Los libertarios que se comparan con Carlos Menem olvidan que tras cinco meses no lograron aprobar ni una sola ley en el Congreso, mientras que Menem, en circunstancias más adversas, demostró una capacidad de gestión y política que dista mucho de la actual administración libertaria.
Este contraste es evidente. Mientras Milei lleva cinco meses sin sacar adelante ni una sola ley en el Congreso, Menem logró aprobar alrededor de 855 leyes solo durante su primer mandato. Es cierto que su gobierno estuvo marcado por la frivolidad y el jet set en medio de ajustes y privatizaciones, pero detrás del espectáculo hubo una gestión política efectiva, diálogo y un entendimiento federal que permitieron gobernabilidad.
Llegó el 25 de Mayo y el panorama es desolador: Sin Pacto de mayo, sin leyes aprobadas, sin diálogo con la oposición, con 70 pacientes oncológicos fallecidos por falta de medicación, cinco toneladas de alimentos pudriéndose mientras 40 mil comedores no reciben provisiones desde diciembre, y una brutal presión económica sobre las provincias y los sectores más vulnerables. Los trabajadores y jubilados enfrentan ajustes salvajes que profundizan aún más la crisis social.
Los libertarios que comparan a Javier Milei con Carlos Menem deberían recordar que gobernar va más allá de la retórica y los shows mediáticos. Menem, con todos sus defectos y controversias, mostró una capacidad de gestión y una habilidad para el diálogo político que los actuales líderes libertarios están lejos de alcanzar. La diferencia es clara y la comparación, fallida.
