La inteligencia artificial en el centro de la geopolítica

La tecnococina

El 22 de enero pasado los directores ejecutivos de OpenAI (Sam Altman), SoftBank (Masayoshi Son), Oracle (Larry Ellison) y el presidente de EE. UU. anunciaron en la Casa Blanca el «proyecto de infraestructura de inteligencia artificial más grande de la historia», según palabras de Donald Trump. «Creo que este será el proyecto más importante de esta era», dijo Altman. «Sin usted, señor presidente, no podríamos hacerlo», añadió

Las empresas invertirán cien mil millones de dólares en el proyecto para empezar, y tienen previsto invertir hasta quinientos mil millones en Stargate en los próximos años. Se espera que el proyecto cree cien mil puestos de trabajo en Estados Unidos. SoftBank tendrá la responsabilidad financiera de Stargate y OpenAI tendrá la responsabilidad operativa. Un cuarto socio, MGX, también contribuirá con la financiación.

Stargate construirá «la infraestructura física y virtual para impulsar la próxima generación de IA, incluidos centros de datos en todo el país», dijo Trump. Y Ellison menisfestó que el primer proyecto de centro de datos, de 93.000 metros cuadrados, ya está en construcción en Texas.

Investigadores y los ejecutivos de empresas que desarrollan modelos de IA llevan meses advirtiendo que se necesitan más centros de datos con alta capacidad computacional, además de contar con mayor cantidad de chips y recursos de electricidad y agua para hacer funcionar estas infraestructuras tecnológicas que dan soporte a las ambiciones de IA en los próximos años.

Oracle es uno de los mayores operadores de centros de datos de Estados Unidos y SoftBank tiene los bolsillos profundos necesarios para financiar la expansión de la infraestructura de inteligencia artificial, que se espera que cueste miles de millones de dólares.

Lo que sucedió a partir del anuncio en el espacio de la IA, es que DeepSeek R1 de China lanzó un modelo de código abierto que funciona a la par de los últimos modelos de OpenAI, pero cuyo funcionamiento cuesta una fracción ínfima de las inversiones anunciadas. 

El producto supone un gran salto en términos de escalabilidad y eficiencia y puede cambiar radicalmente las expectativas sobre cuánta potencia y computación se necesitarán para gestionar el cambio de paradigma de la IA. Además, llega apenas horas antes de que Trump anuncie una inversión de cien mil millones de dólares en centros de datos estadounidenses.

El modelo demuestra que hay diferentes formas de entrenar los algoritmos de IA básicos que ofrecen los mismos resultados con un costo mucho menor. También abre muchas más aplicaciones para la IA que antes eran demasiado caras para ejecutar, lo que debería ampliar las aplicaciones en la economía real.

Estas son las razones de la caída en el Nasdaq de Nvidia, el mayor productor de GCPU, elemento central de las infraestructuras de supercomputación. Deep Seek R1 realizó los entrenamientos de su IA durante sesenta días con supercomputadoras configuradas con procesadores anteriores a la última generación de Nvidia, ya que la empresa tiene prohibida la venta de este recurso central de tecnología a la República Popular de China. Sanción que EE. UU. extendió a dispositivos inteligentes de redes de comunicación 5G y 6G de la empresa Huawei.

Altman ya había instado a los funcionarios estadounidenses a ayudar en la construcción de esa infraestructura para garantizar que EE. UU. siga por delante de China en la carrera armamentista de la IA, dado que la IA está preparada para tener un impacto que se extiende desde la economía hasta las capacidades militares. El director ejecutivo de OpenAI también se reunió con el director ejecutivo de Softbank, Masayoshi Son, para realizar inversiones en nuevas plantas de semiconductores para construir chips de IA.

«La infraestructura en los Estados Unidos es muy importante. La IA es un poco diferente de otros tipos de software en el sentido de que requiere enormes cantidades de infraestructura de supercómputos, energía, chips de computadora, centros de datos, y necesitamos construir eso en territorio norteamericano. EE. UU. necesita poder tener la mejor infraestructura de IA del mundo para poder liderar con la tecnología y las capacidades computacionales y algorítmicas», sostiene Altman.

En un informe de políticas publicado la semana de toma de gobierno por parte de Trump, OpenAI afirmó que la inversión en infraestructura de inteligencia artificial estadounidense puede garantizar que las herramientas de inteligencia artificial estadounidenses superen a la tecnología china, además de crear nuevos empleos y oportunidades económicas en Estados Unidos, e instó al gobierno estadounidense a crear una “«estrategia fundamental para garantizar que la inversión en infraestructura beneficie a la mayor cantidad posible de personas y maximice el acceso a la inteligencia artificial».

El informe estimó que hay «u$s 175.000.000.000 en fondos globales esperando inversión en proyectos de inteligencia artificial».

Oracle afirmó en un comunicado que el proyecto Stargate «garantizará el liderazgo estadounidense en materia de inteligencia artificial, creará cientos de miles de puestos de trabajo estadounidenses y generará enormes beneficios económicos para todo el mundo. Este proyecto no solo apoyará la reindustrialización de Estados Unidos, sino que también proporcionará una capacidad estratégica para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados».

La clave que la situación que ha desencadenado DeepSeek R1 está en los costos de inversión en los procesadores y la infraestructura de supercomputación que se utilizan para entrenar y poner en servicio el modelo de IA que se han descripto, ya que ha utilizado mucha menos capacidad de cómputo que su competidor Open AI O1, los que muestra que no se requieren inversiones multimillonarias de procesadores para las infraestructuras de supercómputo. El derrumbe de Nvidia significó la pérdida de u$s 589.000.000.000, un 25% de los valores accionarios.

La IA generativa china desplazo de las preferencias de descargas, al menos en los últimos días del mes de enero, a Open AI O1 que estaba en la cima de las preferencias. Claro que DeepSeek R1 demandó una inversión de cinco millones de dólares, mientras que Open AI O1 necesito ochenta millones.

DeepSeek R1 muestra que comenzó la fase de optimización algorítmica, tal vez más inteligente, ya que a la demanda de capacidad computacionales son significativamente menores.

La moneda gira en el aire y la geopolítica se disputa en el contexto digital y en el de la IA. Otras aplicaciones muy específicas de IA siguen generando «muy buena caja» para los CEO del Sillicon Valley orientados a los negocios de la guerra, ahor en el centro de los nuevos modelos comerciales.

El renacimiento militar del Silicon Valley

Desde el 7 de octubre de 2024 el ejército israelí depende en gran medida de los servicios de IA de OpenAI y de computación en la nube (cloud computing) de Microsoft, además de personal del gigante tecnológico en diferentes unidades para apoyar el genocidio en Palestina.

Microsoft tiene sus huellas en las principales infraestructuras computacionales militares de Israel. Las ventas de servicios de IA y la nube de la corporación «de las ventanitas» y su socio OpenAI al ejército israelí se han crecido significativamente desde que comenzó su ataque a Gaza.

Docenas de unidades del ejército israelí han comprado servicios de computación en la nube de Microsoft Azure en los últimos meses, incluidas unidades de las fuerzas aéreas, terrestres y navales, así como la Unidad 8200, la unidad de élite de los servicios de inteligencia. Microsoft también proporcionó a los militares israelíes un acceso ampliado al modelo de lenguaje GPT-4 de OpenAI, el motor de ChatGPT, gracias a la asociación de negocios entre ambas empresas.

El ejército israelí aumentó su dependencia de los gigantes tecnológicos. Entre las unidades militares que utilizan los servicios proporcionados por Azure se encuentran la unidad Ofek de la Fuerza Aérea, que es responsable de administrar grandes bases de datos de objetivos potenciales para ataques aéreos mortales. La unidad Matspen, responsable de desarrollar sistemas de apoyo operativo y de combate, la unidad Sapir, que gestiona la infraestructura de la dirección de inteligencia militar, e incluso el cuerpo del fiscal general del Ejército, que se encarga de juzgar a los palestinos y a sus propios soldados. La Unidad 81, el brazo tecnológico de la división de operaciones especiales de la dirección de inteligencia militar, fabrica equipos de vigilancia para el espionaje israelí y también recibe servicios en la nube de Microsoft.

El sistema Rolling Stone que los israelíes utilizan para gestionar los registros de la población y los movimientos de los palestinos en Cisjordania y Gaza, está gestionado por Microsoft Azure, que también se utiliza en una unidad altamente clasificada dentro de la oficina del primer ministro israelí, donde los técnicos de Microsoft deben aprobar y supervisar la prestación de servicios en la nube.

En octubre de 2023 el consumo mensual de servicios de IA proporcionados por Azure por parte de los militares israelíes se había multiplicado por siete en comparación con el mes anterior a la guerra. En marzo de 2024 fue 64 veces mayor.

Aproximadamente un tercio de las compras fueron para sistemas aislados de internet y las redes públicas, lo que refuerza la posibilidad de que las herramientas informáticas se utilizaran con fines operativos, como el combate y la inteligencia, en lugar de funciones simplemente logísticas o burocráticas.

Los técnicos de Microsoft trabajan estrechamente con unidades militares israelíes para desarrollar productos y sistemas. Decenas de unidades han adquirido servicios de ingeniería ampliados de Microsoft, en los que, según el sitio web de la empresa, «los expertos de Microsoft se convierten en parte integral» del ejército israelí.

En los últimos años la Dirección de Inteligencia Militar ha comprado reuniones privadas de desarrollo y talleres profesionales que los especialistas de Microsoft han ofrecido a los soldados, por un costo de varios millones de dólares. Entre octubre de 2023 y junio de 2024, el Ministerio de Defensa israelí gastó diez millones de dólares en comprar diecinueve mil horas de soporte técnico de Microsoft.

Los informáticos de la empresa están tan integrados en el ejército israelí que parecen soldados de uniforme. Durante la fase de desarrollo, los técnicos de Microsoft Azure asisten a las reuniones en una base militar para explorar la posibilidad de construir el sistema de vigilancia en la infraestructura en la nube de la empresa.

El ejército israelí es cada vez más dependiente de los servicios que adquiere de empresas tecnológicas para sus actividades operativas en Gaza. El espacio de almacenamiento y el poder de procesamiento que brindan las empresas tecnológicas permiten a los soldados utilizar cantidades mucho mayores de información de inteligencia durante períodos de tiempo más largos.

Bombardeos con inteligencia artificial

En principio, los términos de uso de OpenAI incluían una cláusula que prohibía el uso de sus servicios para actividades militares. Pero en enero del año pasado, el ejército israelí dependía cada vez más de GPT-4 en los bombardeos de la Franja de Gaza. La empresa eliminó silenciosamente esa cláusula de su sitio web y amplió su asociación con ejércitos y centrales de inteligencia.

En octubre, OpenAI declaró públicamente que exploraría la cooperación con agencias de seguridad de Estados Unidos y sus aliados, argumentando que «las democracias deben seguir encabezando el desarrollo de la inteligencia artificial, guiadas por valores como la libertad, la equidad y el respeto por derechos humanos». OpenAI también anunció que se asociaría con Anduril, una empresa que fabrica drones impulsados ​​por inteligencia artificial, mientras que el año pasado Microsoft proporcionó sus algoritmos a la CIA para el análisis de documentos secretos en un sistema interno cerrado

La coronel Racheli Dembinsky, comandante del Centro de Sistemas de Información y Computación del ejército israelí (Mamram), que se encarga del procesamiento de datos del ejército, dijo que la capacidad operativa militar había mejorado durante la Guerra de Gaza gracias al «maravilloso mundo de los proveedores de la nube» que han permitido una «eficacia operativa significativa».

La coronel Dembinsky explicó que los militares habían comenzado a trabajar más intensamente con empresas de la nube debido a las exigencias de la guerra. Con el inicio de la invasión terrestre de Gaza a finales de octubre de 2023, los sistemas del ejército se vieron desbordados y los recursos se agotaron. Esta escasez de espacio de almacenamiento y poder de procesamiento, dijo Dembinsky, llevó al ejército israelí a recurrir a empresas privadas capaces de suministrar herramientas de inteligencia artificial y capacidad de computación «sin techo de cristal».

El uso mensual promedio de las instalaciones de almacenamiento en la nube de Azure por parte del ejército israelí durante los seis meses primeros de guerra fue un 60 % mayor que en los cuatro meses anteriores a la guerra.

En agosto el portavoz del ejército israelí subrayó que la información militar clasificada no se transfiere a proveedores civiles y permanece en redes separadas del propio ejército. No es cierto, afirma el periodista Yuval Abraham de +972 Magazine. El ejército israelí ha almacenado información de inteligencia, recopilada a través de la vigilancia masiva de la población de Gaza, en servidores administrados por AWS/Amazon.

Los modelos comerciales de venta de armamentos para operaciones militares ya no están solos en los altos niveles de facturación, ahora los acompañan lo servicios basados en software motorizados desde el Silicon Valley que gobierno junto al gabinete de Trump.