Educación en retroceso: el Presupuesto 2026 profundiza el desfinanciamiento de la formación técnica, las universidades y la ciencia.
Redacción Data política y económica
Un informe del CEPA Centro de Economía Política Argentina advierte sobre un ajuste estructural sin precedentes en el sistema educativo, con recortes históricos que afectan a las escuelas técnicas, las universidades públicas y el sistema de ciencia y tecnología.
El proyecto de Presupuesto Nacional 2026 consolida un giro regresivo en materia educativa y científica. Así lo señala un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que analiza las partidas previstas para el próximo ejercicio y las compara con los niveles de ejecución de años anteriores. El diagnóstico es claro: el Estado nacional profundiza el desfinanciamiento del sistema educativo en todos sus niveles, con impactos particularmente severos sobre la Educación Técnico Profesional (ETP), las universidades y la investigación científica.
Uno de los datos más críticos del informe es el recorte al Fondo Nacional de Educación Técnico Profesional (FoNETP), instrumento creado por ley para garantizar infraestructura, equipamiento y actualización tecnológica en las escuelas técnicas. Según CEPA, en términos reales el FoNETP registra en 2026 una caída del 93% respecto de lo ejecutado en 2023, lo que implica un deterioro sin precedentes en el financiamiento de la educación técnica.
El vaciamiento del fondo no es un hecho aislado. Aunque el FoNETP continúa vigente en el plano normativo, su ejecución fue sistemáticamente restringida. En 2025, el Gobierno nacional ejecutó apenas el 10,8% de los recursos correspondientes, mientras que para 2026 se proyecta una ejecución aún menor, del 3,5%. En la práctica, sostiene el informe, el fondo queda neutralizado como política pública sin necesidad de una derogación formal.
El ajuste se inscribe en una estrategia más amplia. El proyecto de Presupuesto 2026 incorpora disposiciones que buscan eliminar pilares centrales del sistema educativo y científico argentino. En particular, el artículo 30 propone derogar el Fondo de Escuelas Técnicas, la garantía de inversión mínima del 6% del PBI para educación y la meta del 1% del PBI destinada a ciencia y tecnología.
Estas metas, establecidas por ley, funcionaron durante años como un piso de protección frente a los ciclos de ajuste fiscal. Su eliminación deja el financiamiento educativo y científico sujeto a decisiones discrecionales del Poder Ejecutivo, sin resguardos legales que aseguren previsibilidad y continuidad en áreas estratégicas para el desarrollo nacional.
El impacto del recorte se refleja también en la caída general de la Función Educación y Cultura. De acuerdo con los cálculos de CEPA, entre lo ejecutado en 2023 y lo proyectado para 2026 esta función presupuestaria registra una contracción real del 47,3%. Se trata de un ajuste transversal que alcanza a todos los niveles del sistema educativo, desde la educación obligatoria hasta la universitaria.
En el ámbito universitario, la reducción de partidas reales profundiza las dificultades para sostener el funcionamiento cotidiano, la investigación y las tareas de extensión. A ello se suma la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y el deterioro de la infraestructura, factores que afectan la calidad académica y el acceso de los estudiantes.
El sistema de ciencia y tecnología enfrenta un escenario similar. La eliminación de la meta del 1% del PBI implica resignar una política de Estado orientada a fortalecer la investigación y la innovación. Organismos científicos y tecnológicos quedan expuestos a una reducción sostenida de recursos que compromete la continuidad de proyectos, la formación de investigadores y la vinculación con el aparato productivo.
El informe de CEPA subraya que estos recortes no responden a una coyuntura excepcional, sino a una redefinición del rol del Estado. El desfinanciamiento educativo y científico aparece como una decisión estructural, coherente con un enfoque fiscal que prioriza el ajuste del gasto público aun a costa de debilitar capacidades estratégicas.
En un país con fuertes desigualdades sociales y territoriales, la educación técnica, la universidad pública y el sistema científico han sido históricamente herramientas centrales de movilidad social y desarrollo productivo. El Presupuesto 2026, tal como está formulado, consolida un retroceso que no solo impacta en el presente del sistema educativo, sino que condiciona el futuro económico y tecnológico de la Argentina.
