Tras el lanzamiento oficial de la Oficina de Vinculación Tecnológica, el presidente de la Asociación de Parques Industriales Argentinos (APIA), Rodolfo Games, realizó un diagnóstico sobre la actualidad del sistema productivo a nivel nacional, las posibilidades de innovación y desarrollo territorial.
Por Estefanía Cendón/
Especial MOTOR ECONÓMICO
El 18 de noviembre fue presentada la Oficina de Vinculación Tecnológica, una creación conjunta entre el Campus Norte de la Universidad Nacional de Cordoba (UNC), CEICYT Argentina S.A. y APIA para impulsar proyectos de formación, innovación y transferencia tecnológica.
«Este espacio busca fortalecer la articulación entre la academia, el sector productivo y el Estado», explicó Games a Motor Económico. Asimismo, como parte de su análisis coyuntural, aportó: «El sector productivo no tiene indicadores ciertos que le permitan establecer un derrotero absolutamente fluido en cuanto al tipo de cambio, la presión fiscal y todo aquello que tenga que ver con asistencia al desarrollo de su competitividad».
«Decimos que el sector productivo debe ser competitivo, pero muchas veces no les damos las herramientas para que eso sea posible», referenció el especialista, para luego concluir: «La innovación en la Agentina es absolutamente paradójica. Por un lado, existe mucho éxito en cuanto al desarrollo de servicios y productos innovadores y no sólo a nivel nacional, también a nivel internacional. Por otro lado, el apoyo del sector estatal y financiero deja mucho que desear: el Estado actualmente no tiene herramientas que fomenten el desarrollo de tecnologías innovativas».
Motor Económico: ¿Cuál será el aporte de la Oficina de Vinculación Tecnológica a nivel territorial?, ¿qué rol cumplirá APIA?
Rodolfo Games: Al ser la Oficina de Vinculación Tecnológica de APIA una organización que tiene como objetivo principal promover el emprendedurismo, las startups, las nuevas tecnologías y la innovación en todo el territorio nacional, surgió y surge la necesidad de realizar acuerdos, como es el caso del logrado con la Universidad Nacional de Córdoba y con todos los organismos vinculados a la difusión de tecnologías en el territorio nacional.
APIA es una asociación absolutamente federal, que tiene relación con parques industriales en todas las provincias de la Argentina, por lo que su alcance será también realmente federal. Es decir, cualquier persona o institución que tenga un proyecto emprendedor, una startup o simplemente una idea que quiera desarrollar a través de tecnología, puede acercarse a cualquier parque industrial socio de APIA y podrá acceder a vinculación a partir de capacitaciones, aportes de asistencia técnica y, fundamentalmente, la búsqueda de capital para financiar sus proyectos.
ME: ¿Cuál es su visión acerca de la situación actual del sector productivo a nivel país?
RG: El sector productivo a nivel nacional se encuentra atravesando un momento de incertidumbre, en el cual todavía no encuentra los elementos, las herramientas y los factores a nivel macroeconómico y microeconómico que le permitan producir con absoluta certeza de lo que va a pasar en los años por venir. En definitiva, el sector productivo todavía no tiene indicadores ciertos que le permitan establecer un derrotero absolutamente fluido en cuanto al tipo de cambio, la presión fiscal y todo aquello que tenga que ver con asistencia al desarrollo de su competitividad.
Decimos que el sector productivo debe ser competitivo, pero muchas veces no les damos las herramientas para que eso sea posible. Entendemos que los empresarios también tienen que ser absolutamente competitivos, pero si tienen una presión fiscal inaudita, o no encuentran herramientas que los ayuden a recorrer ese camino desde lo financiero, por ejemplo, no pueden llevar adelante las inversiones necesarias para que se logre ese momento de productividad por todos esperado.
ME: ¿Qué necesidades presenta la producción local en términos de innovación? ¿Qué función deberían cumplir el Estado y las universidades al respecto?
RG: La innovación en la Argentina es absolutamente paradójica. Por un lado, existe mucho éxito en cuanto a desarrollo de servicios y productos innovadores, tenemos varios unicornios en Argentina, contamos con muchos productos y servicios que tienen éxito no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Existen también en el sector privado algunas instituciones que apoyan desde la incubación y desde el apadrinamiento este tipo de estrategias.
Por otro lado, el apoyo del sector estatal y financiero deja mucho que desear. El Estado actualmente no tiene herramientas que fomenten el desarrollo de tecnologías innovativas. Por ejemplo, es muy deficiente el sistema de patentamientos a nivel nacional, ya que Argentina no firma acuerdos internacionales al respecto, y también el sector financiero adolece de falta de capital de riesgo en el volumen necesario.
Es muy escaso el aporte del sector financiero en temas como capitales de riesgo, capitales ángeles o inversores ángeles (personas físicas con capital propio que invierten en startups en sus etapas iniciales a cambio de acciones), ese tipo de capitales que a largo plazo necesita este tipo de desarrollos. Tampoco hay estrategias estatales de capacitación de laboratorios o de asistencia técnica para fomentar este tipo de estrategias.
