Un extenso apagón afectó este miércoles a amplias zonas de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, generando interrupciones en el transporte público, cortes de semáforos y una parálisis generalizada en varios sectores. Según informó Edesur, la falla se debió a un problema en dos líneas de alta tensión de 220 kV que abastecen a subestaciones clave del sistema.
El primer incidente ocurrió en horas de la mañana, cuando cerca de 550.000 usuarios quedaron sin suministro eléctrico. A pesar de que la empresa distribuidora aseguró haber restablecido el servicio al 60% de los afectados, la situación se agravó nuevamente pasado el mediodía, con una nueva interrupción del suministro que dejó sin energía a sectores estratégicos como la Casa Rosada, el Congreso y el Ministerio de Economía.
Las consecuencias del apagón fueron inmediatas y de gran impacto. El transporte público sufrió serias complicaciones, con interrupciones en las líneas B, D y E del subte, además de demoras en los ferrocarriles Roca y Mitre. La concesionaria Emova informó que todas las líneas del subte operaron con interrupciones y demoras intermitentes debido a la inestabilidad del suministro eléctrico.
En tanto, el tránsito porteño también se vio severamente afectado por el fallo de más de 50 semáforos en intersecciones clave, lo que obligó al despliegue de más de 300 agentes de tránsito para regular la circulación. Entre los puntos críticos con semáforos fuera de servicio se encontraron la avenida 9 de Julio y Corrientes, Acoyte y Angel Gallardo, y el cruce de Bernardo de Irigoyen y Garay, entre otros.
Las elevadas temperaturas, que alcanzaron una sensación térmica de 45°C, complicaron aún más el panorama. En este contexto, una formación de la Línea E del subte sufrió un incendio tras una serie de chispazos provocados por el sobrecalentamiento del sistema. Bomberos se desplazaron al lugar para asistir a los pasajeros atrapados y controlar la situación.
El colapso energético generó interrogantes sobre el estado del sistema eléctrico y las medidas de contingencia implementadas. La Secretaría de Energía, a cargo de María Tettamanti, supervisó los trabajos desde el Sistema de Monitoreo y Control de Energía (SACME), que coordina las operaciones de Edenor y Edesur.
Fuentes del sector indicaron que el apagón se agravó por la salida de servicio de una turbina de Central Puerto y el desenganche completo de la Central Costanera, lo que redujo la generación en 2.500 MW y derivó en una caída abrupta de la demanda.
Aún no hay precisiones sobre posibles sanciones a las empresas responsables. El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) informó que está investigando el incidente y evaluará la aplicación de multas conforme al marco regulatorio vigente. Mientras tanto, miles de usuarios continúan esperando la restitución total del servicio.
