El gobierno de Javier Milei atraviesa un escenario de alta tensión económica mientras se prepara para conmemorar el Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas. En un contexto de inestabilidad financiera y un escenario político fragmentado, el oficialismo busca afianzar su posición de cara a las próximas elecciones legislativas y consolidar su relación con actores clave del escenario internacional.
Un 2 de abril entre homenajes y fracturas internas
Este miércoles, el presidente Milei encabezará un acto en el cenotafio de la Plaza San Martín en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que la vicepresidenta Victoria Villarruel conmemorará la fecha en Ushuaia, en un evento que contará con la presencia del gobernador Gustavo Melella. La agenda protocolar, lejos de mostrar unidad en la fórmula presidencial, expone la creciente distancia entre ambos dirigentes, una fractura que se ha vuelto cada vez más evidente en la administración libertaria.
Mercados en tensión y el factor FMI
Desde Casa Rosada buscan minimizar el impacto de la creciente inestabilidad cambiaria. Aunque los mercados han experimentado una marcada «volatilidad», el gobierno evita la expresión «corrida cambiaria» y atribuye las fluctuaciones a factores externos e intentos de desestabilización de la oposición.
El dólar paralelo y los tipos de cambio financieros superan los $1300, mientras que el riesgo país ha escalado por encima de los 800 puntos. Ante este escenario, el ministro de Economía, Luis Caputo, sostiene que el ajuste ya se ha realizado y que la estabilidad se logrará con el ingreso de dólares provenientes del Fondo Monetario Internacional. El Ejecutivo negocia además con el Banco Mundial, el BID y la Corporación Andina de Fomento para robustecer las reservas del Banco Central, con la meta de alcanzar los 50.000 millones de dólares.
Elecciones en el horizonte y el quiebre con el macrismo
En el plano político, el oficialismo enfrenta un panorama electoral desafiante. La Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires se presentan como territorios clave, con una competencia feroz tanto dentro de la derecha como con la oposición kirchnerista.
Las declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, evidencian la intención del mileísmo de consolidar su identidad diferenciada del macrismo. “Nosotros buscamos achicar el Estado y reducir impuestos, no compartimos la agenda del PRO”, sostuvo el portavoz, marcando distancia con el ex presidente Mauricio Macri, quien aún retiene influencia en la política porteña.
El gobierno apuesta a fortalecer su presencia en la provincia de Buenos Aires mediante la formación de cuadros políticos afines a La Libertad Avanza. En ese sentido, el presidente del partido, Sebastián Pareja, ha impulsado una Escuela de Formación y Debate Político con el objetivo de consolidar la militancia libertaria en distritos históricamente peronistas.
El vínculo con Trump y la estrategia internacional
En medio de la inestabilidad doméstica, Milei refuerza sus lazos con referentes de la derecha internacional. Tras su encuentro con el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio, el mandatario argentino viajará a Estados Unidos para recibir el galardón ‘Make America Great Again’, un reconocimiento que refuerza su alineamiento con el expresidente Donald Trump.
Mientras el canciller Gerardo Werthein impulsa una agenda bilateral con Washington, persisten las incógnitas sobre una posible reunión entre Milei y Trump en la Casa Blanca. De concretarse, dicho encuentro fortalecería la estrategia del presidente argentino de posicionarse como un aliado clave del trumpismo en la región.
Con un frente económico inestable y un escenario político fragmentado, el gobierno de Milei enfrenta un 2 de abril cargado de simbolismo y tensiones. La conmemoración de Malvinas, las disputas internas y las estrategias electorales delinean un panorama complejo para el oficialismo, que busca consolidar su liderazgo mientras navega aguas turbulentas tanto en el plano local como en el internacional.
