La inseguridad en San Isidro preocupa a los vecinos: a la ola de robos ahora se la suman las «entraderas» llevadas a cabos por uno de los integrantes de «la banda del Millón», un conocido grupo delictivo de San Isidro. Crece la disputa por diez patrulleros Toyota Yaris que se encontraban en desuso y que el gobierno actual de Ramon Lanús dice que encontró abandonados en un galpón y que Gustavo Posse afirma haber entregado con el traspaso de mando. Dudas sobre el cobro de foto multas y el pago en negro a policías.
Por BAE Negocios
La crisis en seguridad que vive San Isidro se hizo evidente en la detención de ayer de un integrante de la famosa banda del Millón y otros cuatro cómplices, quienes cayeron tras una intensa persecución policial que incluyó un operativo cerrojo, dos choques y un despliegue conjunto entre la Patrulla Municipal y la Policía bonaerense en la localidad de Martínez, partido de San Isidro.
Lo cierto es que a pesar que desde el gobierno de Ramón Lanús se afirma que se produjo una baja del 40% en el robo de autos y una reducción del 57% de los delitos contra la propiedad, la realidad parece decir otra cosa.
De hecho, los reclamos por el incremento de la inseguridad aumentaron desde abril de este año, cuando el bloque de concejales de Acción Vecinal San Isidro, integrado por exfuncionarios de la gestión de Gustavo Posse, presentó un proyecto de decreto para convocar a una sesión especial de interpelación al intendente Ramón Lanús.
La iniciativa se fundamenta en los “reiterados hechos delictivos” que, según señalaron, afectan a distintas zonas del distrito.
El pedido de los concejales acompaña la preocupación de los vecinos: en enero, los vecinos de la comunidad de Las Lomas, en San Isidro, juntaron firmas para enviarle una carta al intendente Ramón Lanús, donde le señalaran al intendente que “la situación en materia de seguridad retrocedió de manera preocupante, a un año de gestión”.
“La promesa de instalar cámaras para 2025 más de un año desde el inicio de su gestión no es suficiente cuando enfrentamos esta creciente crisis día a día. Los vecinos no vivimos de anuncios y promesas futuras, nuestra realidad es ‘hoy’”, puntualizaron los vecinos a principios de año.
En este sentido, desde la intendencia afirmaron que una de las razones por las que los vecinos perciben menos policía en la calle es porque que detectó gastos millonarios en efectivo para pagar horas adicionales a la Policía Bonaerense de la gestión de Posse, que pagaba 500 millones de pesos en efectivo. Desde la oposición señalan que eso es falso.
Otro de los temas que complica a Lanús en San Isidro es el cobro de fotomultas, ya que Lanús decidió suspender por seis meses la aplicación de los convenios vigentes para el monitoreo y cobro de fotomultas.
«Es una medida populista, porque a la gente le va a parecer una buena noticia, pero es un peligro, una invitación a manejar con imprudencia y a cometer infracciones», acusó el concejal y jefe del bloque possista en Concejo Deliberante, Walter Pérez.
Desde la administración de Lanús señalan que todo el sistema de multas era poco transparente y que el municipio incorporó a cincuenta nuevos agentes de tránsito, que remplazarán a las cámaras, algo que desato de las criticas de muchos vecinos de San Isidro que creen que con la vuelta de los inspectores va a disminuir la seguridad vial.