El salto del IPC al 7,7% publicado el viernes por el Indec disparó, a partir del lunes, un recalentamiento de las variables financieras clave para este 2023 electoral: las cotizaciones paralelas del dólar y el ingreso de reservas del agro. El fenómeno estuvo motorizado también por la incertidumbre política generalizada.

Si hay algo que despiertan las aceleraciones inflacionarias es una salida dolarizadora por parte de los ahorristas. De ahí la necesidad del Gobierno de ofrecer más tasa en los instrumentos en pesos. En la licitación del miércoles el Tesoro lideró con la que representa el techo del sendero de tasas: la de las Ledes en las licitaciones. Ofreció un 132,5% en la Lede a 101 días, un instrumento parecido a la Lede a 91 días de la licitación pasada, por el que ofreció en aquel entoncer 124%. Una suba importante. En la tarde del jueves, anticipan los analistas, el BCRA hará lo propio.

Coincidió el director de la consultora Sarandí, Sergio Chouza: “Es momento de reconocer que la inflación mensual va a ir encontrando una zona de convegencia en corto plazo en torno a 7% y entonces la tasa de referencia tiene que tener un parámetro en torno al 7% mensual, lo cual representa una tasa efectiva anual de 125%”.

Y agregó: “Me parece que estan dadas las condiciones para no sólo no alejarse del programa del FMI, que planteaba eso como una premisa de política monetaria, sino como para no desincentivar el ahorro en plazos fijos y no contribuir a un escenario en el que migran mas depósitos a posiciones dolarizadas. Hoy en el trade off entre resignarse a tener un pasivo cuasifiscal demasiado alto, versus echar combustible a la hoguera de la dolarización, me parece que me quedo con lo primero, que es un mal pero es menor. Esperaría que suban la tasa. Un 7% es lo minimo necesario”.

Con todo, dada la suba de tasa convalidada por la Secretaría de Finanzas, ayer el Tesoro se quedó con $227.132 millones, lo que representó un rollover de 120% respecto a los vencimientos por $189.034 millones que le vencían. Un detalle no menor: los ahorristas llegaron a ofrecer $408.105 millones. Como exigían una tasa mayor a la que ofreció el Tesoro, pese a la suba que concedió, el grueso quedó afuera.