Zohran Mamdani conquista Nueva York y desafía al trumpismo desde la izquierda

El joven dirigente socialista, de 34 años y origen musulmán, logró un triunfo histórico al convertirse en alcalde de la ciudad más emblemática de Estados Unidos. Su victoria simboliza el renacimiento del ala progresista dentro del Partido Demócrata y plantea un nuevo modo de enfrentar la agenda ultraconservadora de Donald Trump.


En una jornada que quedará en la historia política estadounidense, Zohran Mamdani fue electo alcalde de Nueva York el 4 de noviembre de 2025. Hijo de inmigrantes ugandeses de origen indio, el dirigente de los Socialistas Democráticos de América (DSA) se impuso con el 50,4% de los votos, frente al demócrata tradicional Andrew Cuomo (41,6%) y al republicano Curtis Sliwa (7,1%).

De 34 años y ascendencia ugandesa, Mamdani estuvo en boca de todos desde que venció en las primarias al veterano Andrew Cuomo

Con tan solo 34 años, Mamdani se convirtió en el primer alcalde musulmán y el más joven en un siglo de la ciudad. Pero más allá de los récords, su triunfo redefine el mapa político del progresismo norteamericano y abre un nuevo capítulo en la lucha por recuperar un espacio de poder frente al avance del autoritarismo trumpista.

La campaña de la esperanza

La esperanza vive”, proclamó Mamdani en su discurso ante una multitud en el Brooklyn Paramount Theatre. Su victoria fue el resultado de una movilización masiva: más de 100 mil voluntarios organizaron una campaña de base que recorrió los barrios puerta por puerta, apelando al voto de los trabajadores, inmigrantes y jóvenes desencantados con el sistema político tradicional.

A diferencia de sus rivales, su campaña se financió con aportes individuales y sin grandes donantes corporativos. “Los multimillonarios han intentado convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son quienes ganan 20”, dijo Mamdani. “Nos negamos a seguir jugando bajo sus reglas. El futuro está en nuestras manos”.

Su plataforma incluye políticas sociales audaces: congelar los alquileres en los barrios populares, crear economatos públicos para abaratar alimentos, gratuidad en los autobuses y educación infantil universal. Un programa centrado en la “ciudad asequible”, que busca devolver a los trabajadores la posibilidad de vivir donde producen.

Un mensaje contra la oligarquía

Mamdani construyó su discurso sobre una crítica frontal al poder económico y mediático. “Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”, advirtió.
El nuevo alcalde reivindica la tradición del socialismo democrático estadounidense, que hunde sus raíces en Eugene Debs y que renació en las últimas décadas con figuras como Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez y Rashida Tlaib.

Lejos del lenguaje tecnocrático, Mamdani apeló a una épica moral: “Los ricos y poderosos nos dijeron durante generaciones que el poder no nos pertenece. Pero las manos que cocinan, que levantan cajas o reparten paquetes, son las que hoy gobiernan Nueva York”.

Desafíos para el Partido Demócrata

El triunfo tiene consecuencias que van más allá de la ciudad. Ocurre en un momento de crisis interna del Partido Demócrata, golpeado por la derrota presidencial de Kamala Harris frente a Trump en 2024. La victoria de Mamdani obliga al partido a definir si mantendrá su rumbo centrista o si abrirá espacio a la corriente progresista que reclama un viraje profundo en materia económica, fiscal y social.

Analistas señalan que el éxito del DSA en Nueva York puede anticipar un nuevo mapa electoral en las legislativas de 2026, donde se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. La izquierda demócrata, fortalecida por este resultado, buscará replicar el modelo Mamdani en otros distritos urbanos y universitarios del país.

Una gestión bajo presión

Gobernar será un desafío mayor. Nueva York enfrenta problemas estructurales: una crisis de vivienda, desigualdad récord, transporte colapsado y un presupuesto limitado. A ello se suma la tensión política con la Casa Blanca de Trump, que ya ha mostrado su hostilidad hacia las grandes urbes progresistas.

La relación con el gobierno estatal en Albany también será clave: la gobernadora Kathy Hochul conserva poder sobre el presupuesto y las regulaciones, lo que puede condicionar los proyectos más ambiciosos del nuevo alcalde.

Pese a ello, Mamdani no parece dispuesto a retroceder. En su discurso de victoria lanzó un mensaje directo: “Donald Trump, ya que sé que me estás viendo, tengo tres palabras para ti: sube el volumen. Vamos a exigir responsabilidades a los malos caseros, a los evasores fiscales y a los que se enriquecen abusando de los demás”.

Un símbolo global

El triunfo de Mamdani tiene también una resonancia internacional. Representa una nueva generación de dirigentes de izquierda que combinan justicia social, diversidad y compromiso ambiental con una narrativa ética y popular. En un tiempo de descreimiento democrático, su figura emerge como símbolo de renovación política.

Desde Nueva York —la capital financiera del mundo y cuna del propio Trump—, un hijo de inmigrantes musulmanes demostró que aún es posible ganar elecciones con ideas progresistas, organización colectiva y un mensaje de esperanza.

Su desafío recién comienza: traducir el entusiasmo de las urnas en transformaciones concretas. Si lo logra, su nombre quedará grabado no solo en la historia de la ciudad, sino como la primera señal de una nueva ola progresista que podría reconfigurar la política estadounidense en la era post-Trump.

NR