Fuertes críticas por la ausencia argentina en el aniversario del Tratado de Paz con Chile

La decisión del presidente Javier Milei de no enviar al canciller Gerardo Werthein a la conmemoración del 40° aniversario del Tratado de Paz entre Argentina y Chile ha desatado una fuerte controversia tanto a nivel nacional como internacional.

 


El evento, que se celebrará mañana en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano bajo la conducción del Papa Francisco, conmemora el histórico acuerdo que en 1984 puso fin al conflicto por el Canal de Beagle.

En lugar de Werthein, la representación argentina estará a cargo de una delegación encabezada por el embajador ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino. También formarán parte de la comitiva el embajador en Italia, Marcelo Giusto, y el ex embajador Enrique Candiotti, figura clave en las negociaciones que derivaron en el acuerdo.

Justificaciones oficiales y el trasfondo de la ausencia

El canciller Werthein atribuyó su inasistencia a un incidente ocurrido durante la reciente cumbre del G20 en Brasil, donde, según explicó, se produjo “un desencuentro” con el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano. “Tenemos un profundo respeto por el Papa Francisco y una excelente relación con el Vaticano, pero a veces las circunstancias desaconsejan asistir”, declaró Werthein.

Pese a su ausencia, el funcionario destacó la vigencia de la relación bilateral con Chile y subrayó la importancia histórica del Tratado de Paz de 1984, que contó con la mediación del entonces Papa Juan Pablo II y el cardenal Antonio Samoré. Werthein aseguró que la delegación argentina “refleja el compromiso del país con la memoria de este logro diplomático”.

Repercusiones y críticas contundentes

La ausencia del canciller en un evento de tal relevancia no tardó en generar críticas. En una declaración conjunta, cinco ex cancilleres argentinos –Rafael Bielsa, Jorge Taiana, Susana Malcorra, Felipe Solá y Santiago Cafiero– calificaron la decisión como “un gesto de desprecio innecesario” hacia uno de los mayores logros de la diplomacia argentina. Según afirmaron, la medida compromete “décadas de trabajo y liderazgo reconocido en la región”.

Desde la Unión Cívica Radical, el senador Martín Lousteau instó al Gobierno a reconsiderar su postura, destacando el rol fundamental que tuvo el cardenal Samoré en la resolución pacífica del conflicto y la firmeza del presidente Raúl Alfonsín al someter el acuerdo a una consulta popular que avaló masivamente la paz. “Es inadmisible que Argentina no envíe a su principal representante diplomático a un evento que simboliza la superación de un conflicto que pudo haber derivado en guerra”, expresó el legislador en un comunicado.

La posición chilena y el evento conmemorativo

Del lado chileno, el canciller Alberto van Klaveren liderará la delegación que participará del acto, acompañando al presidente del Senado, José García Ruminot, y al arzobispo de Santiago, Fernando Chomali. En tanto, la ceremonia incluirá la emisión de sellos postales conmemorativos por parte de Argentina, Chile y el Vaticano, reforzando el carácter simbólico de la jornada.

Aunque desde Santiago no se han emitido declaraciones oficiales sobre la ausencia de Werthein, fuentes diplomáticas expresaron “sorpresa” ante la decisión, dado el peso histórico del Tratado de Paz como un ejemplo de resolución pacífica de conflictos territoriales en América Latina.

Un gesto que abre interrogantes

La decisión del gobierno argentino deja abiertas múltiples interpretaciones. Para algunos analistas, refleja un desinterés por preservar los gestos simbólicos que consolidan la política exterior del país. Para otros, pone en evidencia las tensiones internas en torno a la conducción de la diplomacia bajo la administración de Milei.

Lo cierto es que, en un contexto donde los vínculos internacionales son cada vez más relevantes, la ausencia de un actor clave como el canciller argentino en un evento de esta magnitud puede tener consecuencias tanto en la relación con Chile como en la imagen del país ante el mundo.