En una elección legislativa que se esperaba ajustada, el bloque La Libertad Avanza (LLA) logró una victoria mayor de lo esperado a nivel nacional, incluida una remontada en la estratégica provincia de Buenos Aires. El resultado abre una nueva hoja para el gobierno de Milei, con mayores posibilidades de avanzar en su agenda económica y política.
El domingo 26 de octubre de 2025, la sociedad argentina emitió un fuerte mensaje: el oficialismo dirigido por Javier Milei recogió un respaldo electoral que excedía lo previsto y alteró profundamente el mapa político nacional. La Libertad Avanza obtuvo más del 40 % de los votos a nivel nacional en la renovación parcial del Congreso argentino, superando claramente al peronismo y consolidando un nuevo escenario legislativo.
En la provincia de Buenos Aires —distrito clave del país— el impacto fue mayúsculo: LLA logró revertir una desventaja que apenas semanas atrás le había costado restricciones electorales y escándalos internos, y terminó superando al frente Fuerza Patria por un margen estrecho.

La victoria bonaerense no sólo tiene valor simbólico sino estratégico, ya que concentra una parte sustancial del padrón electoral nacional.
Según los datos oficiales nacionales recogidos por diversas fuentes, LLA arrancó con aproximadamente el 41 % de los votos, frente a cerca del 31 % del peronismo —un reflejo de la alta polarización presente.
En el Congreso, el bloque libertario ganó nuevas bancas: este triunfo le asegura un piso legislativo sólido para avanzar en su proyecto de reformas estructurales.
La victoria viene acompañada de varios elementos relevantes de contexto:
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El escrutinio se realizó con el nuevo sistema de Boleta Única de Papel (BUP), implementado a nivel nacional.
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Si bien la aprobación previa de Milei rondaba niveles bajos, el electorado terminó ratificando su modelo.
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La ayuda financiera de los Estados Unidos, condicionada en buena medida al resultado electoral, había generado un escenario de alta tensión.
El batacazo en la provincia de Buenos Aires
El dato bonaerense adquiere una dimensión especial: era una de las plazas donde el peronismo había logrado imponerse el 7 de septiembre con una ventaja de 13 puntos, y ahora cayó bajo la ola violeta del libertarismo. Según medios locales, LLA obtuvo 41,47 % frente a 40,89 % de Fuerza Patria con más del 90 % de las mesas escrutadas. Este vuelco demuestra que el modelo discursivo de Milei —centrado en el ajuste, la audacia económica y la ruptura con las estructuras políticas tradicionales— logró conectar, al menos momentáneamente, con una parte importante del electorado bonaerense.
Fortaleza legislativa y agenda reformista
Con esta victoria, el gobierno de Milei se posiciona para blindar vetos presidenciales, evitar posibles procesos de juicio político e impulsar reformas estructurales en ámbitos clave: impositivo, laboral y previsional, según indican los analistas. El resultado, más allá de su magnitud, marca un punto bisagra: “Hoy comienza el camino para construir una gran Argentina ”, dijo Milei tras los comicios.
No obstante, el bloque oficialista aún no cuenta con mayoría absoluta, y dependerá de sus aliados para lograr quórum y aprobar medidas de calado.
Las razones del triunfo y los desafíos que persisten
Los analistas coinciden en que el triunfo de LLA se explica tanto por la estrategia política del oficialismo como por la percepción de riesgo de un regreso del kirchnerismo y del peronismo tradicional. “La escala de la victoria puede explicarse por el miedo a un regreso del kirchnerismo… Eso fue decisivo en esta votación”, señaló Patricio Giusto, investigador en la UCA.
Sin embargo, el contexto económico es complejo: la aplicación de un programa de austeridad severa, recortes al gasto público y una economía aún frágil generaban tensiones sociales previas a la elección. Además, los mercados anticiparon un repunte ante la claridad que la victoria otorgó al gobierno, pero continúan advirtiendo que el tipo de cambio y la competitividad externa siguen siendo vulnerabilidades.
¿Qué viene ahora?
A partir del 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos legisladores, el gobierno dispondrá de un Congreso más amigable para avanzar su agenda. Esto implica que los próximos meses serán clave para definir el alcance real de las reformas anunciadas y cuánto margen de maniobra tendrá.
La alianza con gobernadores y sectores no peronistas se torna estratégica para sostener gobernabilidad y evitar la dispersión parlamentaria. También quedará en evidencia la capacidad del oficialismo para sostener el impulso electoral dentro de un contexto económico duro.

La elección legislativa de octubre 2025 quedó marcada como la gran noche del libertarismo en Argentina. Javier Milei y su movimiento lograron no solo una victoria electoral significativa, sino un impulso legislativo que puede condicionar la segunda parte de su mandato. Ahora debe usar ese respaldo para ejecutar, consolidar y gobernar. Su triunfo es claro, su desafío, mayúsculo.
