«Tercera vía en marcha: radicales, peronistas no k y lilitos lanzan ‘Somos Buenos Aires'»

Con el nombre «Somos Buenos Aires», el radicalismo bonaerense formalizó una nueva alianza electoral junto a Hacemos, la Coalición Cívica y sectores del peronismo no kirchnerista. Aunque persisten tensiones internas, el espacio busca consolidarse como alternativa al oficialismo libertario y al kirchnerismo.

Por Redacción Data Política y Económica


La Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense formalizó este miércoles la inscripción del frente «Somos Buenos Aires», un armado amplio que busca consolidar una tercera vía electoral en la provincia de Buenos Aires. La coalición incluirá al partido Hacemos —liderado por Juan Schiaretti y Florencio Randazzo—, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, el espacio Para Adelante de Facundo Manes, el GEN de Margarita Stolbizer y el partido Tercera Posición de Graciela Camaño.

El nuevo frente también contará con el respaldo de referentes del peronismo no kirchnerista del conurbano bonaerense, como los intendentes Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), y los exjefes comunales Joaquín de la Torre y Juan Zabaleta. A ellos se suma Guillermo Britos, intendente de Chivilcoy, quien tendrá un rol clave en la Cuarta sección electoral.

La inscripción de la alianza ante la Junta Electoral bonaerense se concretó en el filo del plazo legal, lo que reflejó las fuertes tensiones internas en la conducción del radicalismo provincial. El acuerdo fue rubricado por Miguel Fernández, titular de la UCR bonaerense y exintendente de Trenque Lauquen. Sin embargo, el sector que responde a Maximiliano Abad, actual diputado nacional y presidente del Comité Provincia hasta diciembre pasado, no acompañó la firma, evidenciando fracturas no saldadas.

Según pudo confirmar Letra P, hasta media hora antes del cierre del plazo, el abadismo aún negociaba condiciones para una posible presentación en soledad con la histórica Lista 3. Finalmente, no presentó alianza alternativa, pero tampoco se sumó formalmente a «Somos Buenos Aires», dejando abierta la posibilidad de una interna no resuelta.

Un frente amplio y tensionado

El flamante frente electoral tiene por delante el desafío de armar listas en los 135 municipios y en las ocho secciones electorales bonaerenses. La diversidad de actores anticipa un escenario de tensiones en la definición de candidaturas, especialmente en las secciones clave del conurbano (Primera y Tercera), donde el peronismo no K buscará protagonismo.

El radicalismo, por su parte, intentará retener influencia en el armado de listas del interior bonaerense. Allí, el respaldo de intendentes y exintendentes radicales será clave para garantizar territorialidad y volumen electoral. El proceso de definición de candidaturas deberá resolverse en los próximos diez días, en el marco de un cronograma electoral acelerado que culminará con las elecciones legislativas provinciales el 7 de septiembre.

La proyección nacional: Manes en carrera

Más allá del ámbito bonaerense, el armado tiene derivaciones a nivel nacional. Con el mandato como diputado nacional próximo a vencer, Facundo Manes aparece como uno de los principales referentes del espacio para encabezar la boleta en las elecciones nacionales del 26 de octubre. Su posible candidatura buscaría capitalizar el posicionamiento «antigrieta» que la nueva coalición intenta consolidar, distanciándose tanto del oficialismo libertario como del kirchnerismo.

En paralelo, el liderazgo de Schiaretti como figura dialoguista del peronismo federal también apunta a reforzar la identidad de una tercera vía moderada, con impronta productivista y de “sentido común”, según remarcan desde su entorno. El objetivo es captar el voto desencantado con las opciones polarizadas y canalizarlo en una propuesta «de centro» con anclaje territorial y experiencia de gestión.

Un laboratorio bonaerense para el 2025

La apuesta de la UCR bonaerense y sus nuevos socios se inscribe en un contexto nacional de creciente fragmentación política y crisis de representación. En ese escenario, «Somos Buenos Aires» se presenta como un laboratorio para construir una alternativa política que rompa con la lógica binaria que dominó la última década.

No obstante, las fricciones internas del radicalismo, las tensiones en la distribución de poder y las diferencias estratégicas entre los socios del frente podrían debilitar su proyección si no se resuelven con rapidez y madurez política.

Como telón de fondo, los intendentes radicales que impulsaban mantener la Lista 3 como símbolo de identidad partidaria —una estrategia que ya generó controversias en años anteriores— ahora deberán negociar su lugar en un esquema más amplio y heterogéneo.

En definitiva, «Somos Buenos Aires» es, por ahora, una alianza frágil pero ambiciosa. Su viabilidad dependerá tanto de la capacidad de integración interna como de su eficacia para presentar una narrativa política capaz de interpelar a un electorado exhausto por la polarización y preocupado por la crisis económica y social.