Jornada parlamentaria histórica: la oposición arrasa con 12 victorias consecutivas al gobierno de Milei


En una sesión maratónica en la Cámara de Diputados, el oficialismo sufrió su revés más contundente desde que asumió Javier Milei. La oposición impuso su agenda: rechazó cinco DNU, forzó debates clave y logró media sanción para leyes sobre universidades y salud infantil.

Por Redacción de Data Política y Económica


En una jornada que quedará marcada en la historia legislativa reciente, el Congreso de la Nación le dio la espalda al presidente Javier Milei con una serie de 12 votaciones consecutivas que resultaron adversas para el oficialismo. La sesión, que se extendió por más de 20 horas y finalizó en la madrugada del jueves 7 de agosto, reflejó el creciente aislamiento del Ejecutivo y la capacidad de la oposición para articular mayorías parlamentarias.

La Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría dos proyectos con fuerte impacto social: el financiamiento para las universidades nacionales y la emergencia pediátrica para el hospital Garrahan, ambos respaldados por más de 150 votos afirmativos. A la vez, se rechazaron cinco Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que forman parte del núcleo duro del proyecto de reforma estatal impulsado por el gobierno.

El revés en cadena también incluyó el emplazamiento a comisiones para tratar otros cinco temas sensibles, como el reparto de fondos a provincias, la emergencia en ciencia y tecnología, y una iniciativa sobre el Alzheimer. El oficialismo, representado por La Libertad Avanza y sus aliados circunstanciales, quedó completamente desbordado por una oposición que, a pesar de sus diferencias internas, actuó con inusual coordinación.

Derrotas con nombres propios

Las dos leyes que obtuvieron media sanción marcaron el tono político de la sesión. La Ley de Financiamiento Universitario, aprobada con 158 votos afirmativos, busca garantizar fondos suficientes para el funcionamiento de las universidades nacionales y recomponer los salarios docentes, severamente deteriorados por la inflación acumulada del último año. La iniciativa responde al fuerte reclamo del sector académico y estudiantil, que ya había protagonizado masivas movilizaciones en abril y junio.

En paralelo, la Ley de Emergencia Sanitaria Pediátrica, votada por 159 diputados, fue impulsada tras las denuncias del personal del Hospital Garrahan sobre el desfinanciamiento que afecta al principal centro de salud infantil del país. La norma declara la emergencia del sistema pediátrico y exige medidas urgentes para garantizar recursos, insumos y personal capacitado.

DNU bajo fuego

Quizás uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue el rechazo a cinco Decretos de Necesidad y Urgencia firmados por Milei durante sus primeros meses de gestión. Los DNU, que apuntaban a desmantelar organismos públicos, modificar estructuras clave y avanzar en una reconfiguración profunda del Estado, fueron rechazados por una mayoría transversal.

Entre los decretos rechazados se destacan:

  • La disolución de organismos del Ministerio de Economía,

  • La reorganización de la Secretaría de Transporte,

  • Cambios estructurales en los organismos de Cultura,

  • La transformación del Banco Nacional de Datos Genéticos,

  • Y un régimen de excepción para la Marina Mercante.

Estos rechazos no solo constituyen un freno institucional al programa de reforma del gobierno, sino que envían una señal política contundente: los decretos presidenciales no son aceptados como método de gobernabilidad sin consensos parlamentarios.

Temas forzados a debate

Además de las leyes y los DNU, la oposición logró el emplazamiento a comisiones para el tratamiento obligatorio de cinco temas:

  • Los proyectos de los gobernadores sobre la coparticipación de ATN (Aportes del Tesoro Nacional) y el Impuesto a los Combustibles,

  • La emergencia en Ciencia y Tecnología,

  • Un proyecto relacionado con la enfermedad de Alzheimer,

  • Y el funcionamiento de la comisión investigadora sobre la estafa del caso LIBRA, que involucra a cientos de ahorristas.

Estas medidas reflejan no solo una estrategia legislativa clara por parte de los bloques opositores, sino también una agenda que busca poner en primer plano los temas postergados por el oficialismo.

Una derrota política con consecuencias

Fuentes parlamentarias coincidieron en señalar que el resultado de la sesión expone la debilidad política del gobierno nacional, que no logró reunir ni siquiera una minoría de bloqueo para frenar los avances opositores. A pesar del respaldo popular que lo llevó al poder y de su narrativa de confrontación con “la casta”, Milei enfrenta crecientes dificultades para transformar su programa en leyes.

«La derrota fue total. No ganaron ni una votación. La Cámara le marcó los límites al presidente», señaló a Data Política un legislador de la UCR. Desde Unión por la Patria, en tanto, destacaron la unidad opositora como un mensaje político: “Esto no es un empate ni una chicana parlamentaria: es un freno institucional a un modelo de ajuste salvaje”, afirmó una diputada peronista.

Por su parte, el oficialismo se limitó a cuestionar lo que consideró una «alianza de hecho» entre kirchnerismo, radicales y bloques provinciales, a la que acusó de «obstruccionista». Sin embargo, la realidad parlamentaria mostró que la fragmentación de fuerzas no impidió articular una mayoría circunstancial con capacidad de decisión.

¿Un punto de inflexión?

La jornada del 6 de agosto puede marcar un punto de inflexión en la relación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Mientras Milei mantiene su estrategia de confrontación directa y concentración del poder a través de DNU y delegaciones legislativas, la Cámara baja comenzó a funcionar como contrapeso efectivo.

En un contexto de caída de la actividad económica, ajuste presupuestario generalizado y descontento social creciente, las decisiones del Congreso podrían anticipar un escenario político más abierto y conflictivo. La gobernabilidad, en este esquema, ya no podrá prescindir del diálogo.