PAE se posiciona en el centro del nuevo ciclo energético: inversiones, GNL y expansión territorial

Pan American Energy aceleró en las últimas semanas un paquete de proyectos estratégicos que redefinen su peso en el sector hidrocarburífero argentino. La llegada de insumos para el gasoducto de GNL, el avance en el shale rionegrino y la participación en obras clave de transporte consolidan el rol de la compañía en un escenario donde la infraestructura energética vuelve a ser un factor geopolítico central.


Un actor decisivo en la reconfiguración del sistema energético

Pan American Energy (PAE), la mayor productora privada de petróleo y gas del país, desplegó recientemente una serie de movimientos que vuelven a ubicarla en el centro de la estrategia energética nacional. Con presencia histórica en Chubut y Neuquén, la empresa avanza ahora sobre proyectos de alcance federal vinculados al desarrollo del gas natural licuado (GNL), la expansión del shale y la ampliación de la infraestructura de transporte.

Estos proyectos no solo exhiben la capacidad de inversión de PAE sino también su articulación con otros actores del sector —desde YPF y Pampa Energía hasta empresas internacionales como Harbour Energy y Golar LNG—, configurando un escenario donde las decisiones empresarias y la política energética se vuelven cada vez más interdependientes.


GNL: el proyecto que marca el rumbo exportador

El hito más reciente ocurrió el 26 de noviembre de 2025, cuando ingresaron al puerto de San Antonio Este 10.000 toneladas de caños de acero destinados al gasoducto necesario para la futura planta de GNL del consorcio Southern Energy, integrado por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG.

Se trata del primer embarque de gran volumen para una obra que busca conectar la producción de gas de Vaca Muerta con unidades flotantes de licuefacción frente a la costa rionegrina. El objetivo es claro: transformar a la Argentina en exportador estructural de GNL, aprovechando la ventana de precios internacionales y la capacidad de producción del shale neuquino.

Expertos del sector señalan que, sin avanzar en infraestructura de transporte y licuefacción, Vaca Muerta corre el riesgo de estancarse en un cuello de botella productivo. El desembarco de los caños es, por eso, un indicador tangible del inicio de un proceso de inversión de largo plazo.


Río Negro: el desembarco shale fuera de Neuquén

El 24 de septiembre de 2025, PAE y Tango Energy obtuvieron la primera autorización para explotación no convencional en Río Negro, un hecho inédito para la provincia.
El plan piloto, localizado en el área Loma Guadalosa, prevé una inversión inicial de US$ 36 millones para perforar dos pozos horizontales de 3.000 metros.

Con esta autorización, la provincia ingresa por primera vez al circuito de desarrollo de shale, hasta ahora concentrado en Neuquén. Para PAE, implica diversificar su presencia en cuencas con potencial creciente y ampliar el mapa de inversiones hacia zonas donde la competencia por recursos es menor y los costos regulatorios más predecibles.

La definición política del gobierno rionegrino de habilitar no convencional marca además un alineamiento con el modelo de expansión energética que busca posicionar recursos no explotados como parte de una estrategia de desarrollo regional.

Snapshot: Argentine energy projects with Rigi approval, others that may join them


Duplicar Norte: una obra clave para resolver la saturación de ductos

En paralelo, la empresa participa activamente del proceso para ampliar la capacidad de transporte del crudo neuquino. El 14 de noviembre de 2025, el gobierno de Río Negro convocó a audiencia pública por el oleoducto Duplicar Norte, una obra de US$ 380 millones orientada a reforzar la evacuación de petróleo hacia las refinerías y los puertos del Atlántico.

Para PAE y otras operadoras, esta ampliación es fundamental. Los ductos existentes se encuentran al límite de su capacidad, lo que impide aumentar la extracción en el ritmo que demanda el mercado. Sin un nuevo sistema de transporte, el crecimiento productivo se vuelve inviable, sin importar la magnitud de los recursos disponibles.

Duplicar Norte se articula con otras obras que buscan resolver la saturación del sistema troncal y, junto con los proyectos de GNL, define el segundo pilar de la infraestructura crítica para los próximos años.


Un escenario de inversión que cambia la geopolítica energética

El 23 de noviembre de 2025, un informe del sitio especializado Energy Circle proyectó que la Argentina requiere inversiones superiores a los US$ 30.000 millones para consolidar un esquema estable de producción, transporte y exportación de hidrocarburos. En esa matriz, PAE aparece como uno de los actores con mayor capacidad de ejecución y financiamiento.

La compañía avanza en simultáneo en:

  • Producción de gas para futuros mercados de GNL.

  • Expansión territorial del shale fuera de la cuenca neuquina.

  • Obras de transporte que aseguran la viabilidad de la producción.

  • Alianzas estratégicas con empresas nacionales e internacionales.

Este conjunto de movimientos posiciona a PAE en un rol determinante en la próxima década, donde la energía será uno de los ejes de la estrategia económica argentina y un componente central en la disputa geopolítica global.


Conclusión: una empresa en el centro del tablero

Los últimos anuncios de Pan American Energy no son hechos aislados. Se inscriben en un proceso de reconfiguración del sector energético donde la infraestructura, el acceso a capital, la articulación público-privada y la capacidad de planificación se vuelven decisivos.

Con inversiones distribuidas en múltiples frentes —GNL, transporte, shale y modernización productiva— PAE busca consolidar un liderazgo que impactará directamente en el futuro de Vaca Muerta, la balanza energética y la estrategia exportadora del país.

Las obras que hoy comienzan a materializarse definirán, en buena medida, el rumbo del sistema energético argentino en los próximos años. Y PAE está decidida a ocupar el centro de esa escena.