Sostienen que la guerra generó una distorsión en el flujo de importaciones y exportaciones. Apuestan a la sintonía fina en las compras al exterior y los desembolsos de multilaterales.
Al mismo tiempo, señalan que opera un cambio de estacionalidad. “Los precios de la energía subieron muchísimo entonces el Gobierno está importando lo más anticipadamente posible y todo eso se pagó por adelantado. En julio va a haber pocos pagos y en agosto ya no habrá ninguno. Las compras del sector se anticiparon hacia adelante y nos generaron un déficit muy grande”, explicó el vicepresidente segundo del Banco Central de la República Argentina, Jorge Carrera.
Por el lado de las exportaciones el fenómeno es al revés. A pesar de que subieron mucho los precios, las ventas son lentas. Cómo consignó este medio ayer, en junio ya ingresaron más de u$s1.900 millones. En términos de dólares la liquidación es superior a la de años anteriores, pero no así en toneladas de granos. “Mucha gente se ha sentado encima de su silo esperando una devaluación”, señalan desde el Gobierno.
Los datos del Ministerio de Agricultura indican que de un total de 43,3 millones de toneladas, hasta el momento los agricultores vendieron 17,9 millones, por lo que todavía quedan por vender unas 25,4 millones. Por lo que en la entidad que conduce Miguel Ángel Pesce esperan que el ingreso de dólares esté espaciado durante todo el año, con un ingreso de divisas mayor al habitual durante la segunda mitad del 2022.
Según explican en el Banco Central, la demora en la acumulación de reservas, también se da por un retraso en los desembolsos de los organismos multilaterales de crédito. De acuerdo a fuentes oficiales, hay cerca de u$s 1.200 millones que deberían haber llegado pero por cuestiones “burocráticas” ingresarán en los próximos meses.
Con todo, en el Gobierno apuestan a que la salida de divisas desacelere su marcha una vez que las empresas empiecen a agotar el cupo de importaciones que tienen asignado por el Banco Central. En esa línea, afirman que “la meta de acumulación de reservas se va a cumplir”. Mientras tanto, el FMI prepara la lupa para la segunda revisión y las tenencias netas aparecen como la variable más comprometida.

