A cuarenta años de continuidad democrática bien vale reconocer una situación de la seguridad nacional y del Sistema de Defensa Nacional cuya recuperación no admite dilaciones. La falta de mínimas capacidades efectivas compromete la existencia de la República Argentina tal como la conocemos e imaginamos, ya que hay afectaciones presentes y un alto riesgo sobre los tres intereses vitales nacionales, que son el territorio, el pueblo y su forma de gobierno, así como sobre otros intereses estratégicos.
En la siguiente imagen podemos observar la evolución del presupuesto de la Jurisdicción Ministerio de Defensa y de la Función Defensa (según el nomenclador económico nacional) desde 1995 hasta la fecha, expresado en porcentaje del PBI:
En el gráfico se aprecia:
- El promedio mundial de gastos de Defensa es de aproximadamente el 2,4% del PBI.
- El promedio sudamericano es de aproximadamente el 1,5 % del PBI
- Desde 2006 Argentina dedica menos del 1 % del PBI. Desde 2019 Argentina dedica menos de la mitad del promedio sudamericano. En 2023 por todo concepto, la jurisdicción tendría su menor histórico: el 0,65 % del PBI.
- Según el nomenclador económico nacional, solo se gasta en la función específica de la Defensa aproximadamente la mitad del presupuesto del Ministerio de Defensa (el 0,28 % del PBI).
- En el Libro Blanco de la Defensa Nacional del año 2010 y en el primer Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional del año 2012 se contempló alcanzar hasta el 2020 para la jurisdicción, el 1,5 % del PBI.
- En los últimos trece años no solo no se cumplió lo planificado, sino que el esfuerzo en Defensa Nacional medido como porcentaje del PBI ha disminuido al menor nivel conocido de la historia argentina.
- Desde 2010 hasta 2023, la diferencia entre lo planificado y lo hecho acumula un monto mayor a 20.000 millones de dólares estadounidenses derivados a otras finalidades del Estado nacional. Un equivalente a más de cinco presupuestos anuales de defensa promedio (4.000 mill. de dólares).
Los autores de la propuesta pertenecemos al Instituto de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional y trabajamos desde 2021 preocupados por las mínimas capacidades disponibles que dan lugar a una seria estimación de riesgos con alta probabilidad e impacto severo sobre la vida y libertad del pueblo argentino, la integridad territorial, la soberanía, la independencia y la autodeterminación de la República Argentina, que consideramos inaceptables y necesitan del Sistema de Defensa Nacional de la República Argentina para reducirlos a niveles razonables. El conocido “riesgo país” de importancia económica se ve incrementado a consecuencia del alto riesgo político resultante de su inseguridad interna y externa.

Como resultado de ello, hemos elaborado un documento con diagnóstico, análisis y propuestas que adjuntamos al final de este artículo, sintetizando el contenido de una Directiva Política de Defensa Nacional ya elaborada y de posible interés para todos los partidos políticos actuales, por tratarse de una política de Estado.La Argentina que deseamos tiene a la Defensa Nacional entre las funciones esenciales del Estado-nación y bajo la ineludible responsabilidad del Presidente de la Nación, que es además el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas; como también del Congreso de la Nación, por sus atribuciones conferidas en la Constitución Nacional. El Sistema de Defensa Nacional concebido constitucional y legalmente no comprende sólo al Ministerio de Defensa y sus fuerzas armadas, sino que incluye a todo el pueblo argentino y se vincula de una u otra forma con todas las actividades del Estado.
Contrariamente a la paz mundial que algunos creían alcanzada a fines del siglo pasado, con la duplicación de la población de la Tierra en los últimos 50 años, las contingencias del cambio climático que multiplica los conflictos, y la permanente disputa por la hegemonía mundial, esta vez entre occidente y oriente, se da una creciente inestabilidad que genera un severo riesgo de confrontación armada entre las grandes potencias, y múltiples disputas entre actores estatales y no estatales de menor nivel.Asimismo, a pesar de una aparente estabilidad sudamericana, la percepción de necesaria protección de sus intereses nacionales ha llevado a los países próximos a disponer de mayores capacidades militares que hoy superan ampliamente las de Argentina y hasta permiten la vigilancia y control de nuestro mar y la Antártida Argentina.
Contrariamente a la tendencia internacional, en las últimas cuatro décadas el Sistema de Defensa Nacional argentino ha sufrido una inequívoca desatención que hoy nos tiene en alto riesgo de perder parte de lo nuestro, con miserables capacidades militares para cumplir la misión principal de proteger y recuperar los intereses vitales argentinos, tales como su integridad territorial desde La Quiaca hasta el Polo Sur y desde los Andes hasta las Cataratas del Iguazú y las Islas Sandwich del Sur; como la vida y la libertad del pueblo argentino; así como la soberanía, nuestra independencia y la autodeterminación, aparte de otros intereses estratégicos.Argentina enfrenta varios conflictos internos y externos, dentro y fuera de su jurisdicción terrestre, marítima y aérea de 11 millones de km2, cada uno con su riesgo medible, y hasta una disputa de soberanía territorial con un Estado europeo, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que invadió y nos ocupa ilegalmente la superficie equivalente a otra Argentina continental en el Atlántico Sur.
Frente a esta situación, la misión principal de la Defensa Nacional parece ser vista sin prioridad por las actuales propuestas de gobierno conocidas hasta el momento, en todo el espectro político, y tan solo se habla de funciones militares subsidiarias.Por ello, nuestra propuesta cuyo documento se agrega, comprende una serie de medidas indispensables que, dentro de la Constitución Nacional y sin necesidad de cambiar las leyes existentes, aunque su actualización pudiera ser aconsejable, constituyen el RENACER DEL SISTEMA DE DEFENSA NACIONAL.

Por ello, es indispensable que todos los argentinos seamos conscientes de las afectaciones y los severos riesgos que enfrenta la República Argentina y de la necesidad de cumplir con responsabilidad las previsiones normativas existentes. Una postura defensiva y preventiva y con mirada hacia el futuro de corto, mediano y largo plazo tiene una importancia sustancial y demanda iniciar inmediatamente la recuperación del Sistema de Inteligencia Nacional.Complementariamente, es prioritario que, como menciona el Art. 9 de la Ley de Defensa Nacional N° 23.554, todo el pueblo argentino se eduque, interese, participe, desarrolle resiliencia y alimente su autoestima sintiéndose parte de ese RENACER DEL SISTEMA DE DEFENSA NACIONAL al que pertenece.
Una propuesta del Instituto de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Elaborada por: Capitán de Navío VGM (RE) Sergio Coppini, Vicealmirante VGM (RE) Esp. Eduardo A. Fondevila Sancet, Comodoro de Marina VGM (RE) Mg. Eduardo L. Ganeau, Coronel Mayor VGM (RE) Lautaro Jimenez Corbalán, Mg. Aldo M. Senestrari y Dip. Nac. MC Carlos Gastón Roma.

