Senado: un triunfo opositor que debilita la agenda de Milei

Por tercera vez en menos de un mes, el Senado anuló los vetos presidenciales, reafirmando leyes clave sobre salud pediátrica y educación superior. La derrota del Ejecutivo expone la solidez de un bloque opositor que ya prepara nuevas ofensivas legislativas.


– En un escenario político que se repite con la persistencia de un pulso institucional, el gobierno del presidente Javier Milei volvió a sufrir una contundente derrota en el Senado. No fue una, sino dos. Con la vicepresidenta Victoria Villarruel dirigiendo la sesión, la Cámara alta insistió, por amplia mayoría, con las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia para el Hospital Garrahan, que habían sido vetadas por el Presidente bajo la bandera del “déficit cero”.

El resultado no dejó lugar a dudas: 59 votos a favor contra 7 en contra para la ley del Garrahan, y 58 a favor contra 7 en contra para la universitaria. Estos números, más allá de la frialdad de las actas, representan un mensaje político contundente: el Congreso está dispuesto a ejercer su rol de contrapeso y ha encontrado la cohesión necesaria para hacerlo. Por tercera vez en menos de un mes –tras la insistencia de la Ley de Emergencia en Discapacidad–, el Poder Legislativo le impone su voluntad al Ejecutivo.

El debate: números, acusaciones y la sombra de la grieta

La sesión, iniciada pasadas las 10 de la mañana, puso en evidencia las profundas diferencias ideológicas que dividen a la política argentina, pero también mostró fisuras en los espacios que en otros contextos solían alinearse con el gobierno.

Desde su banca, el senador radical Martín Lousteau lanzó uno de los discursos más incisivos, desafiando el argumento gubernamental de la falta de fondos. “Dicen que no hay plata. Un médico residente gana alrededor de US$800 dólares. Un Fred Machado paga 20 años de un residente”, afirmó, en referencia al empresario detenido en una causa por presunto narcotráfico. Y profundizó su crítica con una comparación que resonó en el hemiciclo: “Las coimas que salieron en los audios de Andis, U$S 800.000 por mes, pagan 1000 residentes por mes. Los US$ 1700 millones que se gastó en tres días el Gobierno para tratar de conseguir dólares de las cerealeras, pagan 12 años del presupuesto del Garrahan. En tres días se gastaron 12 años del presupuesto del Garrahan. Pero no hay plata”.

Del otro lado, el jefe de la bancada oficialista, Ezequiel Atauche, intentó una defensa que combinó el reconocimiento de la importancia de las instituciones con duras acusaciones políticas. “Por supuesto que es importantísimo el Garrahan”, comenzó, para inmediatamente after señalar que “el kirchnerismo” utiliza “una bandera noble con fines electorales”. Sobre el financiamiento universitario, su postura fue más dura: “Nosotros no queremos que las universidades sean usinas de financiamiento político; estamos tocando cajas políticas. No presentan una factura”, aseveró, reflejando la visión del gobierno sobre el sistema de educación superior.

Sin embargo, la oposición, e incluso aliados circunstanciales, encontraron un terreno común en la defensa de estas leyes. El senador radical Víctor Zimmermann, cuyo gobernador, Leandro Zdero, tiene un acuerdo electoral con La Libertad Avanza, se pronunció a favor del financiamiento universitario, argumentando que “es necesario para que los jóvenes que no tienen los recursos necesarios para poder educarse tengan igual de oportunidades”.

¿Qué establecen las leyes insistidas?

La Ley de Financiamiento Universitario es un proyecto de largo aliento. Tras un veto presidencial a una norma similar el año pasado, el Congreso volvió a darle forma. Sus puntos centrales son:

  • La convocatoria a paritarias para recomponer los salarios docentes y no docentes según la inflación.

  • La actualización de los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales.

  • La creación de fondos específicos para infraestructura, becas, carreras estratégicas y actividades académicas.

  • Un esquema de financiamiento progresivo, que parte del 1% del PBI en 2026 y alcanza el 1,5% en 2031.

Por su parte, la ley de Emergencia Pediátrica para el Garrahan busca actualizar las partidas presupuestarias del hospital pediátrico de alta complejidad, con el objetivo principal de mejorar los ingresos de sus trabajadores. La senadora jujeña Carolina Moisés (Unión por la Patria) destacó en el recinto la envergadura de la institución: “Atiende a más de 600.000 pacientes por año, con 560 camas de internación y 120 de terapia intensiva”.

La ofensiva continúa: el proyecto contra Francos

Mientras se desarrollaba la sesión, los bloques opositores ya movían sus piezas para la siguiente jugada. Con el senador Martín Lousteau a la cabeza, impulsaron un proyecto de declaración que apunta directamente al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por incumplir la Ley de Emergencia en Discapacidad, que el Congreso ya había ratificado semanas atrás.

El conflicto es inédito. Tras la insistencia del Congreso, el Gobierno oficializó la ley pero, acto seguido, la “devolvió” al Poder Legislativo mediante el Decreto 681/2025, argumentando que es el Congreso quien debe especificar de dónde saldrán los fondos para su financiamiento. La oposición rechaza esta interpretación, señalando que el artículo 19 de la propia ley faculta al jefe de Gabinete a reasignar partidas presupuestarias, un procedimiento que ha sido habitual en la ausencia de un presupuesto nacional formal.

“Este proyecto de ley dice que se reasignan partidas para cumplir con las erogaciones previstas. Este proyecto lo envió al Congreso el propio Jefe de Gabinete”, explicó Lousteau, en un argumento que busca evidenciar una contradicción en la posición oficial.

La propuesta para tratar el tema «sobre tablas» fue acompañada por una amplia mayoría, incluyendo a Unión por la Patria. José Mayans, jefe de esa bancada, fundamentó su apoyo alertando que el incumplimiento de la ley genera una «gran inseguridad jurídica: anula leyes y contradice la Constitución». Quienes no habilitaron el debate fueron, además de los seis libertarios, el exlibertario Francisco Paoltroni, la radical Carolina Losada y la bullrichista Carmen Álvarez Rivero.

Un patrón que se consolida

El doble revés en el Senado no es un hecho aislado. Consolida un patrón de gobernabilidad compleja para el oficialismo. La amplia mayoría obtenida en ambas votaciones –que superó holgadamente los dos tercios requeridos– demuestra una capacidad de articulación opositora que trasciende a un solo espacio y que incluye a gran parte del peronismo, la UCR, la coalición Hacemos por Nuestro País e incluso recibe apoyos o abstenciones significativas de algunos sectores del PRO.

Este nuevo capítulo deja en claro que la pulseada entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo define la agenda política actual. Cada veto presidencial parece encontrar, por ahora, una respuesta unificada y contundente en el Congreso. Mientras el Gobierno insiste en su plan de ajuste y la búsqueda del “déficit cero”, el Parlamento, con sus mayorías, levanta banderas en defensa de la salud, la educación y la discapacidad. El mensaje que queda flotando en el aire del hemiciclo es el que lanzó el senador Guillermo Andrada (Unión por la Patria): “El Presidente no entiende que el pueblo argentino ante ciertas conquistas como las universidades, no se va a rendir y el Congreso lo va a acompañar.

A más vetos, más votos”. La pulseada entre el Poder Ejecutivo  y el Congreso  acaba de definir otro asalto.