El gobernador bonaerense reunió a más de cuarenta jefes comunales del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) para delinear una estrategia que consolide la gestión provincial y proyecte una alternativa nacional.
En medio de tensiones con Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof ratificó que no busca romper con la exmandataria ni realizar cambios en su gabinete, pese a los reclamos de los intendentes más duros.
En la Casona del Parque Pereyra Iraola, en Berazategui, Axel Kicillof encabezó una reunión con más de cuarenta intendentes peronistas en el marco del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). El encuentro, que se extendió durante más de cuatro horas, fue el primer gesto político tras la derrota electoral del 26 de octubre y tuvo como eje central la consigna de “construir una alternativa para seguir gobernando la provincia y volver a ganar el país”.
Estuvieron presentes, entre otros, Julio Alak (La Plata), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela) , Pablo Descalzo (Ituzaingó) y Alfredo “Pichi” Fisher (Laprida).
Los jefes comunales recibieron al gobernador con un aplauso cerrado y destacaron lo que consideraron un “balance positivo del proceso electoral”, reivindicando el triunfo de septiembre y el resultado ajustado de octubre “en un contexto excepcional”. Para los dirigentes del MDF, el desafío inmediato es preservar la gobernabilidad bonaerense y proyectar un espacio político más amplio con horizonte nacional.
Balance electoral y estrategia
La lectura compartida por los intendentes fue que el peronismo bonaerense logró sostener su base territorial y garantizar la mayoría legislativa provincial. “Con la conducción de Axel logramos que más de 100 municipios consolidaran su territorio y que la Legislatura tenga sostenibilidad para el gobernador”, destacó Alfredo “Pichi” Fisher, jefe comunal de Laprida.
El exintendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, defendió la decisión de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. “La elección fue muy bien desdoblada y se ganó muy bien”, afirmó. En ese sentido, los intendentes remarcaron que el desdoblamiento permitió concentrar los esfuerzos en los temas bonaerenses y preservar la identidad política del territorio frente a la polarización nacional.
Legislatura y gestión provincial
Otro de los ejes centrales del encuentro fue la necesidad de aprobar las leyes de Presupuesto, Impositiva y endeudamiento que el Ejecutivo provincial presentará la próxima semana. “Son normas cruciales para el funcionamiento de la provincia”, señalaron fuentes del gabinete. Los intendentes coincidieron en que el apoyo legislativo será una prueba de responsabilidad política para todo el peronismo.
La situación fiscal bonaerense atraviesa una etapa delicada, agravada por la caída de la recaudación y el impacto del ajuste nacional. En ese contexto, Kicillof busca garantizar la continuidad de los programas sociales, la asistencia a los municipios y las obras públicas paralizadas por la falta de fondos nacionales.
Interna política y tensiones con el kirchnerismo
El encuentro se realizó pocas horas después de la carta difundida por Cristina Fernández de Kirchner, quien atribuyó la derrota en la provincia al desdoblamiento electoral decidido por Kicillof. En su mensaje, la expresidenta calificó la medida como un “error político”, aunque volvió a insistir en la necesidad de mantener la unidad del peronismo.
En el entorno del gobernador evitaron responder públicamente. “La carta no cambia la relación con Cristina ni con La Cámpora”, aseguraron, y subrayaron la necesidad de “dejar de lado las diferencias internas porque la derecha busca dividir al peronismo”. Sin embargo, la tensión entre los sectores del MDF y el kirchnerismo quedó expuesta: varios intendentes manifestaron su malestar por las críticas de la exvicepresidenta y reclamaron “mirar hacia adelante”.
Durante la reunión, algunos jefes comunales plantearon la posibilidad de pedir la renuncia a ministros identificados con La Cámpora, entre ellos Juan Martín Mena (Justicia), Nicolás Kreplak (Salud) y Florencia Saintout (Instituto Cultural). Kicillof escuchó el reclamo, pero fue tajante: no habrá cambios en el gabinete por ahora. El gobernador dejó en claro que no pretende romper con Cristina ni escalar las tensiones dentro del peronismo. “La carta y el gabinete son asuntos separados”, repitieron cerca suyo.
La disputa por el PJ bonaerense
La pelea entre los intendentes y La Cámpora se proyecta hacia otro terreno: el control del Partido Justicialista bonaerense. Varios jefes comunales consideran que la conducción de Máximo Kirchner agotó su ciclo y reclaman un recambio que exprese a los territorios. Si bien Kicillof se mantendría prescindente en esa disputa, dio vía libre a los caciques locales para avanzar en la construcción de una nueva mayoría dentro del PJ. “Axel no va a romper, pero tampoco va a frenar a los intendentes”, resumió uno de los presentes en la reunión.
Mirada hacia 2027
Kicillof llamó a sus intendentes a “seguir gobernando la provincia y construir una alternativa nacional”, planteando un horizonte que trasciende la coyuntura legislativa. “No vamos a construir sobre la base de pisotear a otros. Hay que unificar a todos”, transmitió el mandatario, según uno de los asistentes.
La convocatoria del MDF busca articular a los sectores del peronismo bonaerense en torno a una agenda productiva y social que recupere la iniciativa política. En un escenario de recesión e inflación, el gobernador intenta diferenciarse del modelo económico libertario y posicionar a la provincia como contrapeso político del gobierno nacional.
Los intendentes coincidieron en que el desafío inmediato es sostener la gestión provincial, ordenar la interna y reconfigurar el mapa político del peronismo. La consigna fue clara: defender la provincia, preservar la unidad y construir una fuerza que vuelva a hablarle al pueblo argentino desde la experiencia de gestión y el arraigo territorial.
