La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha presentado un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en lo que representa su última instancia para revertir la condena por administración fraudulenta en la Causa Vialidad. La movida judicial, más allá de sus implicancias legales, se inscribe en un escenario político convulsionado y con miras a la configuración del futuro del peronismo.
El recurso y su alcance
La defensa de Cristina Kirchner argumenta que las instancias previas del proceso judicial presentaron irregularidades, y reclama a la Corte Suprema que convoque audiencias públicas y revise las actuaciones del Tribunal de Casación. El objetivo es claro: obtener la absolución definitiva en una causa que la expresidenta siempre ha denunciado como una persecución política y judicial.
El antecedente inmediato no es alentador para el kirchnerismo. La tradición jurídica indica que cuando existe una doble condena, con intervención de Casación, la Corte Suprema raramente revisa el caso. Guillermo Francos, jefe de Gabinete de la Nación, reforzó esta idea: «La Corte obviamente no va a hacer lugar al recurso de queja. Es lo que se supone, por la tradición y la doctrina».
El impacto político de la decisión judicial
La situación judicial de Cristina Kirchner trasciende el ámbito estrictamente legal y se proyecta sobre el tablero político nacional. Su condena firme podría acelerar la reconfiguración del peronismo, dejando a la expresidenta en una posición de menor protagonismo y empujando a nuevos liderazgos dentro del movimiento.
Por otro lado, una decisión favorable por parte de la Corte podría significar un refuerzo para el kirchnerismo en un contexto de desgaste y disputa interna dentro del Frente de Todos. Sin embargo, incluso en el peor escenario para la exmandataria, su defensa ya anticipó que continuará el litigio en ámbitos internacionales, denunciando la causa como un caso de lawfare.
El peronismo ante una encrucijada
Con un Javier Milei en la Casa Rosada y una oposición en proceso de reconfiguración, la decisión de la Corte Suprema sobre Cristina Kirchner tendrá efectos que trascienden a la propia dirigente. En un escenario de polarización creciente, el futuro judicial de la exmandataria será un factor clave en la reorganización de fuerzas políticas en la Argentina.
Por ahora, Cristina Kirchner juega su última carta dentro del sistema judicial argentino, mientras que el peronismo observa con atención, consciente de que la decisión del máximo tribunal podría marcar un punto de inflexión en su futuro político.
