Fue en Costa Salguero. El liberatrio tampoco lo nombró. Confirmó a Ocampo en el Banco Central, anunció su ministro de Infraestructura y le contestó a Rosatti.
Al ritmo de la banda La Beriso -ya no de La Renga-, Milei arribó poco después de las 20 al salón Golden Center ante un público que mezclaba empresarios, dirigentes gremiales e integrantes de las listas de La Libertad Avanza. «Si mejoramos nuestra fiscalización y logramos que más gente vaya a votar, no le queden dudas de que vamos a tener un Viva la Libertad carajo!», agitó Milei, vestido de traje, a modo de conferencia, sin las camperas de cuero que luce en las caminatas.
Milei destacó una vez más al gobierno de Carlos Menem como el único que tuvo estabilidad y pronosticó que, con el aumento de precios de los últimos meses, el país va «camino a la hiperinflación». «Lo increíble -insistió- es que alguien defienda tener un Banco Central». «Tenemos indicadores sociales peores que en 2001 y el desequilibrio del Central es similar a 1989. Están todos los elementos dados para tener la peor crisis de la historia», agitó.
Nuevo ministro y palos a Rosatti
Milei presentó por enésima vez su plan de gobierno con las cuatro generaciones de reformas (prometió no más de diez impuestos) y aprovechó la descripción para anunciar a un miembro del gabinete que diseña, además de apuntar contra sus dos enemigos de la semana, Juntos por el Cambio y el supremo Rosatti.
El flamante candidato a ministro es Guillermo Ferraro, quien ocupará la cartera de Infraestructura si hay gobierno libertario, con la misión de eliminar la obra pública e implementar un plan de iniciativa privada similar al que se aplica en Chile. Ferraro, que es además uno de los encargados de organizar la fiscalización para el 22 de octubre, tiene trayectoria en consultoría industrial, con años en la filial de KPMG. «Bienvenido a las fuerzas del cielo», lo recibió Milei.
El candidato de La Libertad Avanza acusó de «gatafllorismo» a quienes lo critican por tener proyectos a largo plazo. «En 35 o 40 años podemos alcanzar el nivel de Estados Unidos. Si quieren correr una maratón, siempre hay que dar el primer paso».
Milei no mencionó a sus rivales en la contienda presidencial, pero volvió a elegir a Juntos por el Cambio como sparring. Reprochó que le hayan criticado apoyar la baja del impuesto a las Ganancias en el Congreso. «Hablan de hiperinflación por votar una baja de impuestos, pero no bajaron el gasto. ¡Hay que ser hipócrita! Pero, bueno: están terceros cómodos», se burló.
El último tramo de su charla fue para defender el plan de dolarización. Aseguró que es posible liquidar el Banco Central rescatando los 40 mil millones de dólares con reservas y buscando captar los títulos, si bajan de precio. «Ven que hay fideos y tuco», ironizó, en alusión a la analogía que usó para criticarlo Carlos Melconián, economista de cabecera de Patricia Bullrich.
Finalizó con una respuesta al presidente de la Corte. «¿Qué pasa si yo imprimo plata y les quiero comprar cosas? Estaría robando. Para el señor Rosatti, robar está bien. Para mí, para todos los argentinos de bien, robar está mal».



