Una encuesta revela que la agenda progresista tiene un respaldo mayoritario en Argentina, mientras el gobierno de Javier Milei se apoya en un relato económico que eclipsa las consecuencias de un ajuste sin precedentes.
En un país marcado por tensiones sociales y políticas, la figura de Javier Milei divide aguas. Una reciente encuesta de CEOP destaca que la sociedad se encuentra dividida casi por mitades, a pesar de un profundo ajuste económico, el presidente logra sostener expectativas positivas en un 50 por ciento de la población sumando sectores oficialistas e independientes, mientras la otra se muestra fuertemente opositora, aunque no aparecen figuras claras que lideren ese espacio.
Este fenómeno contrasta con un amplio apoyo a la agenda progresista, evidenciando una Argentina donde el relato político parece pesar más que los hechos concretos.
Una agenda progresista con apoyo mayoritario
La encuesta revela que temas como el matrimonio igualitario, las políticas de memoria, la igualdad de género y la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ+ cuentan con un respaldo que oscila entre el 58% y el 62%. Estas cifras demuestran que, a pesar del discurso conservador promovido por el gobierno de Milei, una parte importante de la sociedad argentina sigue comprometida con los valores progresistas.
Un caso especialmente significativo es el apoyo a la igualdad de género en el ámbito laboral, donde tres de cada cuatro argentinos se muestran a favor. Este dato trasciende divisiones políticas e ideológicas, evidenciando un consenso nacional en torno a los derechos de las mujeres.
El núcleo duro del oficialismo y la derecha
Sin embargo, el 38% de los encuestados, correspondiente al núcleo duro del oficialismo, rechaza estos avances sociales. Este sector, alineado con la extrema derecha y profundamente antiperonista, respalda fervientemente las políticas restrictivas del gobierno de Milei, incluso cuando estas afectan derechos adquiridos y sectores vulnerables de la población.
Un ajuste económico histórico
Desde su asunción, Milei ha implementado un ajuste económico que ha golpeado duramente a las clases bajas y medias. Pese a ello, ha logrado instalar un relato que combina promesas de futuro, interpretaciones cuestionables de indicadores económicos y una narrativa de esperanza.
Según la encuesta, cuatro factores sostienen esta percepción positiva: la expectativa de una mejora económica, la confianza en una reducción sostenida de la inflación, la esperanza en el liderazgo de Milei y un pragmatismo por parte de los independientes que prefieren esperar resultados antes de juzgar.
Relato vs. realidad: la clave del fenómeno Milei
El 55% de los encuestados considera a Milei un presidente autoritario. Este dato incluye tanto a independientes como a oficialistas moderados. Sin embargo, esta percepción negativa no parece influir en su imagen o gestión, ya que hay sectores que ven esto como un valor, un liderazgo fuerte que ponga ❝orden❞. La capacidad de Milei para instalar un relato político que conecta con las emociones y expectativas de sus seguidores ha resultado clave para neutralizar el impacto de la realidad económica.
Una oposición fragmentada y sin relato alternativo
En este contexto, la oposición, especialmente el peronismo, enfrenta el desafío de construir un espacio que supere la fragmentación y las internas y genero un relato alternativo que contrarreste el de Milei. Sin unidad, sin liderazgos claros y una narrativa sólida que capture la atención de los independientes y los desencantados, el mileismo continuará dominando el escenario político.
La Argentina de hoy es un campo de batalla entre el relato y la realidad. Mientras el gobierno de Javier Milei enfrenta críticas por su autoritarismo y el impacto de sus políticas económicas, su narrativa sigue sosteniéndose gracias a un electorado que prioriza las expectativas sobre los hechos concretos.
Para la oposición, la clave radica en articular un discurso capaz de competir con el relato oficialista y movilizar a una mayoría progresista que, como demuestra la encuesta, ya existe. Solo entonces podrá comenzar a revertir el panorama político actual y construir un futuro más inclusivo y equitativo para el país.
AM
