«Milei Consolida su Alianza con Trump y Apuesta por la Nueva Derecha Global»


Milei busca respaldo en Estados Unidos y se alinea con la agenda de Trump

En un viaje relámpago cargado de simbolismo político, el presidente argentino Javier Milei se trasladó a Estados Unidos para encontrarse con su referente ideológico, Donald Trump. La visita coincidió con una convención conservadora organizada en Florida por el America First Policy Institute, y la imagen de ambos líderes juntos fue uno de los momentos más destacados del evento. Milei, un abierto admirador del estilo y la agenda política de Trump, se apresuró a felicitarlo por lo que calificó como «la remontada política más grande de la historia», en alusión a la reciente victoria electoral del líder republicano.

El encuentro no se limitó a una simple foto protocolar. En su discurso, Milei elogió a Trump por su capacidad para desafiar al «establishment político» en Estados Unidos, una batalla que, según sus palabras, incluso puso en riesgo la vida del exmandatario. En su breve intervención en español, el presidente argentino reforzó su mensaje afirmando que «las fuerzas del cielo están de nuestro lado», frase que dejó entrever su visión de una misión casi divina en su lucha contra lo que considera el statu quo político global.

Un claro alineamiento ideológico

La reunión en Florida sirvió no solo para sellar la relación personal entre ambos líderes, sino también para subrayar el alineamiento de Argentina con la agenda de la nueva derecha global, representada en gran parte por el movimiento MAGA («Make America Great Again») de Trump. El propio expresidente estadounidense devolvió los elogios, calificando a Milei como «una persona MAGA» que está logrando sus objetivos en Argentina. Estas declaraciones reforzaron la sintonía política entre ambos líderes, quienes comparten una narrativa basada en la confrontación directa con el sistema tradicional y una defensa de valores nacionalistas y conservadores.

Antes de la gala, Milei mantuvo una reunión privada con su nuevo canciller, Gerardo Werthein, y tres empresarios estadounidenses: Rob Citrone, Matt Dell Orfano y Barry Bennett. El contenido exacto de esta reunión no trascendió, pero la presencia de figuras del sector empresarial sugiere que la administración Milei busca afianzar lazos económicos con actores clave en Estados Unidos. Este encuentro refleja una estrategia de buscar alianzas y apoyo financiero en un contexto global donde las relaciones bilaterales y el apoyo privado juegan un rol crucial para la estabilidad política y económica de su gobierno.

Un futuro incierto en la política internacional

El acercamiento de Milei a Trump y a la esfera conservadora estadounidense plantea interrogantes sobre el futuro de la política exterior argentina. Mientras fortalece su vínculo con sectores de derecha en Estados Unidos, su postura en organismos internacionales, como la ONU, sugiere un distanciamiento respecto a consensos globales sobre derechos humanos y cuestiones de género. Este movimiento puede consolidar su base de apoyo entre votantes que rechazan la agenda progresista, pero también podría aislar a Argentina en foros internacionales clave.

En ese sentido la alineación de Argentina con la agenda conservadora global quedó en evidencia en la reciente votación en la ONU, donde el país, en una sobre actuación, fue el único en oponerse a una resolución sobre violencia de género. Este gesto fue interpretado por muchos como una muestra del giro ideológico del gobierno de Milei, en un contexto en el que la agenda de derechos y diversidad sigue siendo un tema divisivo tanto a nivel local como internacional.

La visita de Milei a Estados Unidos y su estrecha relación con Donald Trump y las ultimas posiciones de argentina en el seno de las Naciones Unidas, son, sin duda, señales claras de hacia dónde apunta su gobierno. A contramano de la tendencia mundial de fortalecer la cooperación multilateral y los derechos de las minorías, Argentina parece haber elegido un camino que prioriza  el realineamiento con una nueva derecha global. Los próximos meses serán decisivos para evaluar si esta apuesta logra resultados tangibles en términos de inversión y crecimiento, o si, por el contrario, profundiza la polarización y el aislamiento en la arena internacional.