“Siempre pensé que para que los movimientos del tipo como el nuestro adquieran – dentro del panorama nacional – la relativa perennidad que ellos necesitan para ser útiles, debe seguir a las etapas de aglutinación de las masas “un sentido organizativo”; es decir pasando de la primera etapa – que generalmente es gregaria en todos estos movimientos – a la etapa de la organización y de ésta – a la etapa de consolidación, porque sino estos movimientos suelen resultar fragmentarios y no cumplen, tanto en el tiempo como en el espacio, con la misión que les está encomendada.
Por eso también he dicho muchas veces que este movimiento que nosotros representamos, que ahora está detrás de un hombre, ha de transformarse paulatinamente colocándose detrás de una bandera y detrás de un ideal. De esta manera le habremos dado el sentido de perennidad a que me he referido. Nuestra misión no la podemos cumplir en la corta vida de un hombre. Los hombres pasan y las naciones suelen ser eternas. En consecuencia, buscando esa eternidad para nuestra patria y la perennidad para nuestro movimiento, es necesario que lo organicemos con declaraciones de principios, con cartas orgánicas que le den a este movimiento la materialización organizada que necesita. Busquemos la perennidad que nos prolongue a través de nuestros hijos, nietos y de las demás generaciones.” J.D.PERON – Ayer, Hoy y Siempre – Perón en Doctrina – Pág. 28 – 1997 BY IDEAS Y COLOR S.A.
La realidad nacional e internacional
El Mundo y Argentina viven – convulsionadamente – un cambio de época frente a la crisis de los modelos de gobernanza que atosigan a los pueblos interfiriendo el despliegue de una conciencia más humanista e integradora de pueblos y estados que procure la armonía entre la humanidad y la naturaleza, como la creación de un nuevo orden mundial de integración multipolar.
Estos cambios resultan imprescindibles para la paz, el entendimiento y la solidaridad entre los países y sus comunidades como también la de evolucionar democráticamente con mayor participación de los pueblos y sus organizaciones sectoriales, en la toma de decisiones esenciales y en la ejecución de las mismas.
De esta forma, los pueblos organizados participarían en las definiciones fundamentales, y sus países se convertirían en naciones libres, independientes y soberanas, bajo la responsabilidad de asegurar los esfuerzos que demande el nuevo orden mundial multipolar.
Ahora bien, sabiendo de dónde venimos, sabremos hacia dónde marchamos.
Recordemos que con el último gobierno de facto, el 24 de marzo de 1976, se instala la más atroz como sangrienta dictadura bajo el predominio de la economía ultraliberal de Martínez de Hoz hasta que por la derrota en Malvinas, deciden llamar a elecciones, instalando el ejercicio de una “democracia claramente condicionada”, por un sistema financiero extranjerizado, incentivación privilegiaba de la exportación de productos primarios, privatización de empresas del estado, etc.
Sabiendo que la lucha por el poder siempre es determinada por intereses y no por ideas, comprobamos que este proceso terminó consolidando la influencia neoliberal que siempre los partidos políticos despliegan, instalando la decadencia y la confrontación que se enquistan y perduran hasta el presente.
Cuando el 1ro.de Julio de 1974, fallece Perón, siendo Presidente de la Argentina y Conductor del Justicialismo que en conjunción con otras fuerzas partidarias había sido elegido Presidente con el 62 % de los votos, despierta el interés y constituye la primera señal en el ámbito del Partido Justicialista la lucha por el poder, porque saben que el que se queda con la conducción del Partido, tiene asegurada la posibilidad de alcanzar el poder del Estado.
La segunda señal de esta lucha por el poder, lo ejemplifica el Dr. Raul Alfonsín que en su campaña política hacia el 10 de diciembre de 1983, encaró con mucha picardía una movida electoral, incorporando varios atributos que históricamente habían sido distintivos de los actos peronistas, como clara intención de atraer votos de ese sector.
Y como siempre, entramos de lleno a un proceso político, económico y social muy complejo que es aprovechado – en el último escenario electoral de 2023 – por el candidato anarco libertario que accede al sillón de Rivadavía impulsando la antítesis del peronismo, pero usando la confrontación con el Kirchnerismo que durante más de 20 años – al igual que otros dirigentes que actuaron en nombre del peronismo – jamás hablaron ni impulsaron el “Proyecto de la Comunidad Organizada” y el “Modelo argentino para el Proyecto nacional”.
Esto pone en claro que después de la muerte de Perón, ningún “peronista” ocupando la presidencia, realizó un gobierno doctrinariamente peronista, peor aún ya que enfrascados en sus ambiciones personales, terminaron tejiendo oportunidades con el sector liberal para crear la alternancia en el poder.
De esta manera, la confrontación es una estrategia que divide a los argentinos pero le sirve a la mediocridad de una clase política que actúa contrariamente, a lo que promovió el retorno de Perón que fue la concertación política denominada “la hora del pueblo”, cuya consigna señalaba que: “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”.
La actuación de esta partidocracia durante más de 40 años, generó en la sociedad argentina el desengaño y el hartazgo, sobre todo ante el crecimiento de la pobreza y el desvergonzado reemplazo del trabajo por subsidios y planes sociales, generando un proceso de degradación social a la que todos los gobiernos contribuyeron. Esto fué lo que en el 2023, terminó generando una oposición variopinta que hastiada de tanta impudicia y corrupción, optaron por el libertario – cuando muchos no tuvieron en cuenta su verdadera estrategia política.
Ausencia del Proyecto Nacional Argentino
Lo único que está en claro es el Proyecto de LLA ya que hoy protestan sectores que no lo votaron y otros que lo votaron, junto a dirigentes partidarios – sin que nadie esboce una estrategia de sentido contrario a la que propone el Presidente autodefinido como anarquista de mercado.
Este escenario político nos muestra a una parte de la dirigencia partidaria negociando con Milei que necesita incrementar su presencia en el parlamento por la posibilidad de su reelección para un segundo mandato, mientras otros sectores tejen relaciones con quienes han quedado desguarnecidos ante el proyecto económico de la LLA., sin que tampoco muestren un proyecto integral que restituya a la Argentina su independencia, libertad y soberanía usurpadas por la trilogía imperial de EE., Inglaterra e Israel.
Milei implementó el Rigi para entregarle al empresariado y financistas extranjeros, la producción extractivista, industrial, energética, etc., junto a la introducción de sus productos para el mercado interno descolocando a las pymes locales y afectando a millones de trabajadores, ingenieros, técnicos e investigadores, de gran prestigio a nivel mundial.
Cuando la dirigencia calla, es porque otorga. Tal vez no les preocupe el rumbo del país al igual que gobernadores que solo les interesa cuidar sus “quintitas” o las entidades intermedias laborales, empresarias, tecnológicas, industriales y del campo que luchan y protestan separadamente, mostrando el desapego a la conciliación de una propuesta integradora para el futuro de una Argentina, con trabajo, cultura y producción nacional.
Este panorama, contiene una población desarraigada del bien común, adormecida por las frustraciones y preocupada por el día a día, sin poder imaginar un futuro ya que sólo intenta salvarse de la hecatombe. Esto preocupa de sobremanera a muchos dirigentes de Pymes, cooperativas, mutuales, profesionales, comercios, etc., ya que nadie propone acciones concurrentes, mientras los dirigentes de partidos y coaliciones, sólo viven para las próximas elecciones.
Este escenario solo favorece a los grandes empresarios que son “los únicos héroes” mientras nos desespera la continuidad de “la Casta”, la que Milei no destruyó.
Conclusiones:
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- La dirigencia política en general no piensa en la integración de propuestas comunes que promuevan la defensa de nuestra independencia nacional como la definición de los ejes estratégicos del Proyecto Nacional de los argentinos, rechazando las injerencias de la trilogía de EE.UU., Inglaterra e Israel, como de cualquier poder extranjero.
- Por el contexto decadente que presenta esta democracia, no creemos que las elecciones 2025, proponga algo trascendente ya que “la Casta” sigue negociando con el Presidente que solo destruyó sus secuelas, que pagamos millones de argentinos.
- Por lo tanto, es fundamental que las entidades intermedias se integren en un mismo movimiento y respondan solo al poder del pueblo organizado, proponiendo un plan de emergencia para recuperar, el trabajo y la producción nacional, poniendo la economía al servicio del bienestar social y no de la especulación financiera.
Luis A. Esterlizi
Ex-Ministro de O. Públicas de Córdoba 73/74