Kicillof analiza desdoblar las elecciones bonaerenses para dificultar la estrategia de Milei


En el entorno de Axel Kicillof gana terreno la posibilidad de desdoblar las elecciones provinciales de 2025, una movida que podría complicar el armado político de Javier Milei y su partido, La Libertad Avanza. Aunque la propuesta enfrenta resistencias internas, principalmente de Cristina Kirchner, el gobernador bonaerense sopesa los beneficios de esta estrategia disruptiva.


Una maniobra para romper la polarización

El desdoblamiento implicaría que las elecciones provinciales se realicen en una fecha distinta a la de las nacionales, algo inédito en la historia de la provincia. Esta decisión buscaría desarticular la polarización que favorece a Milei, quien emerge como el principal adversario del kirchnerismo, y debilitar la influencia del PRO como potencial articulador opositor.

Fuentes cercanas a Kicillof señalan que la jugada podría dejar expuesto el limitado armado territorial de La Libertad Avanza en Buenos Aires. La provincia, caracterizada por su compleja estructura política municipal, exige una presencia sólida en los distritos, algo que Milei aún no ha logrado consolidar.

De concretarse, la medida también podría amplificar el peso de los intendentes locales, un factor que beneficia tanto al peronismo como a las fuerzas tradicionales como el PRO y el radicalismo. Esto diluiría la base electoral de Milei y podría reconfigurar el mapa político opositor.

La fragilidad territorial de La Libertad Avanza

La falta de una estructura territorial fuerte es uno de los mayores puntos débiles de Milei en Buenos Aires. Actualmente, su espacio político depende de alianzas menores y figuras vinculadas al bullrichismo, insuficientes para sostener una campaña efectiva en un esquema desdoblado.

En este escenario, las elecciones provinciales podrían girar en torno a dinámicas locales, donde los barones del conurbano y los líderes de municipios del interior juegan un papel clave. Esto daría al peronismo una ventaja significativa frente a una oposición fragmentada.

Las tensiones con el kirchnerismo

La idea del desdoblamiento no convence a Cristina Kirchner, quien insiste en que las elecciones provinciales y nacionales deben coincidir. Su postura, respaldada por el juez electoral Alejo Ramos Padilla, se basa en la tradición electoral del kirchnerismo, que históricamente ha buscado unificar los comicios para maximizar el arrastre de sus candidatos nacionales.

A pesar de esta presión, algunos intendentes peronistas ven con buenos ojos la propuesta de Kicillof. Alegan que separar las elecciones les permitiría consolidar su influencia local y evitar quedar a merced de la dinámica nacional.

Desafíos logísticos y políticos

El principal obstáculo para desdoblar las elecciones es la logística. Organizar dos comicios en la provincia más grande del país no solo sería costoso, sino también un desafío administrativo considerable. Además, la implementación de un sistema mixto—boleta única para las categorías nacionales y boleta tradicional para las provinciales—podría generar confusión entre los votantes.

Una decisión clave para el 2025

La decisión de Kicillof no solo definirá el escenario electoral bonaerense, sino que también tendrá un impacto significativo a nivel nacional. Un eventual desdoblamiento podría desarticular la estrategia de polarización de Milei, pero también expondría al gobernador a críticas internas y desafíos logísticos.

En este tablero político en constante movimiento, el 2025 se perfila como un año clave, con Buenos Aires en el centro de una partida donde cada movimiento será decisivo para el futuro del peronismo y de sus adversarios.

Prefiero esta respuesta