La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó la difusión de audios de la hermana del Presidente como una “maniobra de inteligencia” del chavismo, pero no pudo desmentir los hechos de corrupción que denunció un funcionario de su propio Gobierno.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, elevó este lunes la tensión en torno a la filtración de los audios de la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, al asegurar que el Gobierno denunció a “personas ligadas a servicios de inteligencia rusos” por el hecho y sugirió que también podría haber “incidencia de Venezuela”.
En declaraciones un programa oficialista, Bullrich calificó la grabación ilegal dentro de la Casa Rosada como “algo inédito e increíble” que pone al país en una “situación de indefensión”. Según afirmó, se trata de una “impresionante maniobra de inteligencia” y aseguró que se trabajará “a fondo” para esclarecerla.
El problema es la que grabación fue realizada en una reunión interna de la que solo participaron los ministros de Milei, a saber no más de 10 personas, y la propia Karina; por lo que quien la realizó debería estar entre este grupo de íntimos. Es en este marco, que ante la posibilidad de que existan más audios donde la funcionaria hable de retornos y coimas, la ministra Bullrich presentó la denuncia por supuesto «espionaje ilegal» y avanzó contra los periodistas que divulgaron, tanto este, como la declaración del ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo.
En el texto de la denuncia la ministra pide además el allanamiento de los periodistas que en mayor medida difundieron los audios y denuncias, Jorge Rial, Mauro Federico e Ivi Cangaro, en un doble intento de amedrentar y callar al periodismo critico y además descubrir la/s fuentes de la información, ya que todo parece indicar que el topo esta dentro de la primera linea de gobierno.
Ante la imposibilidad de responder y contradecir los dichos de un (ahora) ex funcionario que admitió el cobro de retornos e involucró a la propia Karina, Bullrich fue la encargada de ensayar la única reacción posible, la victimización y la denuncia. “No podemos ser ingenuos, nos quieren mover la economía, hacer subir el precio del dólar, todo es contra el Gobierno. Nos tiran piedras en cada acto que vamos, ahora nos tiran audios grabados en la propia Casa de Gobierno”, dijo la ex funcionaria macrista.
Asimismo, Bullrich tuvo que reconocer que el Ejecutivo adoptó medidas de seguridad internas para evitar nuevas filtraciones, porque de su entorno y de la brutal interna libertaria salieron los audios. “En las reuniones de gabinete ningún funcionario entra con el teléfono”, dijo.
