Enero dejó un panorama desolador para la industria pyme

A pesar de los datos positivos en términos interanuales, la industria pyme sigue atravesando una crisis de recuperación lenta. Según el último relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la actividad manufacturera de las pymes  operan con  solo apenas el 59%, evidenciando que muchas empresas todavía están  muy por debajo de su potencial.  


Según  CAME la actividad industrial creció un 12,2% en enero respecto al mismo mes de 2024.

Sin embargo, este incremento no fue suficiente para compensar la drástica caída del -30% que sufrió el sector en enero del año pasado, una baja provocada por el ajuste y la devaluación implementados por el gobierno de Javier Milei a partir de diciembre de 2023.

Este fenómeno expone la falacia del crecimiento interanual: aunque los números muestran una recuperación en comparación con el punto más bajo del año anterior, esto no significa una mejora real en términos de actividad industrial. El rebote estadístico se debe a que la base de comparación es extremadamente baja, lo que genera una percepción engañosa de crecimiento cuando en realidad el sector aún no ha vuelto a los niveles previos a la crisis.

El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) también reflejó una mejora mensual desestacionalizada del 4,8%, lo que genera cierta expectativa dentro del sector.

A  pesar de esto índices , que son muy parciales, el panorama general aún es complejo: la capacidad instalada en las pymes industriales se ubicó en apenas el 59%, evidenciando que muchas empresas todavía operan muy por debajo de su potencial.

Desafíos estructurales y demandas del sector

A pesar de las cifras que muestran un leve repunte, las pymes continúan enfrentando serios desafíos. La falta de ventas y los altos costos operativos son las principales preocupaciones de los empresarios. Desde CAME remarcan que la baja del consumo interno sigue siendo un factor determinante que impide una recuperación más firme.

En este contexto, los representantes del sector insisten en la necesidad de una reducción de impuestos y en la implementación de medidas de estímulo para incentivar la demanda. Sin estos cambios, sostienen, la reactivación de la industria será difícil de sostener en el tiempo.

Expectativas a futuro

Pese a la incertidumbre, el informe de CAME destaca que más de la mitad de los empresarios consultados (53%) mantiene una visión optimista sobre el futuro. La estabilidad de costos, la recuperación del consumo y el acceso al crédito son considerados elementos clave para que este optimismo se traduzca en un crecimiento real y sostenido.

El desafío para el Gobierno será generar un entorno macroeconómico que permita consolidar esta incipiente recuperación, asegurando que el crecimiento se refleje en una mejora concreta en la producción y en el empleo dentro del sector pyme. Para ello, será imprescindible la implementación de una política activa de desarrollo industrial, con incentivos específicos para las pymes, mejoras salariales que impulsen el consumo interno y medidas estratégicas que favorezcan el fortalecimiento del sector productivo nacional. Sin una política activa el sector industrial continuara con su decadencia.