Con la mirada puesta en el verano, Diego Martín analizó cómo Tandil apuesta al turismo, la industria del conocimiento y la diversificación productiva para sostener el crecimiento.
Con la temporada de verano cada vez más cerca y en un contexto económico desafiante a nivel nacional, Tandil vuelve a posicionarse como uno de los destinos bonaerenses que apuesta a la diversificación, no solo desde lo turístico sino también desde lo productivo y la innovación. En ese cruce de agendas aparece Diego Martín, recientemente asumido como Secretario de Desarrollo Productivo e Innovación del municipio, un rol que llega luego de su experiencia como director de Turismo de la ciudad y que le permite tener una mirada integral sobre dos de los pilares centrales del crecimiento tandilense.
“Ya estoy en cargo de Secretario de desarrollo productivo. La semana pasada asumimos la Secretaría de Desarrollo Productivo e Innovación, así que muy contento”, señaló en diálogo con Código Baires, y remarcó que “el turismo es una de las patas importantes que tiene Tandil en el desarrollo productivo de la ciudad”.
Al referirse a la identidad económica del distrito, Martín destacó la capacidad histórica de Tandil para reinventarse. “Tandil históricamente, en lo que es industria, tuvo la metalmecánica como fundamental y como herramienta productiva principal, más allá del campo y de todo lo que siempre tuvimos, que eso siempre traccionó”, recordó, y agregó que “localmente o en el casco urbano, la metalmecánica fue uno de los desarrollos que más se trabajó en la década de los ochenta, noventa”.
Sin embargo, ese perfil fue mutando con el paso del tiempo. “Fue cambiando y fue migrando todo el desarrollo productivo de la ciudad y hoy se ha reconvertido esta ciudad en una ciudad, por supuesto, con una pata turística, que también fue un desarrollo de estos últimos veinte, veinticinco años, fuertemente”, explicó. En ese sentido, subrayó que el turismo local logró romper con una lógica estacional muy marcada: “Siempre tuvimos la pata turística, pero muy relacionada al turismo religioso, por el tema del Calvario y todo lo que significa Tandil Semana Santa. Pero hoy ya rompió esa estacionalidad y Tandil tiene turismo todo el año”.
Para el funcionario, esa transformación no fue casual. “Esto de la mano, por supuesto, de los emprendedores de la ciudad, de las pymes, pero también del desarrollo de la universidad y de todas las articulaciones público-privado que se van haciendo”, afirmó. Dentro de ese entramado, resaltó el crecimiento del sector tecnológico: “El polo tecnológico, llamémosle hoy, es una herramienta fundamental para la ciudad que sigue creciendo fuertemente, el clúster tecnológico con mucho estado en la ciudad. Muchas empresas se vienen a instalar”.
A la par, mencionó otros sectores que ampliaron la matriz productiva local. “Todo lo que ha ido creciendo en la ciudad, en raíz a cómo se ha ido diversificando esta matriz productiva, también en lo que son, en el caso nuestro, los chacinados, los quesos y todo lo que tenga que ver con la gastronomía”, detalló, y destacó que “Tandil también industrializó estos productos, que eran productos un poco regionales, si querés, o medio de artesanía. Bueno, los llevaron a escalas hoy masivas de exportación”.
En materia turística, y ya con el verano en el horizonte, Martín relativizó el concepto de “temporada alta” para el destino serrano. “Esto de romper la estacionalidad ha permitido, por supuesto, tener turismo todo el año”, sostuvo, aunque aclaró que Tandil sigue siendo elegido especialmente “en los fines de semana largos, en esos periodos en donde la ciudadanía elige esa escapada de fin de semana”.
Sobre la competencia con los destinos de playa, fue claro: “Estamos trabajando fuertemente en la temporada de verano, que es la temporada por excelencia de alta en el turismo nacional, pero por supuesto, ahí pican en punta los destinos que tienen playa”. No obstante, marcó las ventajas diferenciales de la ciudad: “No tenemos playa, pero tenemos descanso, relax, sierras, y una cantidad de actividades que ofrece Tandil, que ya muchas familias, el que no le gusta el mar, la arena, el sol excesivo, el viento, quizás, bueno, en Tandil encuentra un muy lindo lugar para vacacionar”.
Además, resaltó un valor estratégico: “Esta particularidad de este circuito mar y sierra, que siempre nosotros destacamos, que es la cercanía que tiene Tandil al mar. En Tandil en dos horas estás en el mar”, lo que permite “hacer esta articulación entre la playa y la sierra”.
Consultado sobre los cambios en los hábitos turísticos, Martín coincidió en que las estadías son cada vez más cortas y fragmentadas. “Venimos de, históricamente, la forma de vacacionar era quince días en un mismo destino”, recordó, pero reconoció que hoy “está este picoteo, este ir saltando de destino en destino, o vivir diferentes experiencias en más cortos plazos”. En ese esquema, aseguró que “Tandil ahí es una oferta muy, muy valedera”.
El funcionario también se refirió al impacto de la crisis económica en el entramado productivo local. “Nosotros estamos viviendo también las mismas dificultades que está viviendo el país en su totalidad. En líneas generales, el consumo bajó muchísimo”, afirmó. Esa situación, explicó, obliga a repensar modelos de negocio: “Hoy tenemos que cambiar un poco la matriz con la que siempre se trabajó en Argentina, que era trabajar con una buena rentabilidad, con menos cantidad de producción”.
Sin embargo, advirtió sobre una contradicción estructural: “Sabemos hacia dónde deberíamos ir, que es el volumen y a la baja rentabilidad, pero el volumen se logra con mucho consumo y mucha cantidad de flujo de fondos y de gente”, algo que hoy “todavía está retraído”. En ese marco, sumó otra preocupación: “Otra cuestión importante es el tema de la importación, que se viene cada vez liberando más este tema y para muchas industrias locales es todo un desafío y un problema”.
Por último, Martín se detuvo especialmente en la industria del software, uno de los sectores estratégicos de Tandil. “Sí, por supuesto, siempre perjudica”, dijo al analizar el impacto de un dólar bajo, tanto “por la competitividad hacia afuera y después hacia adentro del consumo”. Si bien reconoció que los trabajadores del sector “van a seguir pudiendo comer porque de pronto tiene un oficio que está dolarizado”, alertó que “no sé si tanto para la inversión o para el crecimiento del sector”.
No obstante, también planteó los desafíos que enfrenta el sector. “La industria del software ha crecido, también se ve, entre paréntesis, un poco amenazada por todo lo que es inteligencia artificial”, explicó, y añadió que “hay que meterse con esas herramientas también, hay que saber articularlas”. A eso se suma la competencia global: “El nivel de competencias es a nivel global, de pronto hay una pica en punta alguien con un bajo costo en dólares en India, y de pronto te saca de la ecuación de si sos o no competitivo”.
Con una matriz productiva cada vez más diversificada, un turismo desestacionalizado y una fuerte apuesta al conocimiento y la innovación, Tandil busca sostener su crecimiento en un escenario complejo, apoyándose en la articulación público-privada y en la capacidad de adaptación que, según Diego Martín, ya es parte del ADN de la ciudad.
Código Baires,
