Por Redacción Data Política y Económica


La interna del gobierno libertario escaló a su punto más alto. En una serie de mensajes explosivos en Instagram, la vicepresidenta Victoria Villarruel respondió con dureza a las críticas por la sesión del Senado en la que se aprobó una batería de leyes impulsadas por la oposición, y lanzó durísimos cuestionamientos personales y políticos contra el presidente Javier Milei y su hermana, Karina Milei. “Que ahorren en viajes y en la SIDE”, escribió Villarruel, y reclamó que “salgan del palacio para ver cómo la pasa la gente”.

Los cruces se dieron tras la aprobación, el jueves pasado, de proyectos con impacto fiscal, como el aumento a las jubilaciones, la emergencia en discapacidad y medidas impulsadas por los gobernadores. La sesión fue motorizada por bloques opositores, pero avalada institucionalmente por la presidencia del Senado, lo que desató la furia del oficialismo más duro.

Desde la cuenta oficial de Villarruel, la vicepresidenta respondió uno a uno los mensajes de militantes libertarios que la acusaban de “romper el equilibrio fiscal” y de “traicionar” al presidente. Su defensa fue frontal:


El problema es que un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorren en viajes y en la SIDE y listo”.


“Yo no abandoné al pueblo”

Villarruel también aprovechó para diferenciarse en términos simbólicos del entorno presidencial. “Soy el funcionario que más seguido ve al pueblo. Porque voy al supermercado, me compro mis propias cosas y viajo por todo el país. Hace rato que nadie ve a los argentinos”, sostuvo.

A los que la acusaban de “casta”, replicó:

¿En serio yo me corrompo viviendo en mi departamento y de mi sueldo? ¿O se corrompe más quien viaja por el mundo, mete familiares, vive en un palacio y no sale de ahí para ver cómo la pasa la sociedad?”.

La vicepresidenta también deslizó una crítica directa al estilo de conducción del presidente Milei:

Cuando el Presidente decida hablar y comportarse adultamente, podré saber cuáles son sus políticas”.

E incluso insinuó una diferencia ética de fondo. Cuando un usuario afirmó que nadie recuerda a los vicepresidentes, Villarruel cerró:

Mejor, así vivo mi vida en paz, así vivimos los que no robamos”.

Sesión validada, interna expuesta

El conflicto de fondo es la legitimidad de la sesión del jueves, que fue impugnada por la Casa Rosada a través del bloque de La Libertad Avanza. El oficialismo sostiene que no había dictamen válido de comisión para tratar la nueva fórmula jubilatoria. Sin embargo, la propia Villarruel permitió la realización de la sesión, que terminó con 52 votos afirmativos, incluyendo opositores, dialoguistas y disidentes.

En los días previos, el presidente de la Comisión de Presupuesto, Ezequiel Atauche, se había negado a convocar la comisión. Frente a esa parálisis, un grupo de senadores opositores —incluyendo peronistas, radicales como Martín Lousteau y la macrista Guadalupe Tagliaferri— avanzó igual con el dictamen. La vicepresidenta envió a su secretario parlamentario, Agustín Giustinian, a verificar el proceso. Aunque en un primer momento dijo que no había dictamen, la reunión de labor parlamentaria dejó todo en manos del recinto. Y allí se selló el resultado.

La votación fue leída por Milei como una traición. Según fuentes cercanas a la Rosada, el Presidente la acusa directamente de haber facilitado una derrota legislativa que pone en jaque su estrategia de ajuste fiscal y complicará las metas negociadas con el Fondo Monetario Internacional.

El fin de una alianza electoral.

.Lo que comenzó como una alianza electoral pragmática, hoy se encuentra en estado terminal.

La tensión no se limita a diferencias de estilo. Las declaraciones de Villarruel revelan un quiebre político y moral, en el que ya no hay disimulo ni margen para la reconciliación. En un momento de alta vulnerabilidad económica y con una inflación que no cede, el gobierno suma ahora una grieta expuesta en su propia cúpula.