El economista Ha-Joon Chang propone un camino alternativo al neoliberalismo para países como Argentina: desarrollo industrial, inversión en ciencia y tecnología, y un nuevo pacto social que priorice la soberanía económica.
Un espejo incómodo
Ha-Joon Chang, economista surcoreano y profesor en la Universidad SOAS de Londres, ha sido una voz crítica del neoliberalismo y defensor de un modelo de desarrollo centrado en la industrialización y la intervención estatal estratégica. Su análisis resulta especialmente pertinente para Argentina, un país que, tras décadas de crisis económicas y sociales, busca un rumbo que le permita un crecimiento sostenible e inclusivo.
Chang sostiene que las naciones desarrolladas no alcanzaron su estatus actual mediante el libre mercado, sino a través de políticas proteccionistas, subsidios y una fuerte intervención estatal. En su libro Malos Samaritanos, argumenta que los países ricos, al imponer políticas neoliberales a las naciones en desarrollo, les niegan las herramientas que ellos mismos utilizaron para prosperar.
Argentina: recursos abundantes, desarrollo esquivo
Argentina posee vastos recursos naturales y un capital humano destacado. Sin embargo, enfrenta desafíos estructurales que obstaculizan su desarrollo. Chang identifica la baja inversión en investigación y desarrollo (I+D) como un factor crítico: mientras Corea del Sur destina alrededor del 4.4% de su PIB a I+D, Argentina apenas alcanza el 0.5%. Esta falta de inversión limita la capacidad del país para generar industrias de alto valor agregado y diversificar sus exportaciones.
Además, Chang advierte sobre los riesgos de propuestas como la dolarización, argumentando que «significa que tus políticas macroeconómicas se van a escribir en Washington DC», lo que comprometería la soberanía económica del país.
Un nuevo pacto social y productivo
Para Chang, la inflación en Argentina es más que un fenómeno económico; es una manifestación de conflictos distributivos no resueltos. Propone la construcción de un nuevo pacto social que permita políticas a largo plazo y una planificación económica estable. Esto implica un compromiso colectivo para fomentar la inversión en sectores estratégicos, fortalecer la industria nacional y reducir la dependencia de las exportaciones de materias primas.
Conclusión
La visión de Ha-Joon Chang ofrece a Argentina una hoja de ruta alternativa al modelo neoliberal. Al priorizar la industrialización, la inversión en ciencia y tecnología, y un nuevo pacto social, el país podría aspirar a un desarrollo más equitativo y sostenible. El desafío radica en la voluntad política y social para adoptar este enfoque y construir un futuro que aproveche plenamente el potencial argentino.
AM
