.
“Nos costó demasiado construir la democracia argentina como para permitir que ahora, paso a paso, la desmantelen”, escribió Fernández de Kirchner. “Hoy está siendo vaciada desde adentro por un gobierno que se dice ‘libertario’… pero que solo le da libertad a los más ricos”, afirmó.
Lula y Cristina: un gesto de solidaridad con fuerte carga política
Cristina vinculó esa “deriva” con múltiples hechos recientes: desde el desabastecimiento de gas en ciudades como Mar del Plata, hasta la represión a manifestantes y detenciones de militantes kirchneristas por orden del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. También cuestionó los ataques de Milei a la prensa y recordó el caso del reportero gráfico Pablo Grillo, que terminó hospitalizado tras documentar la represión a una marcha de jubilados.
“Reporteros Sin Fronteras ya señaló que la Argentina fue el país con la mayor caída en libertad de prensa del mundo: 47 posiciones en dos años. Y eso fue antes de que dejaran en coma a Grillo”, enfatizó.
Una visita con ecos regionales
El mensaje político del encuentro fue claro: Lula se posicionó como referente regional que respalda a Cristina, en un momento en que el oficialismo argentino busca aislarla, tanto judicial como políticamente. La visita fue calificada por la propia exmandataria como “un acto político de solidaridad”, y movilizó a militantes y dirigentes del peronismo que interpretaron el gesto como una reafirmación del vínculo entre ambos liderazgos.
Además de Lula, participaron de la reunión Eduardo Valdés, diputado de Unión por la Patria, y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Ambos acompañaron a la expresidenta tras la salida del mandatario brasileño.
Cristina también cuestionó duramente el plan de inteligencia recientemente revelado, que habilita el monitoreo de redes sociales por parte del Estado bajo el argumento de detectar amenazas a la “confianza pública”. “¿Y quién decide qué erosiona la confianza? ¿Caputo? ¿Karina? ¿Conan?”, ironizó en referencia a funcionarios clave y al perro presidencial.
Un mensaje para la militancia
En el cierre de su mensaje, Cristina llamó a la militancia a organizarse frente al avance de las políticas de ajuste y represión. “Están convirtiendo al país en un experimento continental”, advirtió, y comparó el actual programa económico con el Chile de Pinochet y los «Chicago Boys».
“No hay gas, hay tarifas por las nubes, salarios de hambre, privatización total, entrega al FMI… y vos hablando de que hiciste un buen trabajo en el Mercosur”, disparó, en un mensaje directo al presidente Milei.
La visita de Lula a Cristina no fue solo un gesto personal, sino un hecho político de alto voltaje regional. En medio de un clima de tensión interna por el rumbo del gobierno libertario, la reaparición de la expresidenta, rodeada de apoyos internacionales, revitaliza un eje progresista que busca confrontar con el proyecto neoliberal encarnado por Milei. La denuncia de “terrorismo de Estado de baja intensidad” pone el foco sobre la vigencia de prácticas autoritarias encubiertas bajo un discurso de libertad, y anticipa un segundo semestre con mayor conflictividad política y social.
