Monteverde arrasó en Rosario y el peronismo recuperó la ciudad tras medio siglo


El triunfo de Juan Monteverde marca un punto de inflexión político en Rosario. Con apoyo del peronismo y Ciudad Futura, se impuso sobre el candidato libertario respaldado por Milei y dejó tercero al oficialismo provincial. Alta abstención, voto crítico y un mensaje contra el modelo de ajuste.


El peronismo recupera Rosario después de 50 años: derrota para Milei y el oficialismo provincial

Por primera vez en medio siglo, el peronismo logró imponerse en Rosario, la ciudad más importante de Santa Fe, y lo hizo de la mano de Juan Monteverde, referente de Ciudad Futura y líder de una alianza ampliada con el justicialismo. El resultado representa un golpe político para Javier Milei, quien había apostado fuerte con su candidato Juan Pedro Aleart, y también para el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente local Pablo Javkin, cuyo frente Unidos quedó en tercer lugar.

Monteverde logró el 30,58% de los votos, superando al libertario Aleart (28,81%) y a la oficialista Carolina Labayru (25,63%). La elección se dio en un contexto de fuerte abstención: apenas votó el 48% del padrón, el registro más bajo del año en todo el país.

“El pueblo de Rosario le ganó al intendente, le ganó al gobernador y le ganó al Presidente”, sentenció Monteverde ante una militancia movilizada, en un discurso en el que también reivindicó las ideas de Cristina Fernández de Kirchner: “Las ideas no se matan, no se censuran, no se proscriben”.

El triunfo tiene una fuerte carga simbólica: Rosario había estado bajo control de fuerzas socialistas o frentistas desde la recuperación democrática. El éxito de Monteverde, que se consolidó en los barrios populares y en sectores medios movilizados, refleja un realineamiento político en una ciudad golpeada por la violencia narco, la desindustrialización y el ajuste económico.

La campaña de Monteverde, centrada en el “voto sin miedo” y en una política con convicciones, apeló al trabajo territorial acumulado durante dos décadas. “Rosario votó en contra de los aparatos, de la mentira y de la campaña sucia”, afirmó el flamante concejal. También se dirigió a los que no votaron: “Sé que es producto de años de desilusiones. Pero en 2027 vayan a votar, porque hay otra forma de hacer las cosas”.

Una derrota para Milei

La elección en Rosario fue también una apuesta directa del presidente Javier Milei, quien puso su imagen en afiches, destinó recursos y respaldó personalmente a Aleart. A pesar de haber salido segundo, el resultado fue leído como una derrota significativa para el oficialismo nacional.

Aleart intentó relativizar la caída: “Ha sido una elección enorme. Nos enfrentamos a campañas sucias y mentiras, pero las ideas de la libertad ya están en marcha”, afirmó. Sin embargo, la derrota en una ciudad clave como Rosario debilita el relato de expansión territorial de La Libertad Avanza, sobre todo en un escenario de creciente malestar social por el ajuste y la recesión.

El oficialismo provincial, en modo defensivo

El frente Unidos, que gobierna la provincia con Pullaro, quedó relegado al tercer puesto en Rosario, aunque logró imponerse en 17 de las 19 ciudades donde se elegían intendentes y concejales. El mandatario intentó “provincializar” los resultados, mostrando el mapa completo de Santa Fe teñido por el color del oficialismo, en contraste con el foco rosarino.

“Ganamos en el 80% de los distritos”, sostuvo Pullaro desde el búnker montado en el Bioceres Arena, junto a la vicegobernadora Gisela Scaglia. El gobernador tiene la vista puesta en una posible reelección, para lo cual buscará una reforma constitucional que habilite un segundo mandato.

En la capital provincial, Santa Fe, se impuso la periodista María Luengo, otra ex figura de los medios locales, respaldada por el intendente Juan Poletti y el propio Pullaro.

El nuevo mapa político santafesino

Más allá de Rosario, el peronismo también se impuso en ciudades clave del conurbano rosarino como Funes, San Lorenzo, Villa Gobernador Gálvez y Pérez. En Puerto General San Martín fue reelecto el histórico intendente Carlos De Grandis. En Rafaela, ciudad natal del exgobernador Omar Perotti, también triunfó la lista justicialista.

Estos resultados configuran un nuevo mapa político en Santa Fe, con una capital provincial afín al gobierno, un interior donde predomina el oficialismo, pero una Rosario donde se consolidó una fuerza alternativa con fuerte anclaje territorial, discurso progresista y base popular.

Monteverde convoca a unidad y diálogo

En su discurso, Monteverde llamó a los candidatos peronistas que fueron por fuera del sello a sumarse a su espacio. “Si hubiéramos ido todos juntos ganábamos por más de 10 puntos”, aseguró. También extendió la mano al intendente Javkin, a quien invitó a una reunión “mañana mismo” para comenzar a resolver los problemas urgentes de los rosarinos.

La alianza entre Ciudad Futura y el peronismo había demostrado su potencial en las elecciones de convencionales, donde ya se había ubicado como segunda fuerza. Con este nuevo triunfo, Monteverde no solo se consolida como figura clave en Rosario, sino que abre el juego a una renovación del peronismo santafesino, que encuentra en él una síntesis entre militancia, gestión posible y construcción de mayorías.