Fiasco libertario en Moreno: ni con micros ni punteros pudieron llenar el Club Villa Ángela

El cierre de campaña de La Libertad Avanza en Moreno, presidido por Javier Milei fue un despliegue deslucido: el esperado impacto masivo no se materializó, la escasez de público fue evidente y el contexto político —con denuncias de coimas y una ofensiva judicial-mediática— no logró ser revertido desde el escenario.


Expectativa política y tensión territorial
Las fuentes oficiales anticipaban un acto multitudinario, con la meta de reunir alrededor de 10 mil personas, encabezado por el presidente Javier Milei, su gabinete y los principales candidatos libertarios para la Legislatura bonaerense.

Se eligió el Club Villa Ángela, en Trujui, partido de Moreno, un distrito estrategico de la Primera Sección Electoral.

Pero el clima político local estaba lejos de ser favorable: la intendenta Mariel Fernández, del Movimiento Evita, expresó su molestia por tener que facilitar “cosas especiales” para el acto. Denunció que incluso la iglesia católica se negó a prestar un espacio y advirtió un descontento creciente por la situación económica.

La escalada de la campaña y el escándalo de los audios
El evento debía erigirse como un cierre enfático tras incidentes violentos en Lomas de Zamora, donde una caravana fue interrumpida con piedras y el presidente debió ser evacuado. Ante ello, la estrategia del oficialismo fue no suspender el acto, sino redoblarlo, implementando un dispositivo de seguridad coordinado entre Nación y Provincia, con Policía Federal, GEOF y refuerzos antidisturbios.

Sin embargo, el desarrollo político no pudo obviar el escándalo del último tramo de campaña: audios filtrados donde el exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, vinculaba a Karina Milei (hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia) con coimas ligadas a compras de medicamentos. El Gobierno respondió con una ofensiva judicial mediática: consiguió prohibir la difusión de nuevos audios y denunció un complot de periodistas espías asociados a servicios secretos extranjeros.

Un cierre de campaña desangelado


Pese a la previa organizada, el acto fue un deslucido fracaso: ni los micros ni la movilización coordinada lograron llenar el predio. Los asistentes mismos admitieron haber sido convocados con pagos de hasta 20 mil pesos por cabeza. Aun así, muchos optaron por irse antes de que terminara el discurso presidencial.

Las imágenes aéreas del Club Villa Ángela fueron elocuentes: alrededor del escenario, más gendarmes y policías que público, y el resto del terreno apenas utilizado, con abundantes “agujeros” de vacío. Como resumió con sorna una fuente local: “entre los parlantes y el lateral se podría armar un picadito sin problema”.

Una puesta en escena claramente erosionada
En su alocución, Milei se desvió hacia una narrativa defensiva desde el inicio. Antes de pronunciar una sola línea sobre su propuesta política, denunció haber sufrido tres “operaciones” combinadas: acusaciones de corrupción, ataques personales y una afrenta a su hermana . A pesar de que buscó reposicionarse como víctima, la puesta en escena no logró revertir el desgaste. Incluso en un terreno fértil en 2023 para su espacio, el impacto fue apagado.

En síntesis el cierre de campaña de Milei en Moreno fue el epítome de una derrota simbólica: un acto proselitista que aspiraba a demostrar poder y cohesión terminó exhibiendo agotamiento, escasa convocatoria y un gobierno arrinconado por la crisis política. En vez de un impulso final, fue un reflejo del desgaste real que acompaña a La Libertad Avanza en este tramo decisivo.