Retenciones cero: el Gobierno apuesta al agro para frenar la corrida cambiaria

Hasta el 31 de octubre, todas las exportaciones de granos estarán exentas de retenciones. El Ejecutivo busca acelerar la liquidación de divisas para reforzar las reservas y contener la tensión cambiaria en la previa electoral. Economistas valoran el impacto inmediato, pero advierten sobre los riesgos fiscales y de credibilidad.


En un intento por descomprimir la presión cambiaria y asegurar un flujo inmediato de divisas, el Gobierno anunció la eliminación de retenciones para todas las exportaciones de granos hasta el 31 de octubre. La decisión, comunicada por el vocero presidencial Manuel Adorni, alcanza a la soja, el maíz, el trigo, la cebada, el sorgo y el girasol, e introduce la obligación de liquidar al menos el 90% de las divisas generadas en un plazo máximo de tres días hábiles desde la presentación de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).

“Hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero para todos los granos”, expresó Adorni a través de su cuenta de X, subrayando que la medida busca “generar mayor oferta de dólares” y neutralizar lo que consideró intentos de “boicot” de sectores opositores a la política económica oficial.

El esquema estará vigente hasta alcanzar un tope de USD 7.000 millones en liquidaciones o hasta la fecha límite, lo que ocurra primero.

El trasfondo: reservas bajo presión

El anuncio se produce tras una semana crítica para el Banco Central, que debió vender más de USD 1.100 millones en apenas tres días para sostener el tipo de cambio en el límite superior de la banda cambiaria. El agro, principal generador de divisas, había ralentizado la liquidación de exportaciones, esperando un mejor escenario de precios.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, entre septiembre y diciembre el sector debería liquidar cerca de USD 9.950 millones, apenas por debajo de lo registrado en el mismo período de 2024. La magnitud de esas divisas resulta crucial para el oficialismo, que busca llegar a las elecciones legislativas con un frente cambiario más controlado.

Reacción del campo

El anuncio fue recibido con una combinación de sorpresa y alivio en el sector agroindustrial. Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, afirmó: “Apoyamos toda medida que implique eliminar las retenciones, aunque sean temporales. Falta ver los detalles de la operatoria y cuándo se hará efectiva”.

En la misma línea, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, calificó la medida como “una sorpresa buena” y destacó la importancia de quitar “el impuesto más invasivo”, aunque remarcó el carácter transitorio del beneficio.

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¿Qué dicen los economistas?

Los analistas coinciden en que la iniciativa puede tener un efecto inmediato en la oferta de dólares, aunque advierten sobre los costos fiscales y la pérdida de previsibilidad de la política económica.

Para Fernando Marull, director de FyMA, “si se cumple lo de retenciones transitorias al 0%, la soja quedaría con el mejor precio en 25 años para el productor”, lo que incentivaría ventas rápidas.

En contraste, Gabriel Caamaño, economista de Outlier, alertó sobre el riesgo de credibilidad: “Medidas inconsistentes intertemporalmente, como moratorias o bajas transitorias de derechos de exportación, te comen credibilidad y cada vez debés recurrir a ellas con mayor frecuencia”.

Martín Rapetti, director de Equilibra, sintetizó el impacto en tres dimensiones:

  • Mayor oferta de dólares ahora y menor después de las elecciones, lo que implica un alivio cambiario inmediato a costa de tensiones futuras.

  • Menor recaudación en 2025, con un efecto directo en el déficit fiscal y la necesidad de un mayor ajuste del gasto.

  • Alza transitoria en los precios internos, ya que la eliminación de retenciones eleva el valor en pesos de los granos y puede trasladarse a la inflación.

A su vez, la analista Mariela Brandolin estimó que aún resta por liquidar soja y maíz equivalentes a USD 15.000 millones. Según sus cálculos, la soja podría subir cerca de USD 100 por tonelada y el maíz y el trigo unos USD 20 cada uno, aunque el impacto pleno dependerá del ritmo de ventas de los productores.

Una medida electoral y de riesgo

La eliminación temporal de retenciones no es nueva. A comienzos de este año, el Gobierno había reducido gravámenes para el sector agropecuario, lo que permitió reforzar transitoriamente las reservas. Sin embargo, tras ese alivio, las alícuotas fueron restablecidas en julio para productos clave como soja y maíz.

En esta ocasión, la apuesta es más ambiciosa y explícitamente electoral: comprar tiempo hasta los comicios legislativos con una inyección extraordinaria de dólares. El costo, advierten los especialistas, será una menor recaudación y una mayor dependencia del agro en un contexto de elevada volatilidad financiera.

El Gobierno reafirmó la vuelta de las retenciones al campo y les pidió que  liquiden ahora

La decisión de liberar de retenciones a todas las exportaciones de granos hasta el 31 de octubre es una jugada de urgencia: apunta a fortalecer las reservas, contener el dólar y dar aire político en plena campaña. El éxito dependerá de la velocidad con la que los productores liquiden divisas y del margen fiscal para absorber la pérdida de ingresos.

Con casi USD 10.000 millones en juego, el agro se convierte otra vez en el árbitro de la estabilidad. El riesgo para el Gobierno es que, pasado el breve respiro, el mercado vuelva a exponer las inconsistencias estructurales del programa económico.